El día de la croqueta o una croqueta por día

Croquetas: los 5 mandamientos para comerlas buenas

Popularmente el 16 de enero es conocido como Santa Croqueta, es decir el Día Internacional, y por eso os explicamos cómo hacerlo en casa

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Crujientes por fuera, tiernas por dentro, las claves para identificar una buena croqueta

Es un manjar tan popular, que tiene Día Internacional. Santa Croqueta es el 16 de enero, y por eso te explicamos los mejores consejos por si desea celebrar la fecha cocinando un buen plato.

Los 5 mandamientos de las buenas croquetas caseras

  1. Rellenar de lo que más le guste. Si tiene una comida verduras hechas al vapor, reconvierta en croquetas con un trozo de queso de oveja y una bechamel de leche también de oveja. Si ha hecho rape, le ha sobrado y al día siguiente no quiere comerlo tal y como lo cocinaste, haga croquetas.
  2. La bechamel es un ingrediente central, pero no lo más importante. Digamos de otro modo, una croqueta que en el interior sea todo bechamel entra en una categoría que no es preferente, pero no por ello detestable. El caso es que la bechamel debe amortiguar los ingredientes del relleno sin convertirse en protagonista. Está, pero deja que el protagonista sean los otros ingredientes.
  3. El crujiente es la clave de la buena croqueta. Y por eso hay tantas teorías como cocineros. Algunos siguen los siguientes pasos: primero pasan las croquetas, que habrán conformado con las manos, por harina, después por huevo y después por harina de galleta. De ahí, directos a la sartén. Algunos las pasan por harina de galleta, después huevo y otra vez harina de galleta. Y todavía hay otros que proponen utilizar panko, el pan rallado de Japón, recomendado porque es ligero, absorbe menos el aceite que la harina de galleta y otorga más ligereza al preparado.
  4. Vigile el aceite para freir las croquetas. ¿Cuántas croquetas se han resquebrajado en dos mitades mientras se han frito con un aceite frío?, ¿y que han convertido la cápsula rebozada en un buñuelo desmenuzado? Así pues, asegúrese de que el aceite de oliva suave es caliente. Si no tiene freidora que le indica exactamente los 180 grados, echar un poco del enlucido; si ve que se fríe enseguida, ha llegado el momento en que se las sumergió. Y fíjese bien: las croquetas deben sumergirlas. No pretenda freír buenas con un hilo de aceite, porque quedarán tostadas.
  5. Por último, cómelas cuando todavía están calientes. Una croqueta fría es como comer un pez hervido, en el sentido de la expresión (no en el literal, que puede ser sabroso), es decir que será insulso; mientras que comérselas cuando mantienen el calor y ternura del relleno y el crujiente de fuera será sublime.

Por último, los cocineros han demostrado que todo es 'croquetable', así que se hace difícil aconsejar cuál es el mejor relleno. Recuerde que las croquetas son una excusa ideal para acabar con las puntas de comida que quedan en la nevera, así que podrían considerarse también un recurso de reaprovechamiento. Y si no, también son una excusa para la imaginación, como ha demostrado el cocinero Nandu Jubany. Fue el recurso que imaginó para dar trabajo al equipo que se dedicaba a hacer banquetes, y actualmente ya lo envía al Reino Unido y pronto lo hará en EEUU. Da igual el éxito de sus croquetas, que a finales de noviembre del año pasado, que también ha creado detractores o, al menos, opinadores en contra de algunos de los rellenos de sus croquetas: el embajador británico en España declaró por la red X [antiguo Twitter] que las croquetas que vendemos en los supermercados Marks & Spencer yTesco de sartén y chorizo eran una falta de respeto al plato. No lo decía exactamente así, sino quepreguntaba a M&S qué habían hecho, y lo decía como respuesta a un cocinero inglés que colgaba la fotografía, y decía "no, no, no". Con el escudo en la mano, Nandu Jubany explicaba, en una entrevista para el ARA Mengem, que llevaban dos años vendiéndolas, y de hecho el 30% de su producción de croquetas estaba destinada al Reino Unido desde hacía tiempo. "A partir de aquí se levantó todo, hasta el punto de que han llamado el Croquetagate. Mira, te enseño en mi móvil mensajes de cocineros que trabajan en Londres que me han escrito para apoyarme, que me "han dicho que a ellos les gustan. Uno es Jose Pizarro. Otro, Omar Allibhoy, que es muy amigo del cocinero Jamie Oliver y que me dijo que las croquetas estaban muy bien hechas. El final de todo ello es que quisiera que a partir del próximo año doblamos las ventas de croquetas en el exterior". Aquí os dejamos con la entrevista entera:

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