La Biblioteca Gabriel García Márquez gana el premio FAD de arquitectura
Recibe el galardón 'ex aequo' con la escuela madrileña Reggio School
BarcelonaDespués de tres años concentrados en la importancia de la vivienda, el premio FAD de arquitectura ha dado un giro y esta tarde ha premiado ex aequo dos edificios innovadores técnicamente y en lo que se refiere al programa: la Biblioteca Gabriel García Márquez, del barrio de Sant Martí de Barcelona, que fue reconocida en agosto como la mejor nueva biblioteca pública del mundo, y la escuela Reggio School de Madrid. El jurado considera que ambos edificios, de los arquitectos Elena Orte, Guillermo Sevillano (SUMA Arquitectura) y Andrés Jaque (Office for Political Innovation), respectivamente, son “obras excelentes, de carácter complementario y representativas de una arquitectura contemporánea de amplio espectro”. En ambos proyectos, los miembros del jurado valoran los procesos de investigación y participación ciudadana como parte del diseño.
La Biblioteca Gabriel García Márquez es un edificio de madera y acero de seis plantas con un fuerte carácter escultórico. El interior está organizado en torno a un gran hueco central que funciona como una “chimenea solar”, es decir, potencia la ventilación natural gracias a la energía solar. Al acoger usos muy diversos, los arquitectos se concentraron en conseguir unos espacios flexibles. En el caso de la escuela Reggio, el punto de partida es que el entorno arquitectónico puede espolear la curiosidad y el espíritu crítico de los niños. Así que el edificio está concebido como “un ecosistema complejo” para estudiantes de distintas edades. De esta forma, en vez de largos pasillos, la escuela es como “un ensamblaje de diferentes climas, situaciones y regulaciones”. Aun así, una y otra tienen elementos en común: el jurado valora que tanto la biblioteca como la escuela, que también ha recibido numerosos galardones, parten de tipologías clásicas del Mediterráneo, como el porche, el patio y la plaza, y quieren ser "una especie de condensadores sociales" que ofrecen "maneras diversas de vivir la arquitectura, respondiendo, de maneras eficientes, a los retos de la sociedad y del tiempo actual".
Más concretamente, de la Biblioteca Gabriel García Márquez el jurado reconoce que los arquitectos han logrado crear “una gran diversidad de espacios y programas”. En cuanto a la Reggio School, que está ubicada en un suburbio madrileño, ponen de relieve que está impregnada de una "alegría expresiva". Por ello, el edificio "difícilmente deja indiferente a nadie e interpela a la sociedad respecto a la importancia de la educación en valores ecológicos, así como en la responsabilidad compartida y la experiencia personal del estudiante".
En la línea de la arquitectura sostenible y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en esta edición de los premios FAD se ha estrenado una categoría, llamada Re-FAD, destinada a reconocer una obra entre los finalistas de las categorías de arquitectura e interiorismo que destaquen en los campos de la rehabilitación, reutilización y regeneración. El primer ganador ha sido Carles Enrich por la renaturalización de la sección de la Rec Comtal en una zona deteriorada del barrio de Vallbona.
Una antigua masía convertida en casa
En la categoría de Interiorismo, la obra ganadora es la transformación del antiguo Cortijo Jamonero, en el municipio de Garciaz (Cáceres), en una vivienda, de los arquitectos Jorge Vidal y Marcos Catalán. En cuanto a Ciudad y Paisaje, ha ganado el premio el proyecto Acondicionamiento de la Vera Portuaria de Porto do Son (A Coruña), de los arquitectos Juan Creus, Covadonga Carrasco, Marcial Rodríguez, Alberto Redondo y José Valladares. Y en la de Intervenciones Efímeras el premio ha sido para la escenografía del espectáculo Twist, del Circo Price de Madrid, del arquitecto Javier Jiménez (Studio Animal).
En la categoría de Internacional el premio también ha sido ex aequo: han ganado la casa Susan's House en San Antonio (Texas), de los arquitectos Xavier Vendrell y Mary English, y The Dark Line (Taiwán), un camino urbanizado para realizar una ruta ecohistórica entre las localidades taiwanesas de Mudan y Sandiaoling Taiwán, de los arquitectos Miquel Batlle y Michèle Orliac y la paisajista Chung Hsun.