Hallazgo arqueológico

Hallazgo excepcional en la Toscana: 24 estatuas de bronce emergen del barro

Las deidades estaban en un antiguo balneario de San Casciano dei Bagni

Una de las estatuas localizadas a San Casciano
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BarcelonaDurante 2.300 años el barro y el agua termal han protegido 24 estatuas de bronce de un valor excepcional. Están intactas, cinco tienen más de un metro de altura y pronto estarán expuestas para que todo el mundo las pueda admirar en un nuevo museo que se construirá en el lugar donde se han encontrado, en San Casciano dei Bagni, en la Toscana (Italia). Con las estatuas también han aparecido decenas de inscripciones en latín y etrusco, miles de monedas y una serie de ofrendas vegetales. "Es un descubrimiento que reescribirá la historia y en el que ya están trabajando más de 60 expertos de todo el mundo", ha asegurado a la agencia italiana Ansa el arqueólogo y profesor de la Universidad para Extranjeros de Siena Jacopo Tabolli.

Algunas de las estatuas localizadas
Algunas de las estatuas localizadas

El equipo que ha trabajado en la excavación cree que fueron artesanos locales los que construyeron las refinadas estatuas entre el siglo II y III aC. El santuario que las acogía funcionó entre el siglo III aC y el V dC. Cerró las puertas, pero no fue destruido, y la nueva religión cristiana sumergió las deidades consideradas paganas en el agua. "Es el depósito más grande de estatuas de la antigua Italia y el único que tenemos la posibilidad de poder reconstruir completamente en su contexto", ha añadido Tabolli.

Las estatuas están recubiertas de inscripciones y también se han localizado un gran número de exvotos, provenientes de grandes familias y de las élites etruscas y romanas. El descubrimiento también aporta datos que cuestionan algunas cosas asumidas en muchos libros de historia: la lengua etrusca sobrevivió mucho más tiempo y el conocimiento que tenían los etruscos de medicina no era ninguneado por los romanos sino reconocido y aceptado. "Incluso en periodos de grandes conflictos, aquí dentro, en el balneario, convivían los dos mundos, el de los etruscos y el de los romanos", asegura Tabolli.

Los romanos identificaban las fuentes, y como el agua no se podía ni trasladar ni manipular porque perdía las propiedades, a su alrededor se hacían edificios donde se podían recibir los tratamientos de manera plácida y ordenada. No hay mucha diferencia entre los balnearios ideados por los romanos y los actuales. Se ha mantenido todo bastante igual; se hacían jardines y lugares de paseo, y dentro de los balnearios también había espacios para practicar deporte, farmacia, alojamiento y restauración. Eran como pequeñas ciudades. El agua no solo curaba por sus propiedades, sino también porque tenía componentes divinos, era mágica. Por eso los que se curaban agradecían con altares y pedestales haberse recuperado. Una de las estatuas que se han recuperado es la de Apolo, un dios que triunfaba en los balnearios, porque representa el canon de belleza masculina. Los romanos asociaban belleza con salud, y por eso a menudo se lo puede encontrar en los balnearios.

El hallazgo es bastante excepcional: es muy difícil encontrar estatuas de bronce, porque se acostumbraban a fundir para reaprovechar el material. "Es el descubrimiento más importante desde los Bronces de Riace y, sin duda, uno de los más importantes que se han hecho en la historia del Mediterráneo antiguo", ha asegurado el director general de museos de Italia, Massimo Osanna, que también ha anunciado la compra de un palacio del siglo XVI en la misma población para abrir el museo.

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