Un vino para la gente a la que le gusta el vino

Conozco a Ramon Massip y Eulàlia Valls, propietarios del Celler Cairats, porque un día en la tienda de vinos de Valldoreix, el Bebidas, yo probaba el vino que hoy tienen en la copa y ellos estaban allí. Acabamos quedando para comer y, contrariamente a lo que ocurre cuando uno, entre copas, propone encuentros que nunca ocurren, acabamos comiendo. Los vinos que tomamos, por supuesto, son también obra del enólogo Albert Barceló, que no puede tener más talento.

El Cairats Selección de hoy tiene un 60% de cariñena y un 40% de garnacha. Estamos, pues, frente a un coupage clásico. La añada es la 19 y, como decimos hace meses en esta alegre página, es el año de la sequía. Ha pasado unos cuatro meses en acero y de dieciocho a veinte meses en botas usadas de doce años: esto es, usadas unas doce veces. Esto es porque los autores no quieren que la madera "esconda" la fruta. La vainilla, que quizás muchos de ustedes buscan en un vino pasado por madera, no estará. Y, en fin, estamos ante un vino que lleva ya unos años en la botella.

La finca donde hay estas dos uvas tanto de casa es Pins-Vens, en Els Guiamets, junto a Darbós. Son laderas con terrazas de piedra. Y, según la terraza, es más pedregoso o más arenoso. En cualquier caso, prácticamente calcáreo.

"Hago el vino que me gusta hacer"

¿Qué hace nuestra pareja haciendo vino? Los abuelos de él eran campesinos, de huerta y fruta, ya él, el campo siempre le gustó. Pero uno de los abuelos era arrendador y el otro tuvo mala suerte con los números. Nuestro hombre se fue de casa con un hatillo. "Los abuelos murieron sin un palmo de tierra. Hice matemáticas, me dediqué al mundo informático cuando todavía era divertido". Y al final usó los ahorros para comprar la bodega. "Una finca de tintos y una de blancos. En el 2010 empezamos el proyecto. Hago el vino que a mí me gusta hacer, porque para hacer dinero ya hago tarde".

Es un vino gastronómico, que puede ir muy bien con comidas muy diferentes. Tiene taninos suaves y golosos, sabor a regaliz, menta-chocolate, tabaco... De modo que se puede empezar la comida con el vino, con queso, y terminarlo después de un plato contundente, de caza, con el postre de chocolate. Porque lo que decíamos: de menta y chocolate, ya tienes.

"Siempre digo que huimos de las modas, las tendencias, hacemos vinos que quieren estar bien hechos. En este país tenemos cultura del vino de mesa. Cuando alguien dice que quiere hacer «los vinos como los de nuestros abuelos», yo digo: «¡No! ¡Que algunos eran imbivibles! terroir y da lo que da, que es mucho. Se llama Cairats porque la bodega, de la casa más grande del pueblo, es una nave de 1900. Y hay ochenta cuadrados, es decir, vigas. Cuarenta cuadrados por cada agua. No se lo pierdan. Un vino para la gente a la que le gusta el vino.

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