Corpinado

El viticultor del Penedès que ha elaborado su primer espumoso con 2.000 botellas y ha entrado en Corpinnat

Se llama Pep Bages, y la bodega, que está situada dentro de la casa familiar de Gelida, Demost

El viticultor de Gelida Pep Bages, en su bodega Demost, donde acaba de elaborar el primer espumoso, de xarelo cien por cien
29/09/2025
4 min

HelidaEl viticultor de Gelida Pep Bages explica dos novedades de repente: ha sacado al mercado su primer espumoso y ha entrado en Corpinnat después de haber pasado hasta un total de tres auditorías en las que la marca colectiva ha comprobado que el método que utiliza para elaborarlo cumple todas las normativas reglamentarias. Para Corpinnat, Demost, que así se llama la bodega del viticultor, supone incorporar la bodega número decimoséptimo, a la vez que acercarse a las previsiones que la antigua directiva (formada por los elaboradores Ton Mata y Xavi Nadal) anunció, y que la actual (los elaboradores Pere Llopart y Roc Gramona) terminarán el año casi con veinte bodegas Corpinnat. Así pues, la marca de elaboración de espumosos se va ensanchando. Llegarán a la veintena entre finales de 2025 y principios de 2026, y trabajan para que haya un día en el que dejen de contar por las decenas de bodegas que se habrán acogido.

El primer espumoso del viticultor Pep Bages.

Pero volvamos a Gelida. Después de unas curvas sinuosas en la carretera, que dejan atrás a la población, se llega a la casa familiar del viticultor. Es pequeña, discreta, y después de haber atravesado una persiana metálica gris, no imaginas que dentro están las tinas que han permitido a Pep Bages elaborar su único espumoso, el brut Nature Arter.

De juego a profesión

Para contar la historia de todo ello, Pep se remonta a su infancia. "Mi abuelo y papá vendimiaban, y tengo recuerdos de la infancia de echarme encima de la brisa, que estaba caliente, y que a continuación me abuchearan por haberlo hecho", explica. De pequeño era un juego; de mayor, entendió que era una ilusión, y así se lo planteó en serio hace casi veinte años, en el 2006. Así pues, empezó a formarse, y en casa fue haciendo pruebas de espumosos: "En el mismo 2006 hice aplastando las uvas con los pies; en el 2007 me compré una gata. El recorrido formativo ha sido largo, pasando por cursos específicos, también por trabajos en bodegas, como Vins el Cep. En 2011 compró más viñedos. "Me lo tomé en serio, y siempre marcándome un objetivo: hacer mis espumosos", añade Pep.

En 2021, puso nombre al sueño: bodega Demost, porque el origen del espumoso es el zumo de uva, el mosto. "Si optaba por mi apellido, pensé que crearía confusión de orígenes", explica. Y con el nombre elegido hizo el primer espumoso, un monovarietal de xarel·lo, que sale al mercado con una crianza de veinticuatro meses. Si la normativa Corpinnat indica que los espumosos deben tener una mínima de dieciocho meses, el viticultor Pep Bages le ha superado en meses. Puestos a estrenarse en el mercado, ya no acababa de contar unos meses más. En total, el espumoso brut Nature Arter de la bodega Demost tiene 2.165 botellas, provienen de la vendimia del 2023, y se venderá entre 25 y 26 euros. "Tengo miedos e inquietudes, claro, porque me pregunto cómo va a reaccionar el mercado", dice Bages. Tiene la marca registrada, está dentro de Corpinnat (después de haber superado tres auditorías en 2023, 2024 y 2025), y el espumoso llegará a los puntos de venta al público.

El vicepresiciente de Corpinnat, Roc Gramona, y el viticultor Pep Bages, en los viñedos de Gelida.

A su lado, el vicepresidente de Corpinnat, Roc Gramona, dice que la bodega Demost trabajaba con "el espíritu Corpinnat", y que las auditorías no hicieron más que comprobarlo. Es decir, sigue explicando Gramosa, "la bodega Demost lo cumplía todo sin saber que era Corpinnado". La expresión "espíritu Corpinnado" significa en la jerga de los elaboradores de la marca que el viticultor tiene viñedos propios, los vendimia a mano, hace la elaboración integral en bodega (es decir el prensado y la vinificación en la finca) y que hace crianzas mínimas de dieciocho, treinta y sesenta meses. El primer espumoso de Pep tiene veinticuatro, y con el tiempo tendrá que tener otros dos más de crianza.

Para continuar, Gramona subraya que la marca Corpinnat se creó "para transformar el territorio y no para crear una marca privada". Es la frase que también pronunciaba la antigua directiva, y que Gramona la repite una y otra vez, y la ejemplifica con el caso del viticultor Pep Bages. "Es una realidad del Penedès; tenemos viticultores que quieren hacerse su propio espumoso, y no tener que vender su uva. Es una figura relevante, y nos hacen falta más como él, como Pep, que ha empezado de cero", dice Gramona, que añade que en el caso de los espumosos se podría entender la elaboración con los mismos gama, y ​​espumosos que también; en cambio, algunos lo hacen todo en el restaurante, de principio a fin, al igual que hacemos en Corpinnat", señala Roc Gramona.

La marca colectiva Corpinnat acepta en su reglamento que las bodegas pueden comprar uvas en un tanto por ciento concreto, pero entonces debe tener un acuerdo con el propietario del viñedo de tres años de compra, para que el viticultor tenga una seguridad financiera. "La figura del viticultor, que no es elaborador, quisiéramos que lo fuera también, pero debemos reconocerla porque es una realidad del Penedès", concluye el Roc.

Sobre la campaña de vendimia que han terminado, el vicepresidente sostiene que "Corpinnat ha sido el único que ha subido los precios del kilo comprado, que ha sido al menos 0,92 céntimos, a partir del cual cada bodega ha pagado más, pero nunca menos". La marca busca un precio justo, que aporte valor a las uvas, y, al final, a todo el proceso de elaboración. Sin embargo, Gramona reconoce que aún estando lejos de lo que paga la región de la Champaña, que paga alrededor de seis euros el kilo. "Estamos de acuerdo en que estamos lejos de los seis euros, pero somos los únicos en el territorio que hemos doblado el precio de la uva comprada en los últimos años". Y justo lo han hecho en un año en el que "todo el mundo en el Penedès ha bajado precios del kilo de uva comprado", concluye Roc Gramona.

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