El análisis de Antoni Bassas: "No sé si España está reconciliada con su historia" (Francesc, 2021)

22/04/2025
3 min

Esta mañana hemos visto por primera vez la imagen del papa Francisco de cuerpo presente. Su muerte nos ha vuelto a recordar que un hilo mucho más delgado que parece separar la vida de la muerte. Este domingo todavía bendijo a los fieles en la plaza de Sant Pere y el próximo domingo ya estará enterrado en la basílica de Santa María Mayor.

Que el papa Bergoglio no haya querido ser enterrado en el Vaticano es una declaración tan potente como la del primer día de su pontificado, cuando decidió que no dormiría en el Palacio Apostólico sino en la residencia de Santa Marta, dentro de los muros vaticanos, pero mucho más funcional. Tenía sus motivos. Piensen algo: Bergoglio llegó a Papa porque su antecesor, Benedicto XVI, dimitió, no porque hubiese muerto, y una renuncia papal no había pasado desde hacía siglos. Y dimitió porque a Ratzinger un ayudante le robó y fotocopió miles de documentos y los escándalos de pederastia que afectaban a la Iglesia católica ya no podían esconderse más. En el Vaticano había, por decirlo en términos evangélicos, una madriguera de víboras. Esta es la Santa Sede que heredó Francesc en el 2013. No voy a insistir en el balance que llevamos 24 horas sintiendo, pero Francisco ha sido el Papa de los inmigrantes, de los refugiados de las guerras, de los que escapan de los desastres climáticos. Llegó al papado con una idea: la pastoral de las grandes ciudades. Allí donde va a parar toda la miseria del mundo, quería que las parroquias se convirtieran en hospitales de campaña. En Barcelona tenemos uno, en la parroquia de Santa Anna, junto a la plaza Catalunya, que da almuerzos y cenas a cientos de personas, y asistencia médica y legal, y busca un techo y un trabajo a los que no tienen nada.

Precisamente hoy, a las 7 de la tarde, Santa Ana organiza una víspera de oración por el Papa. Ésta es una herencia tangible que deja a Francisco entre nosotros, al igual que una Iglesia más transparente, más inclusiva, más coherente con lo que predica. Y, sobre todo, más católica, lo que significa más universal.

A propósito de esto, su papado coincidió con el Proceso. Cuando Carlos Herrera le entrevistó en el 2021, le preguntó: "Usted dijo que el soberanismo es una exageración que siempre acaba mal. ¿Qué actitud cree que debemos adoptar ante un planteamiento de ruptura?" La pregunta buscaba una condena. Y no la halló. Francisco contestó:

"Yo diría mirar a la historia. En la historia hubo casos de independencia. Son países de Europa que hoy en día están incluso en proceso de independencia. Mira Kosovo y toda esa zona, que se están rehaciendo". Y añadió:

"En el caso de España, son ustedes, los españoles, los que deben juzgar, dando bien su actitud. Pero para mí, lo más clave en este momento en cualquier país que tiene este tipo de problemas es preguntarme si se han reconciliado con la propia historia. Yo no sé si España está totalmente reconciliada con su propia historia, sobre todo la historia del siglo pasado. Y, si no lo está con la historia del siglo pasado. [...]. Unidad nacional es una expresión fascinante, es verdad, la unidad nacional, pero nunca se valorará sin la reconciliación básica de los pueblos".

El Papa acertó: España no reconoce su propia realidad.

Acabamos. Los análisis sobre Francisco se mezclan con las travesías sucesorias.Aquí tienen una primera aproximación. De los 138 cardenales electores, Francisco ha nombrado 110, el 79% No sería extraño que el próximo cardenal fuera un asiático o africano Tal y como está el mundo, su mujer supondrá la gran importancia geopolítica.

Buenos días.

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