Cine

San Sebastián recuerda la violencia de ETA y se indigna por el genocidio palestino

Agustín Díaz Yanes presenta el 'thriller' 'Un fantasma en la batalla' en la jornada más reivindicativa del Festival

El actor palestino Motaz Malhees y la actriz palestina Saja Kilani en el Festival de Cine de San Sebastián.
24/09/2025
4 min

Enviado especial a San SebastiánEn el barrio histórico de San Sebastián (Alde Zaharra o Lo Viejo, como se conoce) se encuentra el restaurante La Cepa, donde es fácil que los periodistas acreditados en el Festival de San Sebastián hayamos cenado alguna vez porque se come bien, tiene una buena relación calidad/precio y no está lejos del Teatro Principal, donde se realizan las proyecciones de prensa. Pero seguro que más de uno ha descubierto este miércoles en la proyección deUn fantasma en la batalla que La Cepa es también donde comía en 1995 el concejal del Ayuntamiento de San Sebastián Gregorio Ordóñez cuando ETA le asesinó de un disparo en la cabeza en 1995.

ETA ya no mata –sólo en el cine–, pero las heridas de los años de terrorismo están a plena luz del día, y la thriller de Agustín Díaz Yanes, pero también del documental Argo(h)izan: Torturaz argi hitz egiten, tortura argizan (Hablando claro sobre la tortura, aclarando la tortura), que recoge los testigos de una treintena de víctimas de torturas policiales en la comarca navarra de Sakana entre 1966 y 2011, e incluso de un corto documental sobre la muerte de Ordónez producido por El Diario Vasco, una cabecera del Grupo Vocento.

El asesinato de Ordóñez es, precisamente, una de las primeras escenas deUn fantasma en la batalla, una película que hace inevitable la comparación con la reciente La infiltrada, ya que también relata la infiltración en la organización de ETA de una agente de policía, interpretada en el filme por Susana Abaitua. Las diferencias son, de hecho, mínimas: la película de Díaz Yanes tiene una vocación más panorámica sobre el conflicto vasco y el personaje de Abaitua –en un estilo interpretativo menos expresivo que el de Carolina Yuste en La infiltrada– no está basado en alguien real, sino que es una ficción creada a partir de varios agentes infiltrados. Ahora las dos películas abordan el conflicto vasco con las mismas herramientas: los códigos narrativos del género policiaco –incluido el dibujo exagerado de algún personaje en clave de buenos y malos– y una sensibilidad ideológica muy cercana a la del relato del nacionalismo español, pese a algún apunte sobre las torturas en el cuartel de Intxaurrondo que no se desarrolla.

El equipo de 'Un fantasma en la batalla' en San Sebastián: los actores Raúl Arévalo y Susana Abaitua, el director Agustín Díaz Yanes y los actores Andrés Gertrúdix, Iraia Elias y Ariadna Gil.

Son tan parecidos, de hecho, que cuesta entender por qué el año pasado el Festival no quiso programar La infiltrada, que acabó ganando el Goya a la mejor película –ex aequo con El 47–, y ahora, en cambio, proyecta en la sección oficial (fuera de competición) Un fantasma en la batalla, que no presenta valores cinematográficos que la hagan mejor. No es que el certamen vasco haya evitado el tema en los últimos años: ahí se estrenaron el documental de Julio Médem La pelota vasca (2003) y la entrevista de Jordi Évole a Josu Ternera No me llamo ternera (2023), pero también la comedia Fe de etarras (2017) y el drama Lasa y zabala (2014), sobre el secuestro, tortura y asesinato de dos miembros de ETA.

Un clamor contra el genocidio

El otro foco de la jornada estaba en la sección paralela Perlas, donde se ha estrenado el desgarrador drama La voz de Hind (The voice of Hind Rajab). El filme, premiado en el Festival de Venecia, recrea casi en tiempo real la hora y media de máxima tensión y dolor que se vivió en enero de 2024 en el centro donde los voluntarios de la Media Luna Roja respondían la llamada desde Gaza de una niña de seis años tiroteada por el ejército israelí, que primero asesinó a los tíos y primos que la niña y los trabajadores-.

Tras la proyección de gala del filme, dos de los intérpretes palestinos de la película, Motaz Malhees y Saja Kilani, han encabezado una manifestación en apoyo de Gaza acompañados de refugiados palestinos y de cineastas como Isaki Lacuesta y Julio Medem. Miles de personas se han ido por las calles de San Sebastián durante cerca de una hora, con gritos de "No es una guerra, es un genocidio", "Boicot en Israel" y "Palestina askatu (Palestina libre)". Convocada por varias entidades del mundo del cine, en la marcha se ha podido ver al ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, y al director del Festival de San Sebastián, José Luis Rebordinos, pero también a actores como Arturo Valls, el músico y director Fermin Muguruza y el director José Luis Guerin, que este jueves estrena.

Motaz Malhees, un dels actors de LA VOZ DE HIND, agraint el suport a Palestina dels manifestants que s’han congregat a la sortida de la projecció al Festival de Sant Sebastià.

[image or embed]

— Xavi Serra (@xaviserra.bsky.social) 24 de septiembre de 2025, 19:04

"No pare, no se canse, no se rinda", exhortó al término de la marcha Mohammed Farahjallah, un palestino afincado en el País Vasco. "Gracias a todos los que han hablado de ese genocidio y han pedido justicia para Palestina. Cada palabra importa, cada voz importa", añadió. El acto se ha cerrado con la lectura colectiva a cargo de actores y directores -Alberto San Juan, Isaki Lacuesta e Itziar Atienza, entre otros- de un manifiesto del sector del cine que denuncia que "la Hind no murió sólo por una explosión, sino por la indiferencia de la comunidad internacional" y termina con un llamamiento urgente a la acción a los gobiernos " actúen y tomen decisiones [...], porque a Gaza ya no le queda más tiempo".

Manifestación propalestina en San Sebastián, coincidiendo con el Festival de Cine.
stats