El último gran fenómeno del cine catalán
'Casa en llamas', camino de ser la tercera película en versión original catalana más taquillera de los últimos 25 años
BarcelonaEs la noticia cultural del verano en Cataluña, el debate de sobremesa y la pregunta repetida en el trabajo: “Has visto Casa en llamas?”. La comedia de Dani de la Orden ha colonizado la conversación de los catalanes como sólo lo hacen los grandes fenómenos de TV3, las series de Netflix o la vida sentimental de Gerard Piqué. Es lógico: en sólo seis semanas Casa en llamas ha recaudado 1.411.000 euros y se ha convertido en la cuarta película en versión original catalana más taquillera de los últimos 25 años, por delante de títulos como Incerta gloria, Bruc y Verano 1993. Y todo apunta a que en una semana podría superar la cinta animada Copito de nieve y situarse como tercera película del ranking, por detrás sólo deAlcarràs y Pan negro.
En Casa en llamas aún le queda recorrido en taquilla, donde se mantiene cómodamente en el Top 10 español compitiendo de tú a tú con producciones internacionales como Twisters, Kinds of kindness, Un lugar tranquilo: Día 1 o Fly me to the moon. Su comportamiento no es lo habitual en los estrenos: semana tras semana su recaudación cae en porcentajes muy pequeños, y una semana incluso creció un poco gracias al empuje del boca a boca. “Teníamos buenas expectativas, pero no tan buenas. El mantenimiento en el Top 10 de taquilla es extraordinario, fuera de lo normal”, reconoce Toni Carrizosa, productor de la película, que todavía no ve el techo de Casa en llamas. "Aunque irá bajando, puede durar todavía en la cartelera dos o tres meses, incluso cuatro".
No parece probable que la película pueda superar los 2,68 millones que recaudó en el Estado Pan negro, según datos del ICEC (Instituto Catalán de las Empresas Culturales), ni los 2,36 millones de eurosAlcarràs, pero si ceñimos el análisis al mercado catalán el sorpasso parece factible: en Cataluña, Casa en llamas suma ya 177.324 espectadores, no tan lejos de los 249.039 que realizó Pan negro o de los 272.438 deAlcarràs. De hecho, comparada con la de Pan negro y Alcarràs, la taquilla de Casa en llamas está mucho más concentrada en Catalunya, donde ha realizado el 85% de la recaudación. “Si no llegamos a las cifras globales de Pan negro y Alcarràs será porque la película no está funcionando igual fuera de Catalunya –dice Carrizosa–. Pero es que Pan negro recibió un gran empujón en el Estado cuando lo nominaron a los Goya, y después fue la triunfadora de los premios. Y Alcarràs tuvo el empuje desde el principio gracias al Oso de Oro. De hecho, el segundo cine que más dinero recaudó deAlcarràs en todo el Estado es el Renoir Princesa de Madrid. En cambio, en la lista de 10 cines donde mejor ha funcionado Casa en llamas no hay ninguna fuera de Catalunya, y en la lista de 30 mejores sólo hay dos”. El productor dudó hasta el último momento si doblar o no la película al español, pero al final lo hicieron. Hoy, en retrospectiva, cree que podrían haberse ahorrado.
La importancia de una fecha
Acertar el día del estreno de Casa en llamas (el 28 de junio) fue para Carrizosa una de las claves del éxito en taquilla: “Queríamos estrenar a principios de verano, cuando el cine dirigido al público adulto tiene menos competencia, pero también queríamos hacerlo después de Sant Joan, que en Catalunya hace caer mucho la taquilla”. Y eso que estrenar ese día supuso perder el apoyo promocional de A3Media, productores de la película, que aquellos días estarían promocionando Padre no hay más que uno 4. “Nos ofrecieron otras fechas, pero no queríamos estrenar el fin de semana del Primavera Sound o el del Sónar –dice Carrizosa–. Y decidimos concentrar el 100% de nuestra promoción en Catalunya para convertir el estreno en un evento, que hoy en día es lo que hace mover a la gente al cine. A veces es mejor ser un evento local que hacer una campaña media-baja en el Estado, que era lo que podíamos pagar”.
