Fotografía

Jules Ainaud, el occitano que fotografió la Cataluña entre 1871 y 1872

La Fundación Mapfre expone un centenar de fotografías que hacen justicia a un pionero de la casa Laurent

'Casa particular del siglo XVII en Barcelona' (1872), de Jules Ainaud
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BarcelonaPara el archivero e investigador Jep Martí fue una sorpresa descubrir el nombre de un fotógrafo desconocido, el del occitano Jules Ainaud (Lunèl, 1837 - Barcelona, 1900). Después de quince años de investigación, Martí ha comisariado la exposición de Ainaud en el centro Kbr de la Fundación Mapfre, donde, por primera vez, se le atribuyen varias fotografías que tomó en Cataluña entre 1871 y 1872 y habían podido ver por primera y única vez en el Ateneu Barcelonès el mismo 1872.

'Vista panorámica de Barcelona, desde Montjuic' (1872), de Jules Ainaud
'Tarragona. Vista general de Tarragona' (1871-1872), de Jules Ainaud.
' Tarragona. Canteras de Tarragona, 8 de febrero de 1872', de Jules Ainaud
'Tarragona. Vista general de Tarragona' (1871-1872), de Jules Ainaud

Ainaud no trabajaba por cuenta propia. Sus trabajos formaban parte del catálogo para la firma madrileña J. Laurent, la pionera y más importante en reproducir obras de arte, paisajes, vistas de ciudades y monumentos. "En aquella época, los fotógrafos profesionales no tenían mucho margen de maniobra, porque la fotografía era cara y las vistas que hacían debían responder al gusto de la época, no se planteaban hacer una obra creativa", afirma Jep Martí.

La muestra, que permanecerá en cartel hasta el 3 de septiembre, incluye un centenar de copias de época, catorce vistas estereoscópicas y trece reproducciones de los negativos en placas de vidrio. También el único retrato de Ainaud que se conserva, documentos y cartas. Sin embargo, Martí considera que algunos de los trabajos catalanes de Ainaud son "muy espectaculares, tanto desde el punto de vista de la composición como por su valor documental". "Tiene una vista del puerto de Tarragona desde la actual Bajada de Toro que es fantástica –dice–. También una de la Cantera de Tarragona desde el Puerto, mirando la ciudad, una zona que ahora está totalmente edificada. La hizo con dos grandes negativos que enlazó para tener una vista panorámica sensacional", dice el comisario. "Una de sus vistas de la Puerta Real del monasterio de Poblet es fantástica, y también muchas de Barcelona, como la del Pla de Palau, insólita para la época porque se centró más en el lienzo de casas del fondo que en los edificios monumentales", subraya.

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