Detenidos en París dos sospechosos del robo del Louvre

La policía judicial francesa ha detenido a dos hombres a los que considera sospechosos de haber participado en el robo del Museo del Louvre. Según ha informado la Fiscalía, al menos uno de los dos sospechosos fue detenido el sábado en el aeropuerto Charles de Gaulle cuando intentaba tomar un vuelo con destino a Argelia. El otro sospechoso fue detenido en el departamento de Sena Saint-Denis, en el norte de París. Ambos hombres, que se encuentran bajo custodia policial, tienen antecedentes por robos. La policía les acusa de "robo organizado" y "asociación para delinquir". Los cuerpos policiales siguen buscando a los otros dos hombres que participaron en el robo. Según la policía francesa, en la investigación del robo participan un centenar de personas.

La Fiscalía francesa ha confirmado las detenciones de los sospechosos, pero ha lamentado que algunos medios, como Le Parisien, hayan divulgado la información "apresuradamente" porque podría perjudicar la investigación. "Lamento profundamente la divulgación de estos datos por parte de gente en el caso de la información que no ha tenido en consideración la investigación", ha explicado la fiscal Laure Beccuau en un comunicado.

El audaz robo del Louvre, que sorprendió al mundo y dejó a Francia consternada, tuvo lugar el pasado domingo, cuando un grupo de hombres utilizaron una grúa mecánica para acceder a la galería donde están expuestas las joyas reales. Dos hombres subieron al balcón, rompieron un cristal normal con una radial para abrir una puerta y accedieron a la galería, que ya estaba abierta al público. Una vez dentro, cortaron los cristales de los expositores y tomaron varias joyas. Dos guardas de seguridad llegaron a la galería cuando oyeron las alarmas, pero no se acercaron a los ladrones, que se fueron por la misma escalera. Abajo les esperaban otros dos hombres, y los cuatro huyeron en motocicletas, en plena luz del día. Todo esto duró siete minutos. El valor de las joyas se calcula en 88 millones de euros.

El robo ha sido un duro golpe en una Francia sitiada por el inmovilismo político y un déficit galopante. "Lo ocurrido el domingo no es un incidente banal. Es un ataque grave a nuestro patrimonio histórico y una herida para todo el país, porque el Louvre es el escaparate de la cultura francesa", explicaba ante los diputados la ministra de Cultura. Esto explica los ingentes recursos que el estado ha puesto para localizar a los autores del robo, con numerosos cuerpos de policía y decenas de agentes implicados.

Desde un primer momento la policía se mostró optimista. Aunque no se dieron datos, los responsables de la investigación consideraban que muestras de ADN recogidas y algunos objetos que los ladrones dejaron atrás les permitirían seguir la pista. Había, además, las cámaras de las calles por las que huyeron. La fiscal Beccuau detalló el jueves que se habían tomado "ciento cincuenta muestras de ADN y huellas dactilares", y que los ladrones no habían tenido tiempo de prender fuego a la grúa, que también pudo ser examinada por los investigadores.

A pesar de las detenciones, existe preocupación sobre el estado de las obras robadas. Al tratarse de piezas muy conocidas, las posibilidades de venderlas en el mercado negro son escasas, lo que podría forzar a los ladrones a desmontarlas ya vender las piezas por separado. Por el momento se desconoce si la policía ha podido recuperar las joyas. Dos de los implicados todavía no se han encontrado.