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El desayuno de arrieros en la Feria de la Candelaria de Molins de Rei

El Carambola es conocido por su menú de mediodía con base de cocina catalana y por una carta de tapas y platillos por las noches y fines de semana

Jordi, Paco y Oriol en la barra del restaurante.
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Carambola

  • Dirección : Calle de Ignasi Iglésias, 1 (Molins de Rei)
  • Cocina : menú diario, tapas y platos del día
  • Obligado : albóndigas con sepia
  • Vino : carta corta con buenas referencias
  • Servicio : cercano y servicial
  • Local : rústico, acogedor y con terraza
  • Precio pagado por persona : 20 euros

Molins de Rei es un pueblo rico en cultura y tradiciones. Los molinenses y molinistas participan activamente de las ferias, fiestas y actividades promovidas por entidades, asociaciones y ayuntamiento que dinamizan el espíritu tamborilero de una villa que nace a finales del siglo XII. Nosotros hemos venido a visitar la 174 edición de la Candelaria ya probar el famoso desayuno de arrieros.

La Candelera es una feria multisectorial que se remonta al año 1852. Más de 200.000 personas se acercan a este pueblo del Baix Llobregat en busca de historia, naturaleza, gastronomía, espacios para niños, innovación, exposiciones y jornadas técnicas relacionadas con las problemáticas y las jornadas. Os recomendamos a los que no la conoce que la visita el año que viene, pero si nos lo permite, ahora os hablaremos de lo que más nos gusta: comer bien. Concretamente, hoy hacemos un desayuno de tenedor!

El Carambola es un bar-restaurante conocido entre otros por el menú de mediodía preparado con una base de cocina catalana y por una carta de tapas y platillos por las noches y fines de semana. La propuesta es estimulante. Además, también encontramos los platos del día, en los que destacan los guisos propios de nuestra cocina y los festivales gastronómicos de ferias y fiesta mayor. Empezamos el desayuno con un plato de tripa excepcional y unas albóndigas con calamar para mojar pan. Continuamos con una butifarra con patatas y un plato de tocino con judías que no desmerecen los primeros platos. Y, por último, no es posible hacer esta comida sin degustar el plato más típico de la Candelaria: la coradella. Éste era un guiso de pobre, hecho con los pequeños del cordero, los pulmones, el corazón y el hígado. Después de uno o dos días de carrear, los arrieros se lo zampaban al llegar al destino. Nosotros lo hacemos en el Carambola.

Este desayuno lo regamos con cerveza porque el Carambola es uno de los establecimientos de nuestro país donde mejor la echan. Los dos centímetros de crema miden de tapa para evitar que la cerveza se oxide y mantienen el sabor y el aroma trago a trago. Honora con nota al fundador de las cervezas Damm. El artífice de todo es Jordi Garcia, ideólogo, alma y socio del Carambola. En este viaje le acompañan Paco Clanchet, cocinero y socio, y Oriol Mir, socio y uno de sus mejores embajadores. Además, Julia, tanto en la cocina como en la sala (lo hace todo bien), Miquel al servicio y Lizz en la cocina son los colaboradores ideales para convertir cualquier comida en una gran experiencia. Antes de irse nos sentamos con Jordi y Paco, dos molinenses que aman a su pueblo y que forman parte de la cultura del fuego representada por el Camell, una bestia recuperada de una tradición carnavalesca de Molins de Rei con más de tres siglos de historia. "Proponemos una base de cocina catalana sin artificios ni técnicas innecesarias. Guisos, chup-chup y buen producto", nos dice Jordi mientras Paco asiente.

Carambola es un lugar de encuentro para picar algo, hacer el aperitivo, almuerzo, cena y, en fiestas señaladas, pasar un gran rato. Combinan una cocina actual con la esencia de la tradición. Siempre cumplen con muy buena nota, ya sea alrededor de una cerveza muy bien echada o de una copa de vino. Jordi y su grupo te harán sentir como si estuvieras en casa.

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