Ca l'Estrany: la masía de la felicidad

David Gaya está enamorado de los productos del Maresme, y se le nota. También es evidente el amor a primera vista que tuvo con la masía del siglo XV que hoy acoge el restaurante Ca l'Estrany, un lugar que él dirige con pasión desde hace tres años. "Vendí todos mis otros negocios para poder pagar esta masía y empezar aquí mi proyecto más emocionante", confiesa con una sonrisa que revela cómo le apasiona este sitio.

Ca l'Estrany, ubicado en Cabrils, fue renovado por sus anteriores propietarios en 1994, y desde entonces nadie se ha atrevido a cambiar ni una piedra. La esencia se mantiene intacta, con dos de las joyas más valiosas: la balsa y el pozo. "A la balsa quizás algún día le dé un poco de vida, aunque es costoso. Pero el pozo, ¡este se queda tal cual! Es nuestro símbolo”, dice visiblemente orgulloso. Esta masía está impregnada de historia. Antiguamente funcionaba como a lechería y se convirtió en el lugar favorito de los cabrilenses que iban a buscar la leche fresca de la semana. Curiosamente, el comedor principal del restaurante ocupa el mismo espacio donde antes vivían y dormían las vacas. pero esta vez para los amantes de la buena comida que quieren disfrutar de los productos de la comarca cocinados por David. Los campesinos que trabajan desde Santa Susanna hasta Vilassar, o el pescado fresco que nos llega de las cofradías de Arenys o Mataró. No se pueden dejar pasar".

Este amor queda clarísimo en la carta, donde el tártaro de tomate ecológico con aguacate y anchoas es uno de los imprescindibles. "Me encanta este fruto, y en lugar de hacer la típica ensalada le doy un toque japonés, hago un mix", nos cuenta el chef. La calidad de la vichyssoise es imbatible. Suave, cremosa, tibia y acompañada con jamón ibérico y dados de puerro confitado cultivado en la zona. Cerramos los primeros con un fardo crujiente de verduras en salsa sweet chili. David ladra elsteak tártaro, que prepara con una cama de pan de bollo tostado, mayonesa de mascarpone y mostaza Dijon. También se luce con el cordero en el horno cocido a baja temperatura con patata a la antigua. Acabamos los segundos con un lomo de lubina al horno con fondo de patata, cebolla confitada y tomate charly. “Pescado en la costa de aquí enfrente. Este plato lo preparo a menudo, es uno de los hits del local", dice. El postre, pastel de queso con frutos rojos y helado de mojito con dados de piña y menta.

Una carta extensa de vinos forma la bodega del restaurante. Nosotros nos decidimos por el Dido “La Universal”, un Montsant negre muy joven La noche cae y los camareros preparan a conciencia la mesa alrededor del pozo. con la mirada fija, la masía que ha sido testigo de su esfuerzo y dedicación. Aquí, en cada rincón, David ha dejado un trozo de alma. “No sé si éste será mi último proyecto, pero sé que 'Extraño siempre será mi casa”