Joan Fontcuberta: "El alarmismo por la inteligencia artificial me parece totalmente infundado"

BarcelonaAl fotógrafo Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) le fascina crear imágenes con un carácter ilusionista: representó cielos estrellados con una imagen de un cristal delantero de un coche salpicada de polvo y creó distintas especies de plantas y flores con objetos industriales. Es curioso ver cómo, después de éstos fakes artesanales, Fontcuberta siguió haciéndolos con herramientas informáticas, como fue el caso de unos paisajes generados con un software militar.

Ahora sigue sacando jugo a los programas de inteligencia artificial con una docena de flores inventadas que forman parte de la exposición Jardines de polvo que le dedica la galería Àngels Barcelona hasta el 4 de noviembre (Pintor Fortuny, 27). "Persisto con mis obsesiones, lo que ocurre es que los lenguajes han cambiado", afirma Fontcuberta. "En los años 80 tenía unas herramientas a mi disposición, y ahora tengo otras. Hace veinte años que utilizo herramientas de inteligencia artificial, pero no sabíamos que lo eran. En el fondo, mi leitmotiv sigue siendo la imagen no tanto como documento y testigo, sino como ilusión, como especulación perceptiva", subraya.

Como era de esperar por su carácter inquieto y sus desvelos intelectuales, Fontcuberta encuentra que "el alarmismo que han suscitado los programas de generación de imágenes es totalmente infundado". "No me da ningún miedo el futuro de la inteligencia artificial. ¿Qué causa la alarma? La causa el hecho de que podamos llegar a confundir lo que es el producto de una cámara con lo que ha hecho un ordenador, y eso en determinados sectores, como el periodismo y la fotografía documental, crea un problema de cuestionamiento, de descrédito de lo testimonial y documental", dice. Asimismo, ha aparecido la amenaza de la inteligencia artificial que dejará sin trabajo a los profesionales que viven de la creación visual para que estos programas generen imágenes de calidad pero más rápidamente y más baratas.

A pesar de todo, Fontcuberta cree que la creatividad humana no pierde su sitio. "Se ha producido el mismo debate que cuando surgió la fotografía en 1839 respecto a la pintura", dice Fontcuberta. La reacción de entonces fue sentenciar que la fotografía no era arte y que los fotógrafos no podían participar en las exposiciones oficiales ni tener reconocimientos, y ahora Fontcuberta reclama que aprendamos de la historia: "Debemos entender que la inteligencia artificial es una herramienta que tenemos a nuestro alcance y que, aunque nos facilite la factura técnica, el problema siempre será el de la expresión, el contenido, el relato y el concepto. Y para ello siempre será necesario un cerebro".

Las flores incluidas dentro de la muestra son el fruto de las correcciones que Fontcuberta va haciendo en las imágenes que el programa le da cada diez o quince segundos. En cuanto a los nombres de las plantas, los ha generado por otra de estas herramientas informáticas, ChatGPT. El objetivo de todo ello no es engañar al espectador, sino que quede "confundido" y que mire la imagen lo suficientemente atentamente, especialmente las flores más fantasiosas, para darse cuenta de que es una creación informática.

La muestra está dividida en dos partes. En la primera hay una nueva tongada de trabajos de la serie Trauma, fruto de la búsqueda de negativos antiguos dañados en archivos de todas partes. Estas piezas reflejan otro interés de Fontcuberta, la materialidad y el carácter objetual de las imágenes. Y esta vez ha remachado el clavo: en la mitad superior de la fotografía está la imagen devorada por los hongos y la humedad de unos paisajes que el príncipe italiano Francesco Chigi Albani della Rovere retrató entre 1902 y 1904, y en la inferior la imagen microscópica de los hongos. "Se superponían dos paisajes: el de la imagen de los Alpes que había fotografiado Chigi y los de los hongos microscópicos. Esto ya me pareció una situación poética por sí misma y que me invitaba a sacarle partido", concluye Fontcuberta.

La nueva edición del Barcelona Gallery Weekend

Jardines de polvo es una de las más de veinte exposiciones de la nueva edición del Barcelona Gallery Weekend, que se celebra desde este jueves hasta el domingo. Este evento está organizado por la asociación Art Barcelona: participan veintisiete galerías, veintiuna de ellas en Barcelona, cinco en Hospitalet de Llobregat y una en Santa Margarida y Els Monjos (Alt Penedès).