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Un espumoso que “piñonea”, rojo como la Navidad
Es la copa que ofreces a los que quieres, en tu casa, cuando ya se han quitado el abrigo, pero todavía no se sientan en la mesa
- Variedad: Xarel·lo Rojo
- DO: Corpinado
- Añada 2021
- Productor: Júlia Bernet
- Para tomar sol escuchando 'Taxman', que es la primera canción del 'Revolver', de los Beatles, leyendo 'La otra vida', que es el primer cuento de 'Si te comes un limón sin hacer muecas', de Sergi Pamias.
Los catalanes bebemos bastante vino rosado, pero, en cambio, ¿cómo es que bebemos tan poco espumoso rosado? Estamos en el mes de las burbujas, y por todo esto hoy en la copa tenemos un espumoso rosado que es una maravilla (no es ningún secreto que las burbujas catalanas me encantan). Pero no esperen ese rosado transparente, el que está de moda. Es un rosado muy intenso y apasionado, un rojizo que invita a la fiesta. El rojo que asociamos a Navidad, a las celebraciones, los recuerdos y las gratitudes, los añores y las esperanzas.
La pequeña bodega de Corpinnat que las hace, estas burbujas, Júlia Bernet, ha obtenido, este año, el Premio a la Bodega con Mejor Puntuación Media en la Guía de Vinos de Cataluña con un 9,84, y me gusta decir -lo, porque este año me tocó a mí darlo. Tenemos en la copa el Camino de los Vidrieros 2021, no se le dejen perder. Y como estamos hablando de colores, vean esta imagen coloreada: El Camí dels Vidriers es un coupage de xarel·lo y garnacha tinta. Los dos viñedos están a ambos lados del camino que da nombre a la botella. Baja de Ordal hacia El Pago, a unos seis minutos de la bodega.
Pues bien, cuando hacen la vendimia, cosechan durante toda la mañana una parte de xarel·lo y una parte de garnacha tinta y las mezclan en el remolque, porque las vinificarán juntas. La imagen –que me parece extraordinaria– es un remolque lleno de uvas amarillas y rojas mezcladas.
No me gusta la palabra fácil para hablar de vino, de literatura, de música o de personas. Pero es porque no me gusta por las connotaciones negativas que parece tener. El camino de los vidrieros, como algunas canciones de los Beatles, como algunas personas, entre las que me cuento, es “fácil” porque te abre los brazos y te dice que vengas. Esta copa de hoy es fácil porque puede agradar a todo tipo de gente, los que saben mucho y los que acaban de llegar, los boomeros y los jóvenes. Yo lo llamaría un espumoso “de pie”. Es la copa que ofreces a los que quieres, en tu casa, cuando ya se han quitado el abrigo, pero todavía no se sientan en la mesa. Aquella copa de bienvenida, de recibir, quizá en la cocina, todavía, mientras se acaban de preparar las cosas, cuando todo está por empezar (el mejor momento). La primera canción del disco, la que debe invitarte a entrar, a la espera, todavía, del plato contundente, la copa más bonita de todas, la que justamente debes cuidar. Sin embargo, es un espumoso para un arroz para una pasta buena (pienso en todos los que hicimos el viaje del ARA a la Puglia y volvimos cargados deorechiettes). Es un espumoso para pedir a alguien que se case contigo.
Con Xavi Bernet, el propietario de la bodega, que siempre va arriba y abajo llevando cajas hacia aquí y hacia allá, que siempre tiene tiempo para tomar una copa de burbujas, siempre decimos que este Camino de los Vidrieros “piñonea”. Los viñedos están entre pinos, y es cierto que, probando, probando, le encuentras sabor a piñón. Las burbujas son finas, elegantes, integradísimas. Bébelo con copa ancha, la que encuentra por casa.
Lo decíamos. Las dos uvas, el blanco y el tinto, maceran juntos. Y maceran unas horas para obtener ese rojo que da personalidad al vino. Como siempre, no utilizan ningún licor de expedición, ni corrección alguna. Tiene un poco de intervención al principio; le añaden un gramo de sulfuroso. O sea que están a punto de decir “No contiene sulfitos”. ¡Y recuerden! Una bolsa de ensalada de esta prefabricada también contiene sulfitos. Pero esto es debate para otro día.
Los viñedos de este espumoso que tanto me gusta tienen siete años. Las plantas no acaban de ser estables quizás hasta los diez años, diría yo, como feliz aficionada. Con esto quiero decir que cada una de las siete añadas de este Camí dels Vidriers ha sido diferente, no ha tenido nada que ver con las demás. Ésta es la gran gracia de la bodega Julia Bernet. Deberíamos decir que su honestidad les ha convertido en magníficos.
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