Adrián Rincón, el primer director de orquesta ciego del Esmuc
El músico de Salamanca se estrena dirigiendo una formación sinfónica en L'Auditori
Barcelona"Es un momento de celebración de un éxito, primero individual, y después un éxito del sistema público de enseñanza, que ha sabido adaptarse para incluir a una persona con ceguera", explica Núria Sempere, directora general de la Escuela Superior de Música de Catalunya (Esmuc). El éxito individual es de Adrián Rincón (Salamanca, 1996), el primer director ciego del Estado que se titula en el Esmuc, y que este miércoles debuta al frente de una orquesta sinfónica en la sala 2 de L'Auditori de Barcelona. "Estar en el Esmuc ha sido una experiencia única", dice Rincón, que mientras estudiaba piano clásico en el Conservatorio de Salamanca sintió "la curiosidad por dirigir, para saber cómo era una partitura para orquesta y cómo hacía los gestos un director".
Decidido a continuar los estudios superiores en el campo de la dirección, se presentó al Conservatorio Superior de Música de Madrid y al Esmuc. "En Madrid me presenté tres veces, pero no me cogieron. En cambio, en el Esmuc entré, porque mi nota me otorgaba la plaza, no por la discapacidad", precisa Rincón, que valora especialmente la ausencia de paternalismo en la enseñanza recibida en un centro que ha sabido hacer una buena adaptación curricular inclusiva y que ha tenido en cuenta las "competencias adquiridas" previamente.
A lo largo de este años de estudio ha tenido un maestro excepcional, el director de orquesta Salvador Brotons. "Ha sido mi maestro, las 24 horas de cada día a mi disposición. Ha hecho cosas que no hace nadie. Salvador Brotons es todo humildad, proximidad y sencillez. Que alguien con este nivel tenga estos gestos no tiene precio. No he tenido nunca a un profesor tan apasionado como él", ha explicado Rincón unos minutos antes del último ensayo antes del debut.
Para Brotons, la experiencia ha sido "un reto y un placer", y destaca que Rincón "tiene una memoria estupenda". De hecho, la memoria es fundamental para que una persona ciega pueda desarrollar el trabajo de director de orquesta. Brotons no estaba 100% seguro al principio. "Había profesores que decían que de ninguna forma un ciego puede ser director de orquesta. Pero estoy muy contento de cómo ha superado todas las trabas. Evidentemente, el contacto visual entre el director y los músicos es muy importante, pero no solo está la vista. También están el gesto y la actitud, que pueden compensar esta limitación", dice Brotons. "Los músicos saben que no veo, y por eso mismo empatizan más y están más atentos a mis gestos. Hay soluciones para todo. Te buscas la vida", añade Rincón.
Para el concierto, Rincón ha elegido un repertorio con Historia de un soldado, de Igor Stravinsky, "una obra difícil que ha trabajado de memoria, y muy poca gente lo puede hacer”, tal como dice Brotons. También dirigirá Puigsoliu, de Joaquim Serra, una obra para copla del compositor catalán que Rincón descubrió cuando empezó en el Esmuc; la ha elegido porque la orquestación es de Brotons, y funciona como dedicatoria explícita al maestro. Además, incluirá un movimiento de la Sinfonía núm. 8 de Dvorák, y una sorpresa final: un bolero escrito por su pareja, la cantante de jazz Loly Ayuma. “Me gusta para dar al concierto un final diferente, sencillo, estiloso y personal”, dice Rincón, que ha hecho los arreglos para orquesta.