Arte

"Yo quiero ser más vuestro": el legado más político de Tàpies

Una exposición en el Museo de Historia de Cataluña repasa la trayectoria del compromiso social del artista

El cartel conmemortivo del Milenario de Cataluña de Antoni Tàpies (a la derecha) y el grabado preparatorio
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BarcelonaAntoni Tàpies (1923-2012) participó en las cuatro Bienales de Arte de Venecia entre los años 1952 y 1958. Dejó de ir cuando descubrió que las cajas a las que viajaban las obras iban marcadas con el rótulo “Material de propaganda”. En la semilla de su compromiso político estaba la identificación con grandes referentes como Pablo Picasso y Joan Miró. Y desde la Capuchinada de 1966, se despertó su “activismo”, como puede verse en la exposición del Museo de Historia de Cataluña Tàpies. Arte y activismo, desde este miércoles hasta el 2 de febrero.

“Difícilmente encontraremos a un artista tan comprometido política y socialmente”, dice el comisario de la muestra, el historiador y crítico Albert Mercadé. “El Tàpies políticamente comprometido se ha mostrado siempre de forma parcial, y esta es la exposición más completa donde se puede ver el Tàpies más cercano a los movimientos sociales”, subraya. Con la trayectoria de Tàpies se puede repasar la historia reciente de Catalunya, desde la etapa de la revista Dado al Set, la Capuchinada y su vínculo con el PSUC, hasta el Estatut del 2006. También se puede ver cómo se solidarizó con causas internacionales como la lucha contra el apartheid, la guerra de los Balcanes y el ecologismo. “Yo quiero ser más vuestro”, dice Mercadé citando una de las afirmaciones que Tàpies hace en el libroMemoria personal, cuya redacción comenzó unas semanas después de la Capuchinada. "Tàpies pasó a la acción desde la reflexión y la introspección", dice el comisario.

Entre los platos fuertes de la exposición está la pintura 7 de noviembre, proveniente del Parlament de Catalunya, que pudo verse hace algunos meses en la gran retrospectiva del artista en el Museo Reina Sofía de Madrid; el cartel de una exposición en la galería parisina Maeght con la palabra “Asesinos”, con la que Tapies denunció la ejecución de Salvador Puig i Antich; y la sábana con las cuatro barras que pintó para que lo firmaran los asistentes, entre ellos grandes personalidades de la cultura catalana como Joan Fuster, Josep Lluís Sert, Joan Prats y Carles Santos, en una cena en homenaje a Joan Miró en París en 1974, coincidiendo con su gran exposición en el Grand Palais. "Esta sábana va más allá de apoyar a Miró y refleja los grandes valores de democracia, libertad, vanguardia y compromiso que Tàpies reivindicará con su obra a lo largo de los años", explica Mercadé.

Entre los más de 150 trabajos y documentos expuestos, entre dibujos, pinturas, grabados, cartas, películas comoNo cuente con los dedos y otros documentos, hay muchos inéditos, como los grabados en los que se basan muchos de los carteles expuestos y un dibujo que Tàpies regaló a los monjes durante la Capuchinada.

Sea como fuere, el compromiso político de Tàpies no implica que negara la “autonomía” de la obra de arte por no caer en extremos como el realismo socialista que había visto en los años 50 y que abominaba. "Tàpies creía que el compromiso social pasaba por la libertad expresiva que en él creía que tenía la capacidad de despertar conciencias", concluye Mercadé.

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