Casa en llamas es la segunda película en versión original catalana con producción del grupo A3Media, que también apoyó Saben aquél. Las televisiones y plataformas privadas están obligadas por ley a destinar un porcentaje de la inversión audiovisual a producciones en lenguas cooficiales del Estado. "Es una oportunidad que debemos aprovechar para normalizar la inversión en el cine en catalán", dice Francisco Vargas, director del ICEC. Aparte de las televisiones, la Generalitat ha puesto en marcha una ayuda especial para producciones en versión original catalana, una bonificación extra que se empezó a conceder en 2021 con un importe máximo de 800.000 euros (la cifra que recibió ese año Casa en llamas) y desde 2022 con un importe máximo de 1,5 millones, que fue exactamente la ayuda de Saben aquél. “Es un esfuerzo importante, pero necesitamos películas en catalán con cierta ambición, y que esa ambición se vea en pantalla –dice Vargas–. No estamos hablando de películas de 7 o 12 millones, sino de unos 3 millones, es decir, proyectos que deberían ser normales en nuestro mercado”.
Buenas expectativas para la VOCat
La apuesta del ICEC acaba de dar los primeros frutos: el año pasado, Saben aquél elevó la cifra de espectadores de versión original catalana (VOCat) a los 133.893, la tercera más alta de la última década; y este 2024 la cifra también debería crecer, y no sólo gracias a Casa en llamas, sino porque al final del verano se estrenará El 47, la película protagonizada por Eduard Fernández sobre la lucha de los vecinos de Torre Baró por hacer llegar el servicio de autobús al barrio. El 47, dirigida por Marcel Barrena (Mediterráneo), se llevó 1,5 millones de euros de bonificación del ICEC para la modalidad de “proyectos con vocación de mercado”; es decir, con un presupuesto total de al menos 2,7 millones.
La estrategia no es completamente nueva, sino que reanuda la política de ayudas extraordinarias para películas en catalán con vocación comercial que puso en práctica Joan Manuel Tresserras como consejero de Cultura del tripartito. Su apuesta cristalizó en dos años mágicos para el cine en catalán en el que películas como Bruco (2010), Héroes (2010), Eva (2011) y, sobre todo, Pan negro (2010) elevaron el número de espectadores de versión original catalana a 419.739 en 2010 ya 314.009 en 2011, cifras que no volverían a repetirse hasta 2022, cuando el tsunami Alcarràs elevó el número de espectadores a los 354.254. El objetivo, por tanto, es evitar que la versión original dependa de la película fenómeno de turno, ya que la flauta no suena cada año.
La pregunta, sin embargo, es si el éxito de Casa en llamas y Saben aquél tendrá continuidad y los próximos estrenos en catalán reforzados con la subvención extraordinaria aprovecharán este músculo económico para llenar los cines. La primera prueba de fuego llegará el 6 de septiembre cuando se estrene El 47, pero hay más títulos por venir; por ejemplo, Wolfgang, basada en la novela juvenil homónima de Laia Aguilar sobre un niño de once años apasionado por la música y con altas capacidades. Wolfgang (1,2 millones de bonificación), que tendrá producción de Mediaset, será la primera película en catalán del director Javier Ruiz Caldera (Viladecans, 1976), que le ha rodado este verano con Miki Esparbé y el joven Jordi Catalán como protagonistas, y Àngels Gonyalons, Anna Castillo y Berto Romero entre los secundarios. Más adelante llegarán Mallorca confidencial (1,2 millones), uno thriller de David Ilundain (Uno para todos) sobre el tráfico de drogas en un poblado chabolista de Mallorca; el drama histórico de Judith Colell Frontera (1,5 millones), sobre la llegada de judíos a la frontera entre Francia y Vall d'Aran durante la Segunda Guerra Mundial; y la cinta de acción basada en hechos reales Infierno helado (1,5 millones), adaptación a la ficción del premiado documental Balandrau, infierno helado (2021).