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¿Existe la Luna cuando Trump no mira?

El orden ejecutivo contra la diversidad, la equidad y la inclusión provoca la desaparición de información astronómica relevante

El robot de la NASA Curiosity.
3 min

GinebraDurante las últimas semanas, cientos de informes se han desvanecido de las páginas web de las conferencias organizadas por el Lunar and Planetary Institute (LPI). Situado en Houston, Texas, es un instituto de investigación financiado por la NASA, pero gestionado de forma independiente en el gobierno federal, y se encarga de mantener los archivos e información importante sobre investigaciones realizadas en el campo de la ciencia planetaria. Muchos investigadores han levantado la voz contra la retirada del contenido de su web. "Esto es una censura escandalosa de la ciencia" –declara Ingrid Daubnar, científica planetaria en la Universidad de Brown, en Providence, Rhode Island–, que ha visto cómo han desaparecido informes de los que ella misma era la autora.

La diversidad en el punto de mira

Todo el contenido suprimido tiene una temática común: la diversidad, la equidad y la inclusión, conocido con las siglas DEI (diversity, equality and inclusion) y que se encuentra en el punto de mira desde que Trump accedió a su segundo mandato. Desde el pasado 20 de enero, la administración republicana aprobó una orden ejecutiva que dejaba sin financiación cualquier programa de investigación que tuviera que ver con estas temáticas, que el propio Trump tachaba de "ilegales, inmorales y discriminatorios".

Los informes se retiraron de la web de la LPI sin el consentimiento de los autores y muchos de ellos son documentos de varias páginas que incluyen ideas importantes en el ámbito de la ciencia planetaria. Entre estos informes se incluyen, por ejemplo, el estudio de aspectos relacionados con la formación de equipos de científicos de cara a abordar misiones espaciales o información recogida por el rover Curiosidad sobre la química de Marte. Algunos científicos consideran estas prácticas propias de un estado orwelliano con la clara intención de querer reescribir la historia. Mark Sykes, científico del Instituto de Ciencia Planetaria de Tucson, en Arizona, define la decisión como "un profundo fracaso ético".

De hecho, muchas agencias federales, entre las que se incluye la NASA, ya han eliminado de sus páginas web contenido relacionado con la DEI como respuesta a la orden ejecutiva. organizado conferencias sobre ciencia planetaria, ha formado a investigadores y ha mantenido las bases de datos en temáticas como los cráteres lunares.

La orden ejecutiva aprobada hace unos meses pone freno a un gran número de becas y contratos que apoyan a colectivos infrarrepresentados en las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) La administración Trump dio dos meses a los centros federales para implementar las medidas necesarias como las principales la Fundación Nacional por la Ciencia (NSF) o el Instituto Nacional de la Salud (NIH).

Trump pasa la tijera a la ciencia y la investigación

Al impacto que ha tenido la orden ejecutiva sobre diversidad, equidad e inclusión hay que añadir los importantes recortes que muchas universidades y centros de investigación sufren desde que inició el segundo mandato el magnate americano. A principios de mayo, el ejecutivo de EEUU emitió un documento donde se anunciaba un recorte del 23% a todo gasto no relacionado con la defensa nacional. De esta forma, la Fundación Nacional por la Ciencia (NSF) verá recortada su financiación en un 56% e impactará el Instituto Nacional de Salud (NIH) con una reducción aproximada del 40%. Por otra parte, la Agencia de Protección Medioambiental sufrirá también un recorte del 55% en tan sólo un año. La administración Trump busca así eliminar de pura cepa programas que considera "radicales" y "woke".

Los recortes ya han dejado en la calle a miles de personas de las diferentes agencias federales, entre las que se encuentran la Administración del Alimento y del Medicamento (FDA) y el Servicio Nacional de Salud (NHS), que han visto reducidas sus plantillas en miles de personas. Los primeros sacrificados fueron los investigadores que llevaban menos tiempo trabajando.

Una de las ramas donde más afectan a los recortes es la investigación biomédica, tradicionalmente uno de los sectores de investigación más punteros de Estados Unidos, con un presupuesto total de 47.000 millones de dólares. Las políticas de Trump han afectado también de forma significativa a los programas de investigación en salud global, y tendrán un impacto significativo en la investigación contra enfermedades como el VIH, la malaria o la tuberculosis, así como programas de ayuda humanitaria a países en vías de desarrollo.

Las políticas de administración Trump están provocando que el número de investigadores federales se vea disminuido más que durante cualquier otra administración anterior. espoleando a muchos científicos a buscar alternativas fuera de las fronteras del territorio americano. Varios países europeos, entre los que se encuentra Cataluña, ya han dado un paso para catalizar ese talento hacia sus territorios.

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