'Oppenheimer' triunfa en unos Oscar sin premio catalán

JA Bayona y 'Robot dreams' se quedan sin estatuilla en la gran noche de Christopher Nolan

7 min

BarcelonaLos Oscar han sonreído finalmente Christopher Nolan. El director británico ha sido el gran triunfador de la noche y se ha llevado el premio al mejor director y el de mejor película por Oppenheimer, el biopic del padre de la bomba atómica, que ha sumado en total siete estatuillas que incluyen también las de mejor actor (Cillian Murphy), actor secundario (Robert Downey Jr.), montaje, fotografía y banda sonora. Un rotundo éxito que culmina la carrera del director que con mayor tenacidad ha reivindicado la autoría en el contexto del cine-espectáculo del Hollywood moderno.

El triunfo deOppenheimer en los Oscar se empezó a forjar hace quince años, cuando la segunda y aclamada entrega de la trilogía de Batman de Christopher Nolan, El caballero oscuro (2008) no logró la nominación a mejor película a los Oscar –en beneficio del drama sobre el Holocausto The reader–. La baja audiencia de la gala hizo que la Academia tomara nota: para recuperar la conexión con el público había que nominar películas como El caballero oscuro, tremendamente populares y con prestigio crítico. Y por eso al año siguiente reformularon las reglas de los Oscar para ampliar el número de nominados en la categoría de mejor película. Dicho y hecho: el siguiente trabajo de Nolan, Origen (2010), estuvo nominado a mejor película.

Christopher Nolan con su Oscar por la dirección de 'Oppenheimer' EFE

Con las nominaciones y el triunfo denOppenheimer, los Oscars tienen lo que buscaban: premiar un gran éxito de taquilla y transmitir la ilusión de que la Academia está en sintonía con los gustos del público. No en vano hacía más de dos décadas, desde el triunfo deEl señor de los anillos: el regreso del rey (2004), que Oscar a la mejor película no era para un filme con una taquilla de cerca de 1.000 millones (el de Nolan ya suma más de 900). Los Oscars en Oppenheimer, así pues, no son sólo un reconocimiento a la calidad de la película, sino un gesto para recuperar la relevancia social y cultural de unos premios que llevan tiempo mirando al futuro con preocupación.

Emma Stone, segundo Oscar a la mejor actriz

La victoria contundente de Oppenheimer, sin embargo, ha dejado espacio para que brillaran otros títulos como Pobres criaturas, la fábula de Yorgos Lanthimos sobre la emancipación de una mujer con el cerebro de un bebé, que se ha llevado cuatro Oscar: mejor maquillaje y peluquería (imponiéndolo a los catalanes David Martí, Montse Ribé y Ana López-Puigcerver , nominados por La sociedad de la nieve), dirección de arte, vestuario y mejor actriz, que ha recogido una Emma Stone emocionada y pletórica: es el segundo Oscar que gana esta actriz de 35 años, el alma y el corazón que hace latir Pobres criaturas. El anterior fue por La La Land (2016).

Entre el resto de premios interpretativos destaca, 31 años después de la primera nominación por Chaplin, la victoria de Robert Downey Jr. Con el Oscar como mejor secundario por Oppenheimer, un buen trabajo pero seguramente no su mejor papel, el actor completa uno de esos arcos de redención que tanto gustan en Estados Unidos: de joven promesa con un gran talento a juguete roto de Hollywood (drogas, detenciones), después superestrella global gracias a Marvel y, por último, actor de prestigio con el sello de los Oscar. Sin perder nunca el sentido del humor, ha dedicado el premio, entre otros, a su abogado "durante 40 años": "La mitad de los cuales los ha pasado intentando que me cubriera el seguro y pagándome la fianza ". Y el único premio de Los que se quedan fue el Oscar a la mejor actriz secundaria de una Da'Vine Joy Randolph que, emocionada, agradeció a su profesora de interpretación que se hubiera fijado "en la única chica negra de la clase".

Premios para Miyazaki, Triet y Godzilla

Pese al triunfo esperado de Oppenheimer, ha sido una noche llena de sorpresas. Hayao Miyazaki (ausente en la gala) ha ganado con El chico y la garza su segundo Oscar a mejor película animada –el primero fue por El viaje de Chihiro (2001)–; se ha impuesto tanto a la producción catalana Robot dreams como a la favorita Spiderman: cruzando el multiverso. También han sido inesperados el premio a mejor guión adaptado para American fiction, la comedia satírica sobre la cultura woke y la apropiación cultural basada en un libro de Percival Everett, y el Oscar a mejor guión original de Anatomía de una caída, el drama judicial de Justine Triet que, pese a ganar la Palma de Oro en Cannes, los académicos franceses no escogieron como su representante al Oscar, quizás como castigo por las críticas al gobierno de Macron que hizo Triet al recibir la Palma de Oro.

