Tu 'foodie' de cabecera

La barra donde encontraréis los vinos que no están en ninguna otra parte (y los podréis pagar)

El Vinus&Brindis es una tienda de vinos con barra de degustación y precios populares

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La barra del Vinus&Brindis.

Descubrí este sitio gracias a Empar Moliner. Me dijo "ven a buscarme a la radio y te llevaré a un sitio que te encantará". Evidentemente le hice caso, porque con el torbellino Moliner nunca sabes qué puede pasar, pero sabes seguro que te lo pasarás bien. "Tía, tienes que conocer a Alonso y Fredi", dijo. Así que entramos en el Vinus&Brindis (calle de Calaf, 46) y le digo: "¿Me has llevado a una tienda de vinos?". Sí y no. Hoy tengo el reto de explicaros qué es ese lugar único regentado por dos personas que, efectivamente, vale la pena conocer.

El Vinus&Brindis es una tienda de vinos de Barcelona, en primera instancia. Es lo que encuentras cuando entras, pero el mostrador se alarga más allá y se convierte en una barra preciosa de cemento que sirve de degustación. Se pueden degustar tanto sus vinos como sus cositas –deliciosas– que tienen para comer, pensadas para picar, pero con las que yo ya salgo cenada. Este lugar es el local perfecto para aquellos que no saben absolutamente nada de vinos, para aquellos que saben algo y tienen la mente abierta, y para aquellos que le interesan más las personas que hay detrás de cada botella que organoléptica. También para la gente que le gusta el vino y quiere probar cosas extrañas o los que tiene la ilusión de probar vinos top pero no el presupuesto.

Es brutal como te cuentan los vinos, la emoción que le ponen. Les comprarías todas las motos. Como ellos quieren compartir lo que aman, idearon dos propuestas muy celebradas. Los martes por la tarde-noche es el día del Stranger wine, en el que sirven un vino sorprendente. Cada semana, uno distinto. Son descubiertas que hacen de pequeños productores que sólo han hecho un puñado de botellas o que son de una variedad que ni siquiera tiene nombre. Uno de los días que fui era tan único el vino que servían que el Pitu Roca había hecho pedido por el Celler y no las habían podido servir. Si pensáis que la copa era prohibitiva, os responderé que me costó 4,5 euros. Luego llegan los viernes, que es el día del vino de nivel, de lo que en el sector se llama popularmente pepinos. Imaginá una botella carísima, pero que quieres probar. Ellos la abren y de cada una salen seis copas. El precio que se paga es una sexta parte de lo que vale la botella. No es obligatorio beber ninguno de estos vinos, sin embargo. Se puede elegir uno de los muchos que hay reseñados en la pared.

La entrada del Vinus&Brindis.

En el Vinus defienden que se debe beber poco y bueno, hacer un consumo responsable con cabeza y disfrutar muchísimo. El espacio invita. Tiene una iluminación agradable y te sientes recogido. Ellos se saben el nombre de la mayoría de la clientela que va. Y tienen una especie de rayos X que permiten leer a la gente. Sabrán lo que te puede gustar antes que tú. Esto lo he comprobado con gente muy diversa. Incluso personas que no suelen beber vino. Para comer tienen, entre otras cosas, quesos de Xerigots que eligen en función del vino que te han servido, sardina ahumada con pan de coca, elsteak tartar (que prepara el momento la carnicería de al lado), el bikini trufado o el de pies de cerdo, el paté de pintada con Calvados o la anchoa más dulce del mundo (que no os contaré qué es).

Una de las cosas que me gusta de este sitio es que es la historia de éxito de un decrecimiento. La marca Vinus&Brindis nació hace años, con varias tiendas y un alma más comercial. Y desde que ellos se pusieron a la cabeza han acabado creando un solo espacio pequeñito pensado en fomentar las relaciones humanas. No es de extrañar que lo que más le gusta del mundo al Alonso es impartir los cursos de cata que da al Centro Cívico Cotxeres de Sants.

El Vinus&Brindis tiene importantes tiendas de vinos cerca, y sobrevive porque no son sólo una tienda de vino. Son el refugio de muchos elaboradores y el espacio seguro de los que queremos pasar un rato tranquilos haciendo una copa de vino y comiendo salchichón. Hacen horario comercial de tienda y por la noche cierran a las 22 h. Así que es genial para hacer parada después del trabajo y volver a casa a una hora decente. Ideal para citas, para encuentros con un amigo que hace tiempo que no ves o para ir solo a leer un libro. Encontraréis a Fredi, Alonso, Daniel y Nieves. Grandes entendidos de vinos, que te harán querer saber más. Las copas van de 4,5 euros a 7 (el más caro de todos). Los precios de la comida son populares.

Declaración de intenciones

Este texto no es contenido publicitario. Todos los sitios los he visitado como cliente y he pagado la cuenta como cualquier otra persona.

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