Actividades de ocio

¿Quién elige las colonias y los casales de verano?

Se recomienda que sea una decisión consensuada y que las familias tengan en cuenta también los intereses y preferencias de los niños así como su edad

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Niños y niñas en el campus de periodismo del ARA y Fundesplai.

BarcelonaCada vez queda menos para el verano y para las vacaciones escolares, tiempo libre y también de casales y colonias. La oferta cada vez es más amplia y destinada a perfiles muy variados de niños y jóvenes que quieren pasar una parte del período estival disfrutando de actividades y aprendiendo a través de la experiencia. El abanico de propuestas que cada año ofrecen entidades y asociaciones de ocio hace que las familias tengan que tener en cuenta determinados criterios a la hora de elegir. Pero ¿esta decisión debe recaer exclusivamente en las familias? Seguramente, los principales interesados ​​también tienen mucho que decir.

“A la hora de escoger, las familias deben tener en cuenta tanto la edad de los niños como su capacidad para afrontar nuevas experiencias y responsabilidades”, expone Oskar Pujol, gerente de Mou T Serveis i Lleure SL. Por eso, es importante considerar los intereses y preferencias del niño a la hora de elegir, también entre colonias y casales, ya que algunos pueden preferir la aventura y la convivencia de las colonias, mientras que otros pueden estar más cómodos en un entorno más familiar, como el de un casal. Pujol explica que, en este sentido, debe tenerse en cuenta la edad y la madurez del menor, ya que las colonias pueden ser una experiencia más intensa y autónoma, mientras que los casales pueden ofrecer una transición más gradual hacia el autonomía. Asimismo, Pujol argumenta que permitir a los niños participar en la toma de decisiones sobre sus actividades de verano puede ser muy beneficioso. “Será importante proporcionarles información, orientación y apoyo durante este proceso, pero también deben tenerse en cuenta otros factores, como la logística familiar o el coste de la actividad, que pueden no ser compatibles con las necesidades prácticas o las prioridades de los adultos. Habrá que encontrar un equilibrio”.

Por su parte, Susagna Escardíbul, pedagoga del área de innovación y contenidos de Fundesplai, recuerda que, en temas educativos, los niños tienen poco margen de decisión, así que las actividades de verano son una buena oportunidad para que puedan ejercer la capacidad de decir la suya. “Es bueno implicarles desde el principio en la búsqueda y elección de las actividades de verano. No sólo porque será un estímulo, sino también porque participar en este proceso les compromete y les corresponsabiliza con la decisión tomada”.

Preparar al niño

Desde la Fundación Pere Tarrés también apuntan que los criterios para realizar esta elección deben ser compartidos entre las familias, especialmente por cuestiones organizativas, presupuestarias y de intención, pero también hay que escuchar y atender los gustos y los intereses del niño, así como tener en cuenta otros elementos que puedan complementar su educación durante este período. “No me gustaría que una familia inscribiera a su hijo en las colonias de inglés como una especie de castigo porque la asignatura de inglés de la escuela ha ido mal. Sobre todo el niño debe ir a disfrutar”, recalca Albert Riu, director del Servicio Colonias de Vacaciones de la Fundación Pere Tarrés.

Así, en el caso de un niño muy introvertido y que quizás ha pasado un mal año, será necesario que las familias se esfuercen en elegir unas colonias donde también vayan sus amigos u otros niños que conoce y con quien se siente a gusto. En cambio, si se trata de un niño o de un adolescente que tiene ganas de conocer nuevos ambientes y hacer nuevas amistades, se le permitirá que pueda explorar otras actividades en las que no participe su círculo más cercano. Con todo, Riu aboga por que las familias preparen al niño y compartan con él qué hará durante la estancia de colonias, para despertarle la curiosidad y el interés. "Hay que darle un empujón en positivo, ya que quizás el desconocimiento o una experiencia previa no del todo exitosa pueden hacer que se muestre reacio a participar en estas actividades". Sea como fuere, Maisse Negre, adjunta a la dirección de Alba Serveis Educatius, considera que para que padres e hijos se pongan de acuerdo en esta elección de actividades es muy importante desarrollar una escucha activa hacia los niños. “A menudo, detrás de lo que piden hay una necesidad que debemos estar atentos a averiguar”.

