Arquitectura

Las chapuzas arquitectónicas de la España democrática

El periodista Andrés Rubio denuncia la deriva urbanística española en el libro 'España fea'

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El Palacio de Congresos de Oviedo, de Santiago Calatrava

BarcelonaMonstruos. Pegotes. Despropósitos El vocabulario para describir las chapuzas arquitectónicas y urbanísticas que hay en todo el Estado es tan amplio como la variedad de los casos, desde complejos vacacionales como Marina d'Or hasta aeropuertos, estaciones de alta velocidad y otras infraestructuras que surgieron como setas durante los años de la burbuja inmobiliaria. Y la fealdad impregna edificios de todo tipos; es incontenible. El periodista Andrés Rubio ha recogido decenas de ejemplos en el libro España fea. El caos urbano, el mayor fracaso de la democracia (Debate). “El arrasamiento del territorio ha sido una catástrofe cultural sin precedentes”, advierte el autor. Andrés Rubio fue el responsable del suplemento de viajes de El País durante veinte años y pudo conocer muchos de los edificios de los que habla de primera mano, así que el libro es el “contrarrelato” de la España bonita que mostraba en el suplemento. “Veíamos esta España fea y algunas veces teníamos que reencuadrar las fotografías para tapar lo que era feo, y no nos pasaba lo mismo con fotografías que nos llegaban de Francia e incluso de Italia, y esto me hizo preguntarme muchas cosas”. 

El rascacielos Intempo en Benidorm

Precisamente, para Rubio la semilla del problema es que durante el franquismo se aplicó el modelo territorial norteamericano en lugar del francés, mucho más sensible, y más adelante los sucesivos presidentes del Gobierno español no tuvieron ni la sensibilidad ni el interés para revertirlo. “España no se afrancesó y el modelo francés era mucho más riguroso y mucho más ideal a la hora de relacionar el territorio con la identidad del país, y esto no se tuvo en cuenta en España y los resultados son catastróficos”, lamenta Rubio, que recuerda como los presidentes socialistas, aparentemente más sensibles que los populares, no lo resolvieron. “Con Felipe González se perdió la oportunidad de revertir el proceso de degradación urbana y paisajística de España”, lamenta Rubio. “Fue incapaz de conseguir que la defensa del interés colectivo se impusiera sobre el interés individual y optó ya en 1983 por la vía neoliberal cuando su gobierno pidió a los ayuntamientos «agilizar las licencias de obras»”. Y de José Luis Rodríguez Zapatero recuerda que “no fue consciente de la calidad del urbanismo como vertebrador de la contemporaneidad, o como distorsionador estructural”. Y en cuanto a Catalunya recuerda como Convergència i Unió, y ERC votaron en 1987 a favor de la supresión de la Corporación Metropolitana de Barcelona, por la cual apostó Pasqual Maragall, al frente del Ayuntamiento de Barcelona, para unificar la planificación urbanística de 26 ciudades alrededor de Barcelona.

Una balearización “infecta”

Los desastres urbanísticos alrededor del taller Miró en Palma

Joan Miró se instaló en Palma a mediados de los años 50 y vio horrorizado como los desastres urbanísticos se sucedían alrededor de sus talleres: la posesión del siglo XVIII Son Boter y el nuevo taller que encargó al arquitecto Josep Lluís Sert, un proceso que calificó de “infecto”.

Otra vez Calatrava

Nadie quiere el excesivo Palacio de Congresos de Oviedo

El nombre de Santiago Calatrava se ha convertido en sinónimo de excesos, promesas incumplidas y derroche. Uno de sus fiascos más sonados, y de los promotores, es el Palacio de Congresos de Oviedo, que también tenía que acoger un centro comercial, unas oficinas y un hotel. Costó 300 millones más que los 76 presupuestados inicialmente y, después de fracasar, el propietario lo sacó a subasta el año pasado por 10,2 millones de euros. No licitó nadie porque se calcula que para rehabilitarlo hacen falta al menos 12 millones de euros.

500 villas arrasadas

Más de la mitad de las villas de San Sebastián han desaparecido

La protección del patrimonio requiere sensibilidad y responsabilidad políticas y conciencia ciudadana. Uno de los casos más sangrientos que recoge Rubio en el libro se ha producido en San Sebastián: desde los años 50 se han destruido 500 de las 950 características villas de veraneo que había en 1950. El presidente de la asociación para la conservación del patrimonio cultural Áncora, el historiador Alberto Fernández d'Arlas, lucha para que se cataloguen al menos 150. 

La Torre Iberdrola

Rascacielos invasivos

Dos torres del arquitecto César Pelli alteran Bilbao y Sevilla

Construir en altura permite ahorrar suelo, pero los rascacielos pueden ser letales para la panorámica de una ciudad. En este sentido, el arquitecto argentino César Pelli (1926-2019) es el autor de dos edificios controvertidos: la Torre Iberdrola, en Bilbao, para querer competir con un edificio tan emblemático como el Museo Guggenheim, de Frank O. Gehry, y la Torre Sevilla, en la misma capital andaluza. “El área de Bilbao está plagada de edificios industriales que primero los están saqueando y después derrumbando, porque la memoria industrial de la ría parece que no encaja con la arcadia foral”, dice el autor. En el caso de la Torre Sevilla, las autoridades permitieron a Pelli y a los promotores saltarse la norma no escrita de mantener la Giralda como el rascacielos más alto de la ciudad. Y se podría producir otro de estos casos en Málaga, donde ya se han organizado movilizaciones para evitar que se construya un hotel de 116 metros de altura en el puerto.

Otro de los rascacielos polémicos está en Benidorm: el edificio Intempo, el residencial más alto de España (198 metros de altura), está coronado con una estructura hortera que recuerda a un diamante y ha levantado polvareda después de que la opinión pública hubiera asimilado el urbanismo en altura de la ciudad como una virtud.

La Torre Sevilla, de César Pelli

Pueblos en la lista roja

Intervenciones patosas arruinan la belleza de los pueblos

Andrés Rubio asegura que muchos de los lugares incluidos en la lista de los pueblos más bonitos de España no cumplirían los 27 requisitos que ponen en Francia para entrar y que son revisados cada seis años. Dos de estos pueblos españoles dudosos son Potes (Cantabria) y Lerma (Burgos). Las intervenciones insensibles han hecho que este pueblo y otros muchos funcionen “por fragmentos” en lugar de ser un “todo orgánico”, como dice Rubio. En cambio, han sido un éxito la conservación de Albarracín (Teruel), Pedraza (Segovia) y Vejer de la Frontera (Cádiz) y la lucha que el poeta y artista César Manrique emprendió para proteger Lanzarote.

La vivienda anodina del rey

La casa de Felipe VI no es un reflejo de la buena arquitectura española

Este año se cumple el vigésimo aniversario de la polémica que levantó el proyecto de la casa de la entonces príncipe de Asturias: en lugar de convocar un concurso o encargarla a uno de los grandes arquitectos españoles, el arquitecto en aquel momento de la casa real, Manuel del Río, proyectó “una construcción banal y vacía de significado”, concluye Rubio.

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