Vivir con el padre de tu hijo y no ser pareja
Sol Picó, bailarina
La bailarina Sol Picó vive con el padre de su hijo, pero su pareja es otra. "Hemos probado varias fórmulas y ésta es la que mejor nos funciona", señala. Hoy, será del padre de su hijo, del que hablará.
Se conocieron en un partido de fútbol del Alcoyano, en Valencia, donde ella se preparaba para entrar en el Institut del Teatre de Barcelona. “Yo pasaba del fútbol, pero el plan me pareció divertido. El Alcoyano era un equipo mítico y en algún momento se hizo famosa la frase de «tener más moral que el Alcoyano», porque incluso cuando perdían 6 a 1 seguían intentando ganar. Me pareció simpático”, explica Picó.
La primera impresión que le causó él fue buena. “Pensé: «Qué mono, ese morenillo». Él no tenía nada que ver con el mundo de la danza, tenía seis años más que ella y era ingeniero. No tenían amigos en común y se iban encontrando de forma esporádica. “Nuestra relación fue divertida, lenta, muchas veces con l adistancia de por medio. Nos íbamos encontrando cuando podíamos: creo que es la clave para una relación larga y duradera, no verse demasiado”, dice Picó risueña.
Se casaron con una superfiesta en Alcoy. “Mi padre era un señor muy tradicional y me suplicó que me casara, para él era importante: yo nunca me habría casado. Mi padre y su madre se hicieron muy amigos y nos dijeron: «Vamos a prepararos una boda que nunca olvidaréis»: y es verdad, en Alcoy todavía no se ha olvidado, esa fiesta”, recuerda Picón. Luego se quedó embarazada y la relación fue transformándose hasta la amistad profunda que comparten ahora. “Compartimos a nuestro hijo juntos y el cuartel general es la casa, pero cada uno tiene su pareja. Hay unas normas de convivencia y nos llevamos muy bien, se ha creado un ecosistema muy bonito y en ocasiones salimos a cenar los tres juntos”, explica la bailarina, que dice que no se podía imaginar que "una relación se pudiera transformar de 'esta manera". "El vínculo que tenemos va más allá del enamoramiento y del amor romántico, es algo más profundo, es una amistad, es la familia. Nosotros moriremos juntos, aunque sea en lugares diferentes", celebra Picó
Para ella el amor se parece bastante a la danza: “La danza es amor, la danza te hace conectar con algo muy profundo en tu interior, es poderosa porque te conecta con las entrañas y con el alma, y hace volar tu cuerpo y tu mente. Desde el principio de los tiempos el movimiento es conectar y comunicarse para generar amor: el movimiento es generador de amor”, concluye.