Música

"Dentro de veinte años les veremos pidiendo perdón por lo que hicieron en Palestina"

El apoyo a Palestina es una constante en muchos conciertos de este verano, de artistas como Fontaines DC, Residente, Fermin Muguruza, Kneecap y Mushkaa

Barcelona"Lo que está pasando en Gaza es un abuso. Ahora mismo están matando gente. En veinte años les veremos en los documentales pidiendo perdón por lo que hicieron. Los queremos presos, a todos los que colaboran. Palestina ganará!", exclamó el músico puertorriqueño Residente durante el concierto del 14 de julio en el Poble '. Fue justo antes de interpretar Guerra, una canción que dice que "la guerra es más débil que fuerte, no aguanta la vida, y por eso se esconde en la muerte". Entre el público se veían unas cuantas banderas palestinas. El propio Residente llevó una al cuello. Antes, en medio de un inicio de concierto espectacular y frenético con media docena de canciones de Calle 13, recordó que tiene un amigo, un músico palestino de Gaza, con el que ha estado en contacto en los últimos meses. Acto seguido anunció que ese amigo estaba en Barcelona, ​​y le invitó a subir al escenario. El público reaccionó con una ovación, tan intensa como la que resonó al final del concierto con Vamos a llevarnos mal.

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Residente ya había hablado de Palestina en la actuación en el Palau Sant Jordi de septiembre de 2024, tal y como consignó Berta Coll en el ARA. Pero la forma en que lo hace ahora es diferente, más indignada y desesperada todavía, y ha coincidido con la decisión de renunciar a actuar en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) y en el Festival Morriña de A Coruña, ambos propiedad del fondo estadounidense proisraelí KKR, el mismo que forma parte del accionariado del Sónar. "No puedo participar, ni un segundo, en nada relacionado con esta tragedia, por muy indirectamente que sea", explicó Residente. El dúo La Élite, de Tàrrega, fue el primero en retirarse del cartel del FIB. Luego lo han hecho otros artistas como Mushkaa, Judeline, Califato ¾ y Samantha Hudson. El caso de Mushkaa es especialmente importante porque la cantante de Vilassar de Mar sí actuó en el Sónar, a diferencia de otros artistas que se desmarcaron. "Me encontré en una situación parecida en el Sónar y en ese momento pensaba que el boicot no era la única manera de hacer activismo y que quizás desde dentro podríamos cambiar ciertas cosas", explica Mushkaa, que en el Sónar hizo llamadas para que KKR "sacara las manos" del festival. "Hoy siento que cometí un error y mi opinión es que el boicot es la única herramienta real de cambio contra el genocidio. No quiero ser cómplice de los fondos de inversión que hacen de la cultura un negocio para subvencionar el genocidio contra Palestina", añade.

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Las banderas palestinas y los mensajes de apoyo al pueblo palestino son una constante en muchos conciertos desde hace más de un año. "Es una barbaridad lo que está pasando en Gaza. Tenemos que detener esta masacre. ¡Viva Palestina libre!", dijo. Manolo García durante un concierto pletórico en el Palau Sant Jordi en mayo del 2024. Unas semanas después, el grupo irlandés Lankum y el grupo vasco Lisabö dejaron bien claro su posicionamiento en el Primavera Sound: Lisabö con una bandera palestina ocupando todo el fondo del escenario; Lankum enviando "afecto y solidaridad al pueblo palestino", unas palabras ovacionadas por el público. "Gracias, muchas gracias. Dijimos lo mismo en Alemania y no obtuvimos la misma reacción", confesaron los irlandeses, que reforzaron el apoyo en el concierto que dieron en la Sala Apolo en septiembre.

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También de Irlanda, concretamente del norte de Irlanda, es el trío Kneecap, vetado por la BBC e investigado por la Fiscalía británica por denunciar las acciones del ejército israelí y porque uno de sus miembros mostró una bandera de Hezbollah en un concierto. "Protestar no es terrorismo", decían dos pancartas escritas en irlandés y catalán colgadas en la Sala Apolo el 8 de junio. La actuación comenzó con dos mensajes: "Palestina libre", que el público llamó repetidamente durante el concierto, e "Israel comete un genocidio". Unos días antes, en el Primavera Sound, otro grupo irlandés, Fontaines DC proyectó los mismos mensajes; el apoyo a Palestina también lo manifestaron el grupo inglés Idles y el barcelonés Tetas Frías, entre otros.

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En el Canet Rock se desplegó una pancarta en la que se leía "Canet Rock por la paz". El llamamiento antibelicista más o menos conectado explícitamente con Palestina ha sido una constante en conciertos de todo tipo, como el de Miguel Bosé en el Palau Sant Jordi. Uno de los más explícitos ha sido Fermin Muguruza, implicado en el pueblo palestino desde hace décadas. Tanto en el concierto en el Palau Sant Jordi de enero como en la actuación en el festival Cruïlla, su equipo repartió banderas palestinas (y libanesas en el reverso) para mostrarlas cuando interpretara Yalah, yalah, Ramala!, una canción del 2006. En el mismo festival, Santi Balmes, de Love of Lesbian, espetó a un elocuente "Netanyahu, cabrón", que quién sabe si llegará nunca al primer ministro israelí.

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La incomodidad del Sónar

Palestina fue el invitado inesperado en el Sónar. Una treintena de artistas, entre ellos Arca, cancelaron la actuación. Otros artistas, como Maria Arnal, Alizzz y Mushkaa, no se sumaron al boicot, pero sí quisieron mostrar la solidaridad con el pueblo palestino al tiempo que denunciaban que el fondo KKR fuera propietario del Sónar. La situación era siquiera incómoda y se intentó que los partidarios del boicot y los no partidarios coincidieran a la hora de mostrar la solidaridad con la población de Gaza. Incluso lo hizo la dirección del festival.

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