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El radar suculento

El MNAC estrena un restaurante "donde se coma bien" de la mano de una estrella Michelin

El Absis ofrece una propuesta gastronómica de Albert Raurich, cocinero de Dos Palillos y Dos Pimientos

El cocinero Albert Raurich en el restaurante Absis.
02/04/2025
3 min
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BarcelonaEl Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) ha dado un giro al restaurante, que merece una visita. Se ha asociado con Albert Raurich, el cocinero ex-Bulli que conocemos por sus dos grandes restaurantes, el Dos Palillos y el Dos Pimientos. Y ahora ese tercero, que no va de dos en dos, sino que se llama Absis y se encuentra en una sala que tiene unas vistas privilegiadas de la ciudad de Barcelona.

Anteriormente, en este espacio había habido una propuesta de Fina Puigdevall, de Les Cols, bajo el nombre de Òleum. Después de un tiempo sin gran nombre atrás, ha sido Raurich quien ha diseñado una oferta que pueda agradar al millón de visitantes que recibe cada año el MNAC –¡y atención!–, la mitad de los cuales son catalanes. Sin embargo, no hace falta visitar el museo para comer en este restaurante –aunque disfrutar de la fantástica colección del museo siempre es muy recomendable–, porque el Absis tiene un ascensor propio y se puede acceder directamente desde la calle sin pasar por ninguna sala del museo.

¿Qué encontraremos?

Para Raurich hay una premisa fundamental: "Yo me hice cocinero porque me gusta comer, y lo que quería hacer era que fuera un restaurante donde se coma bien. Aquí lo que encontrará es cocina buena". Dice que no hay filigranas, ni fuegos artificiales, que es un sitio "sin pretensiones". Aquí están cocina catalana, cocina mediterránea y platos de todo tipo, que ejecuta el personal de Vilaplana, la tercera pata de este nuevo proyecto. Vilaplana gestiona los otros espacios de restauración del museo, y estará allí durante cinco años. Raurich lo ha descrito como un "matrimonio de tres".

Tortilla abierta con sobrasada del restaurante Absis.
La sala del restaurante Absis, que tiene un espejo en el techo y unas bonitas vistas de la ciudad.

En el Absis encontrará, para abrir hambre, un plato tan sencillo como extraordinario, el escabeche caliente de aceitunas y uvas. Hay calamares en la romana "de verdad", caballa ahumada con comida blanca (un plato que recuerda al Dos Pimientos, al igual que el vitello tonnato), filetes de sardina con envoltorios de remolacha y pistacho (inspirado en un plato de El Bulli) y mar y montaña de pollo de payés a la catalana con vieiras. Este plato, según Raurich, es un homenaje a un restaurante que recomienda muchísimo y del que ya hablamos en esta sección: Cal Xim, de Sant Pau d'Ordal. Si bien se intentará que sean productos de proximidad, con lo que será más estricto Raurich es que sean de temporada. Esto pesará mucho más que la voluntad de realizar inventos o cocina de vanguardia.

Raurich está tan convencido de la propuesta que sabe que el boca a boca hará el resto. Hay un menú de 35 euros, uno de degustación de 60 que está conformado por medias raciones y permite dar un paseo exhaustivo por el menú, y después la carta. Que convivan estos tres formatos hace que el tique medio pueda ser muy variable, desde unos 40 euros por persona, para arriba.

La sala tiene una luz natural poderosa y un espejo en el techo que aún da más amplitud al espacio. Es, innegablemente, un aliciente para visitar este restaurante que empieza a andar con una nueva propuesta gastronómica y que, en palabras de Raurich, "no es un clavo de un día, sino que queremos que dure muchos años y que sea una relación que vaya creciendo".

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