Muere el fotógrafo Ramon Masats

BarcelonaEl fotógrafo Ramon Masats ha fallecido este lunes en Madrid. Nacido en Caldes de Montbui en 1931, fue uno de los grandes fotoperiodistas de la segunda mitad del siglo XX, autor de fotografías icónicas como la de unos curas jugando a fútbol en el seminario de Madrid en 1960. "No sé contar mi fotografía, sólo sé que mis fotos son toda intuición. No hay una que esté muy pensada", explicaba Masats hace unos años en el ARA. En esa entrevista también admitía que hay "ironía catalana" en sus fotografías: "Cuando trabajaba en la Gaceta Ilustrada hacía el encargo, pero también tomaba fotos para mí. Buscaba un detalle, una pequeña cosa".

Tras la muerte de Colita, Ramon Masats era el último referente vivo de las generaciones de grandes fotógrafos encabezadas por Francesc Català-Roca. "La fotografía de Masats llama la atención por la potencia", explica a la ARA Laura Terré, historiadora de la fotografía especializada en el reporterismo de la posguerra. "No tenía planteamientos formales ni era rebuscado ni intelectual. Era muy directo, un fotógrafo documental muy bueno. Tenía una intuición hacia los temas irónicos, para saber plantear imágenes de esas que hacían reír, pero que al mismo tiempo tenían un poso de crítica y de ironía", añade.

La calle fue la primera fuente de inspiración de Ramon Masats, se inició experimentando con el lenguaje fotográfico: sombras, ángulos, formas, acciones, imágenes con las que aprendía a jugar con la luz ya dominar el abecé del medio, enseguida se fijó en la gente, en la vida de su alrededor, en detalles concretos, que serán las constantes de su obra posterior, en los años cincuenta se paseaba con la cámara por su realidad más inmediata, por Terrassa, Sitges, las barracas del Somorrostro y Montjuïc, y combinaba unas fotografías que podían ser más formalistas con otras más plásticas y otras documentales: unas hamacas, una grieta, una gitana con el hijo en brazos... Pronto ingresó en la Agrupación Fotográfica de Cataluña, donde conoció a Ricard Terré, Oriol Maspons, Xavier Miserachs y otros grandes nombres de la fotografía catalana. "Primero hice unos años de aficionado y, para probarme, cogí un tópico como los sanferminas. Fui a tomar fotos. Cuando volví a Barcelona, ​​mis amigos, Xavi Miserachs, Oriol Maspons, Ricard Terré, me dijeron que estaban muy bien", decía.

Después de series sobre la Rambla de Barcelona, ​​dejó el trabajo a la bacalanería familiar para dedicarse profesionalmente a la fotografía. Gaceta Ilustrada, con redacción en Madrid, fue una de las primeras publicaciones en las que trabajó. “Dónde ponía el objetivo, tenía una foto hecha”, explicaba Laura Terré, hija de Ricard Terré, a propósito de la exposición que le dedicó la galería Ana Mas Projects de Hospitalet de Llobregat en el 2017. En aquella muestra estaban las fotos que había hecho en la Rambla, que no eran panorámicas sino gente haciendo cosas y detalles más abstractos: un limpiabotas de zapatos, un señor atornillando un cigarrillo, animales enjaulados, cuchillos abiertos, balcones y una corteza agujereada, tal y como explica Laura Serra en el ARA.

"Intentaba pasar desapercibido. Era muy rápido. Así como Cristina García Rodero, que es una gran fotógrafa, tiene tendencia a ir a un lugar año tras año, yo no: iba a un sitio, hacía lo que podía y no quería volver más. sanferminas, que se convirtieron en un libro", recuerda Masats. Otto Steinbert supo ver la mirada singular de Masats cuando le seleccionó, a él ya Xavier Miserachs, para representar la fotografía española en Bruselas.

Hasta medios de los sesenta realizó todo tipo de reportajes sin perder la personalidad. Paris Match le encargó el seguimiento de la boda de los Reyes de España en 1962 y también ilustró un Don Quijote con edición de Martí de Riquer, además de reportajes sobre los Sanferminas. De la icónica fotografía de los curas decía, riendo: "Estoy hasta los cojones. Parece que sólo haya hecho esa fotografía. Y quizás es verdad. Todavía todo el mundo me la pide. Creo que captura toda una época: los curas, el fútbol. .. Era un encargo de la Gaceta que me llevó al Seminario de Madrid", recordaba. "Fue un referente como fotoperiodista. Sus imágenes más icónicas son fantásticas", explica en el ARA el director del Centro Internacional de Fotografía Toni Catany, Toni Garau.

Masats dejó de lado la fotografía durante unos años para dedicarse al cine. Hizo documentales para Televisión Española e incluso hizo una incursión en la ficción dirigiendo Topical español (1971), con guión del humorista Chumy Chúmez y con un reparto que incluía a Guillermina Motta, José Sazatornil y el grupo Los Iberos. Nuevamente en la fotografía, en los años ochenta cambió el blanco y negro por el color y colaboró ​​con el escritor Lluís Carandell en libros como Nuestro Madrid y Del cielo a Madrid, entre otros.

Durante una época, la fotografía documental de Masats y otros compañeros de generación fue menospreciada, pero finalmente fue reconocida como es debido. Él recibió el Premio Nacional de Fotografía que otorga el ministerio de Cultura en 2004, y protagonizó interesantes exposiciones en el Círculo de Bellas Artes madrileño, en el Museo Reina Sofía, en el Palacio de la Virreina, en la Galería Marlborough o en la sala Muncunill de Terrassa , que le dedicó una interesante retrospectiva.