Encontrar el equilibrio

“Todas las actividades de verano fomentan los valores, la sociabilidad, la curiosidad, las emociones. Así que cualquier propuesta que elijan seguro que será adecuada”, añade Isabel Ros, presidenta de Punt Sud, entidad de ocio infantil y juvenil que organiza desde hace más de veinte años colonias y casales en la Terra Alta, la Ribera d'Ebre y el Priorato. Ros considera que el principal criterio para elegir estas actividades es que las familias confíen en la entidad y en las personas que se harán cargo de sus hijos.

Coincide Meritxell Esquirol, directora de Xino-Xano Asociación de Ocio, que considera fundamental que las familias se identifiquen plenamente con la entidad organizadora, con su plan docente, con los valores que defiende y con la metodología que trabaja . "En nuestro caso, hacemos que la programación de las actividades que trabajamos a lo largo del año y las de la campaña de verano siempre giren en torno a un eje educativo que sirva para plantear retos a descubrir". Así, la asociación programa actividades para que, además de procurar diversión, sirvan para desahogarse de los ritmos y obligaciones que tanto niños como jóvenes deben cumplir a lo largo del año, y les permitan desarrollar y combinar diferentes habilidades y competencias.

La educación es la base de las actividades de ocio. “La diferencia entre los niños que lo hacen y los que no lo hacen es, fundamentalmente, ésta. Los que no lo hacen se pierden una oportunidad educativa. Entonces, que las entidades tengamos presente esta dimensión es un elemento de calidad”, añade Albert Riu, de la Fundación Pere Tarrés. Y, como dice Maisse Negre, de Alba Serveis Educatius, además de saber qué harán, también es muy importante saber cómo lo harán. “Con esto nos referimos a la interacción entre personas: la forma en que se relacionan con los otros niños y con los monitores, cómo solucionan los desacuerdos, las acciones que hacen, la ayuda que dan a los demás y la que ofrecen, la empatía , la amabilidad, la colaboración, etc.”

“Habría que encontrar el equilibrio entre lo que es recomendable, a nivel pedagógico y psicológico, para cada etapa evolutiva, y lo que va de acuerdo con los intereses de cada niño”, explica Susagna Escardíbul, de Fundesplai. Así, subraya que la actividad elegida deberá estar fundamentada en un proyecto educativo sólido e inclusivo que tenga en cuenta el desarrollo integral del niño, los valores y los aprendizajes. Escardíbulo también expresa que las familias deberían optar por proyectos que se ajusten al ritmo ya los intereses propios de cada edad, y por propuestas que dejen espacio a la participación activa de los niños, que rehuyan la excesiva planificación y la carga excesiva de actividad. “Marchar de colonias implica autonomía y superación en un mundo cada vez más lleno de pantallas y sedentario, en el que el confort ocupa un espacio preferente. Por eso, conviene espolear un poco al niño a vivir la gran experiencia socioeducativa que son las colonias”.

Actividades para todos los gustos

Desde la organización de las primeras colonias, en 1893, hasta ahora, las propuestas de actividades que ofrecen las asociaciones y entidades de ocio han variado mucho, a la vez que se han especializado. Si antes encontrábamos vinculadas con la naturaleza y los idiomas, desde hace unos años han proliferado las temáticas más variadas. Así, no es de extrañar que, como reconoce la Fundación Pere Tarrés, unas de las que tienen más adeptos últimamente sean las colonias dedicadas a la cocina. Pero también las hay vinculadas a los deportes de aventura, las artes, la magia, los mundos surgidos de ficciones literarias, la hípica, la tecnología y el periodismo, como las que organizan el diario ARA y Fundesplai . El campus de introducción al periodismo del ARA se celebrará del 1 al 6 de julio y el de periodismo social del 8 al 13 de julio en el albergue Centro Esplai de El Prat de Llobregat. Ambos son para jóvenes de 11 a 16 años que tendrán la opción de crear un diario digital o conducir un programa de radio.

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