Galardones culturales

Collboni pide a la cultura que haga la revolución contra "un mar de fondo reaccionario"

Se entregan los premios Ciutat de Barcelona 2024 a artistas como Maria Rodríguez Soto, Victoria Szpunberg, Xavier Pla y Tarta Relena

Foto de familia con los premios Ciutat de Barcelona 2024.
12/03/2025
3 min

BarcelonaEn tiempos de pandemia la cultura fue refugio. Y en tiempos oscuros como los que se acercan, todas las voces vuelven a girarse hacia los artistas para que sirvan de faro, de luz al final del túnel. "Nos encontramos en un mar de fondo reaccionario al que debemos plantar cara -decía el alcalde Jaume Collboni, este miércoles en la entrega de los premios Ciutat de Barcelona- porque el camino del progreso es el de la cultura, la democracia y la protección de los derechos que entre todos hemos conquistado". Los premiados en las trece categorías culturales son "los que marcan el rumbo" de la ciudad, por lo que el alcalde les pedía "hacer la revolución contra la reacción".

Los premiados, escogidos por jurados sectoriales independientes, han hecho gala justamente de su libertad y del compromiso cultural porque han ido salpicando la gala de demandas, reivindicaciones y también reproches. La actriz Maria Rodríguez Soto, premiada por Mamífera y Casa en llamas, celebraba recibir el premio de la ciudad que acogió a sus abuelos y les dio una oportunidad, una ciudad, sin embargo, que se ha transformado y en la que "espacios como la Antigua Massana ya no tienen lugar": "Hemos pasado de acoger a los abuelos a expulsar a los nietos, algo hemos dejado de hacer bien", decía. Las premiadas en música Tarta Relena han denunciado "los riesgos" y la precariedad con la que deben trabajar a menudo en el sector cultural -entre otras cosas, "con una baja de maternidad anecdótica", decían-. La Coordinadora de Colles Geganteres, premiadas en cultura popular, han pedido un "apoyo firme, estructural y justo a los grupos, que sufren graves diferencias de ayudas según el distrito". Los primeros galardonados en cultura digital (una categoría de estreno, como la de diseño y moda), el colectivo Taller Estampa, que investiga sobre los usos de la IA, lamentaba que la administración "pierda el culo por ser los más innovadores" pero sin ninguna profundidad: "No se trata de llenar las escuelas de pantallas sino las dotarlas para dotarlas. -se del frío y otra que sirve para preguntarse por qué hace frío”.

"Gracias, Barcelona"

El escritor Xavier Pla, premiado por la biografía sobre Josep Pla, celebraba haber ido "a hombros de un gigante" e invitaba a releer al autor ampurdanés porque, como decía Salvador Espriu, "es inyectarse penicilina mental". Cristina Massanés ha defendido la lengua y ha agradecido que "de forma imprevisible la literatura pueda tener un retorno económico", en referencia a la dotación de 9.500 euros por cada premiado. Gabriela Wiener agradecía al jurado "haber apostado por la diversidad -por una sudaca" que emigró a Barcelona hace veinte años, donde se convirtió en madre y escritora– y pedía al Partido Socialista que aprobara la ILP para regularizar a 500.000 extranjeros sin papeles. La dramaturga Victoria Szpunberg también recordaba que su familia llegó a Barcelona en 1977 "huyendo de una, encia y lucha", decía. Ella tenía cuatro años y sintió siempre "palabras épicas, dramáticas, melancólicas, violentas" que esta noche se fusionaban con palabras de agradecimiento: "gracias, Barcelona, ​​la ciudad que nos acogió, donde ha nacido mi hija, en el que ha podido desarrollar la carrera teatral". las dramaturgias complejas, de mediación, a menudo con colectivos invisibilizados, como los educadores sociales que ayer se manifestaban a las puertas del Salón de Cent, en la plaza Sant Jaume, para reclamar mejores condiciones laborales y mayor seguridad. El Àliga de Barcelona cerraba una ceremonia de dos horas en la que se ha dado voz a todos los galardonados y al extraordinario talento de la cantante mallorquina Maria Hein.

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