Una botella de vino que le guste especialmente puede ser un buen elemento de decoración. Reutilícela como jarrón para flores o portavelas o haga una lámpara de mesa bien original. Con algo de creatividad, podemos encontrar múltiples usos.
Loco por ti: la historia de un vino que es un himno
Un día Joan Ignasi Domènech oyó la canción en la bodega, se inspiró y le propuso a Pep Sala hacer un vino juntos
- Garnacha tinta, cariñena, garnacha peluda
- DO Montsant
- Añada 2022
- Productor: Vinyes Domènech
- Para tomar sol escuchando Loco por ti y leyendo El infinito dentro de un junco , de Irene Vallejo.
He probado el Loco por Ti con Joan Ignasi Domènech, de Vinyes Domènech, y Pep Sala, de Sau, y haciéndolo me he emocionado, he reído y he tenido ganas de bailar. Es un vino buenísimo, tan bueno como todo lo que hacen en esta bodega del Montsant. No hace mucho, en el Jardín Botánico de Barcelona, se hizo una cata histórica del Teixar, uno de los vinos de Vinyes Domènech, que debe probar. Cinco Masters of Wine seleccionaron cinco añadas, que la flor y la nata vinesca libró con extrema deleite. No puede haber más finura y más elegancia en los vinos de Domènech.
Empezó con el proyecto en 2002. Quiso cambiar de vida, quizá desencantado, quizá preocupado, por lo que veía alrededor, quizá con ganas de crear energía, en lugar de destruirla. La forma era haciendo vino, que es hacer cultura. Joan Ignasi trabajaba en el sector —quizás no debemos llamarlo así— del medio ambiente. Y ahora él es medio ambiente.
Ahora, en los viñedos de este hombre (tranquilo como el vino y bondadoso como los sabios) se crea, en todo momento, diversidad. No utilizan químicos, hacen agricultura regenerativa, con cubierta vegetal. Este año, por la sequía, han tenido que labrar pero muy poco. “Arar significa tirar cinco años atrás”, me dice. Las cabras pastarán por el viñedo una vez hayan podado. Han seleccionado, con la ayuda del Incavi, las levaduras, autóctonos, claro, en el viñedo. Y plantan. Plantan plantas que regeneran. Leguminosas, crucíferas... O sea: hacen un coupage de plantas nativas. “Pero constantemente tenemos que repensarlo todo. La vida biológica ha cambiado en dos años de sequía. Nada de lo que hacíamos sirve”.
En la tierra húmeda escribo...
Un día, nuestro hombre tranquilo probaba en la bodega, en la sala de botas. En el hilo musical sonó Loco por ti. Sonríe mientras explica. “Soy un enamorado de Sau y esa canción es un himno. Y como la luna, en una bodega ecológica, es una parte muy importante, la letra de la canción me emocionó y llamé a Pep Sala y le dije si hacíamos un vino”.
Pep fue a degustar a la bodega toda una mañana. De fondo, sonaba la canción. Como a él, la comida y la bebida le gustan, y sabe un nido, todo fue bien. "Al final estaba agobiado, pobre Pep." Ahora lo hace cada año, eso de ir a probar, hasta encontrar el coupage. Y del coupage ha venido la amistad. El vino que tenemos hoy en la copa es infinito, porque rezuma emoción. La cariñena es la parte aérea, el transporte hacia esta emoción. La garnacha es la parte terrenal, el amor, la luz “reflejada”.
A Joan Ignasi no le gusta hablar de aromas, ya lo sé. Pero quizás de este vino podemos decir, sin traicionarlo demasiado, que es el Mediterráneo, la luz del atardecer. Es un vino delicado, es nuestro clima, es nuestra forma de hablar y también de hacer canciones. Todos los vinos de Vinyes Domènech son un paisaje. O sea, por tanto, son una maravilla.
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