El cine resucita (y muerde) en Sitges

El festival proyectará 269 películas y recupera las cifras de asistencia previas a la pandemia

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Fotograma de 'Un hombre lobo americano en Londres'

BarcelonaEl Festival de Sitges vuelve a ofrecer su mejor cara. Desde este jueves hasta el 17 de octubre, la cita con el cine fantástico y el terror ofrecerá 269 obras entre largometrajes (169, de los cuales 53 disponibles en la plataforma streaming del festival) y cortos (100), con el feroz hombre lobo como leitmotiv de la edición y con una retrospectiva de cine licántropo. No es una resurrección como tal, porque Sitges salvó por los pelos la edición pandémica anterior, pero sí que es un regreso a una cierta normalidad.

Avala el buen momento del festival una nómina de invitados todavía marcada por la situación pandémica –no hay ninguna estrella de Hollywood– pero tan numerosa y variada como otros años. La cifra de entradas vendidas también lo corrobora: a pesar del aforo máximo al 70%, a tres días de la inauguración se habían vendido 43.130 entradas, muy cerca de las 45.366 vendidas en 2019 en las mismas fechas, cuando el aforo era del 100%. Sitges puede sacar pecho: antes de empezar el festival ya ha vendido 9.000 entradas más que en toda la edición pandémica de 2021.

Fotograma de 'Halloween kills'.

Cabezas de cartel

Son los títulos que todo el mundo quiere ver, las entradas que vuelan primero. Los hits de esta edición incluyen la nueva entrega de una franquicia básica del terror, Halloween kills, segunda parte de la trilogía de David Gordon Green con una Jamie Lee Curtis explosiva retomando su personaje de la mítica Halloween de John Carpenter. También hay ganas de descubrir el terror feminista de Last night in the Soho de Edgar Wright, de quien también se verá el documental The Sparks brothers, complemento perfecto de Anette, y la gamberrada violenta y sinvergüenza que ha rodado el japonés Sion Sono con Nicolas Cage viajando a regañadientes a un reino fantasmal para rescatar a unas chicas; Prisoners of the ghostland, se llama la animalada, y parece hecha a medida para el público de Sitges. El festival se cerrará con un título que promete: The green knight, una aproximación personal a la mitología artúrica del director de la aclamada A ghost story.

Perlas ocultas

Sitges también es el lugar donde descubrir películas que te hacen caer de culo y apuntar el nombre de los autores para seguirles la pista. Entre las candidatas está Censor, que entusiasmó en el último Sundance con su sofisticada historia de censura, asesinatos y cintas de vídeo en la Inglaterra de los 80. The innocents, que indaga en el lado terrorífico de los niños al estilo de ¿Quién puede matar a un niño? de Chicho Ibáñez Serrador, causó sensación en el último Festival de Canes, en el que también se proyectó con éxito Lamb, que en lugar de hombres lobo explora el potencial monstruoso de un niño oveja adoptado por un matrimonio. Y apunten más títulos: The execution para los amantes del thriller de asesinos en serie, Violation para los del género rape & revenge, Hellbender para los del coming of age terrorífico y The scary of sixty-first para los fans del giallo menos purista.

'Last night in the Soho'.

La gran familia de Sitges

"¡Uno de los nuestros!”, repetían los protagonistas de Freaks. También lo exclama el público de Sitges al descubrir a directores como Ben Wheatley, que se metió al festival en el bolsillo con Kill list y Turistes y que ahora presenta In the earth, terror campestre con trasfondo pandémico y desbarrada psicotrópica final. El festival también siente una verdadera devoción por el maestro de los efectos especiales Phil Tippet, padre del Jabba el Hutt de El regreso del Jedi o de los dinosaurios de Parque Jurásico, que llevará a Sitges la pesadilla en stop motion en que ha trabajado los últimos 30 años: Mad god.

Y qué decir del padre del género zombi, George A. Romero, lo más parecido a un hijo predilecto del festival, que este año proyectará una película suya de 1973 que se creía perdida, The amusement park, descubierta y restaurada por la viuda del director. También pasarán por Sitges autores de la casa como el belga Fabrice Du Weltz con Inexorable, el tándem de Alexandre Bustillo y Julien Maury con el terror acuático de The deep house y el israelí Ari Folman con el film animado ¿Dónde está Anne Frank?

Los visitantes

Faltará el habitual visitante hollywoodiense, pero no el obligado visitante de Asia. Mamoru Hosoda, el director de anime más reconocido de su generación y sucesor natural de Hayao Miyazaki, recibirá el Gran Premio de Honor del festival y presentará su último trabajo, Belle, que estrenó en el último Festival de Canes. Los otros premiados caen más cerca. Belén Rueda, scream queen del terror español de la década de los 2000, y el director Carlos Saura, también recogerán el Gran Premio de Honor.

Como en Sitges no faltan premios, precisamente, también subirán al escenario para recoger galardones la actriz Alice Krige, el director Neill Blomkamp (con nueva película bajo el brazo, Demonic), el creador de la serie Channel Cero Nick Antosca y la cineasta Lucile Hadzihalilovic, ganadora moral de la última edición de San Sebastián con la fascinante Earwig, premio especial del jurado. Otros invitados –ya sin premio– serán Ana Lily Amirpour, primera directora que inaugura Sitges, y Lisbeth Salander de la trilogía sueca de Millenium, Noomie Rapace, que hará doblete en el festival con The trip y Lamb.

'Veneciafrenia'.

Fantástico de proximidad

Sitges ofrecerá el estreno mundial de Veneciafrenia, nuevo film del pater del cine fantástico español Álex de la Iglesia. Rodada en Venecia, la cinta enfrenta a un grupo de turistas españoles con la ira asesina de los habitantes de la ciudad, hartos de ver cómo los turistas la degradan. En Venecia precisamente se estrenó Tres, la historia sobre una mujer literalmente desincronizada con el mundo que ha dirigido Juanjo Giménez, nominado al Oscar por Timecode. Otro director catalán, David Casademunt, debutará en Sitges con la producción de Netflix El páramo y Paco Plaza llevará al festival el terror geriátrico de La abuela, que ya se pudo ver en San Sebastián. La sorpresa podría llegar con Y todos ardieron, una historia rural de venganza materna.

Series para no dormir y documentales

Poco a poco, las series se han ido haciendo un pequeño lugar en el festival. Este año son incluso uno de los platos fuertes: Historias para no dormir presentará en el festival los cuatro episodios que han creado Paula Ortiz, Paco Plaza, Rodrigo Cortés y Rodrigo Sorogoyen inspirándose en la mítica serie de Chicho Ibáñez Serrador. Sitges permitirá hacer una tasting de Chucky, la serie basada en la franquicia Muñeco diabólico, y proyectará los dos primeros episodios de La sangre helada, ambientada en un barco ballenero del siglo XIX y protagonizada por Jack O'Connell y Colin Farrell.

La no-ficción también estará presente en el festival, que a pesar de los recelos iniciales ha acabado entregándose al género documental. La mayoría de títulos tienen que ver con el cine fantástico y tocan temas tan diversos como una adaptación al teatro amateur de Alien (Alíen on stage), el director Sergio Corbucci (Django & Django), el falso documental de terror (The found footage phenomenon) y las teorías que afirman que vivimos en una simulación virtual (A glitch in Matrix).

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