Un examen de selectividad que es cómo entrar en TikTok
Ahora contestarán tres preguntas cortas en un par de frases, el oficio de escribir tiene las horas contadas

Estoy desanimada. Y me sabe mal estarlo porque no hay nada que me haga más feliz que enseñar historia del arte a segundo de bachillerato. Si escogiste esta optativa ya sabe de qué le hablo. Es una materia que te cambia para siempre la mirada e incluso la forma de viajar. A mí incluso me cambió la vida porque, aunque tenía clarísimo que quería ser profesora en secundaria, no tenía claro de qué. Descarté mi idea inicial (filología inglesa) para estudiar historia del arte y hace ya veinte años que cuento la asignatura. Veinte. Pero el nuevo modelo de examen de la selectividad me ha desinflado. Sé que muchos profesores están igual y supongo que en el resto de materias también hay cambios contundentes, pero yo les cuento la mía.
El examen ha cambiado por completo. Que no veo mal que se vayan incorporando cambios, pero, de repente, nos hacen una propuesta que se carga lo que para mí era lo importante: escribir un comentario de una obra de arte. Un comentario libre en el que el alumno redactaba un contexto histórico, una descripción formal y explicaba el significado de una de las obras propuestas. Era un texto largo que debía ser coherente, bien estructurado y con contenido. Resumiendo: la base de todo era escribir bien. Ahora van a contestar tres preguntas cortas en un par de frases. El oficio de escribir tiene las horas contadas.
Dicen que ahora es un examen más competencial y más adaptado a la vida. Competencial lo es y es también como la vida actual. Pasamos de una redacción larga a muchas actividades cortas. Una prueba de que es cómo entrar en TikTok. Muchos temas, todo va rápido, aceleramos, ponemos cosas, que escriban menos, que relacionen más. Así como lo oís, ahora escribirán sobre más temas pero con menos calma. El examen de historia del arte es como un espejo de nuestra vida rápida y calentada en el microondas. Cuando todos sabemos que las cosas que salen bien, son las que se cuecen con muchas horas de horno.
Me disgusta mucho que ya no redacten un comentario largo. Seguramente porque soy una boomer y pienso que leer y escribir es la base de todo. También me preocupa no estar a la altura. No de la selectividad, sino de mis alumnas. Creo que lo decimos muy poco, pero los profesores de secundaria también somos vocacionales y también amamos mucho al alumnado. En mi caso, la mayoría de alumnos que tengo en el aula llevan toda la secundaria en la escuela. Conocí a esta clase en primero de ESO cuando sólo tenían doce años y pillaron una pandemia mundial y un confinamiento. Ahora son los que encaran este cambio, los conejitos de indias de un nuevo modelo y merecen hacerlo bien. Y queremos ayudarles a hacerlo bien. Aunque, en estos momentos, sólo tenemos un único ejemplo del nuevo modelo de examen colgado en el canal universidades.