Los pronósticos también han quedado en nada con el Oscar a los mejores efectos especiales para la película que tiene, con diferencia, un presupuesto más bajo de las nominadas, la japonesa Godzilla minus one, la última y espectacular entrega de la franquicia cinematográfica más antigua aún en activo. El premio a Godzilla minus one y los de Anatomía de una caída y El chico y la garza confirman también la creciente influencia que tienen los miembros internacionales de la Academia: los Oscar han dejado de ser un territorio prácticamente vedado para el cine no anglosajón.

Glazer acaba con el sueño de Bayona

No ha habido sorpresas, en cambio, en lo que se refiere al Oscar al mejor filme internacional. La zona de interés de Jonathan Glazer se impuso a La sociedad de la nieve de JA Bayona, y el director británico ha hecho uno de los pocos alegatos políticos de la noche, rechazando que "el judaísmo y el Holocausto sean secuestrados por una ocupación que ha acabado con tantas vidas inocentes", y ha trazado una línea directa entre "la deshumanización” de Auschwitz y la de las víctimas “del ataque del 7 de octubre a Israel y de los ataques actuales a Gaza”. El otro momento político de la gala ha sido el del premio en el documental sobre la invasión rusa en Ucrania, 20 días en Mariupol. “Es el primer Oscar en la historia de Ucrania, y estoy muy agradecido –dijo el director Mstyslav Chernov–, pero seguramente soy el primer director en decir que ojalá no hubiera hecho esta película. Ojalá pudiera cambiar estos premios por que Rusia no hubiera atacado a mi país, que no hubiera matado a 10.000 compatriotas”.

Barbie ha sido una de las derrotadas de la noche y sólo se ha llevado el Oscar que tenía en el bolsillo: el de mejor canción original para la What was I made for de Billie Eilish, que a los 22 años suma ya su segundo Oscar tras el que recibió en el 2022 por No time to die, de la película homónima de la saga James Bond. Ryan Gosling no ha ganado el premio como mejor actor secundario ni el de mejor canción por I'm just Ken, pero su interpretación del tema en la gala ha sido uno de los grandes momentos de la noche. Arrancando la canción desde el patio de butacas, la actuación de Gosling ha tenido el sentido del espectáculo, la confianza fanfarrona y el punto chabacano (el solo de guitarra de Slash!) que se espera de una gala de los Oscar. No es de extrañar que cuando Emma Stone ha subido a recoger su Oscar lo primero que haya exclamado haya sido: “Se me ha roto el vestido. Y estoy segura de que fue durante I'm just Ken”.

La gala más ágil

“Esta es una noche llena de talento y potencial, pero también lo era Madame Web...”, ironizó Jimmy Kimmel al principio de su monólogo. En su cuarta gala, el presentador no ha arriesgado: elogios a Greta Gerwig y Margot Robbie, chistes sobre la larga duración de Los asesinos de la luna, el perro de Anatomía de una caída (“No había visto un actor francés comer y vomitar así desde Gérard Depardieu”) o la huelga de los actores (“Ya no tiene que preocuparte de que les sustituyan por una inteligencia artificial, sólo por actores más jóvenes”).

Kimmel sólo tensó la cuerda cuando bromeó con Robert Downey Jr sobre sus antiguos problemas con las drogas y cuando se refirió a la doble nominación, cinco décadas después, de los dos actores de Taxi Driver, Jodie Foster y Robert DeNiro: “En 1976 Jodie Foster era suficientemente joven para ser la hija de Robert DeNiro, y ahora es veinte años demasiado mayor para ser su novia”. Armado de un humor casi siempre amable (“Wes Anderson no ha podido venir porque está en casa construyendo un diorama de polaroids”, ha dicho cuando el director no ha recogido el Oscar al mejor corto), Kimmel ha marcado un ritmo ágil en una de las galas más cortas de los últimos años (3 horas y 23 minutos), e incluso ha tenido tiempo ( y reflejos) para leer en directo la crítica feroz que le acababa de dedicar “un antiguo presidente de Estados Unidos, ¿adivinen cuál?”.

Lista completa de ganadores en los Oscar 2024:

[Los títulos de las películas son los del estreno en los cines catalanes; las películas dobladas o subtituladas en catalán disponibles en las plataformas aparecen con el título en catalán.]