Prehistoria

Los homínidos encendían hogueras mucho antes de lo que se pensaba

Encuentran evidencias en el Reino Unido que ya controlaban el fuego hace 400.000 años

Una reproducción de un homínido encendiendo hace unos 400.000 años.
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BarcelonaSi Jean-Jacques Annaud filmara ahora En busca del fuego, donde un grupo de neandertales buscan desesperados el fuego, que saben mantener pero no provocar, debería reescribir el guión. Un equipo de investigadores liderado por el Museo Británico ha encontrado pruebas en Barnham (Reino Unido) de que los homínidos ya eran capaces de hacer hogueras hace más de cuatrocientos mil años. Los hicieron de forma repetida y controlada durante el paleolítico inferior, mucho antes de la aparición de los Homo sapiens. Hasta ahora, las evidencias más antiguas de la habilidad de controlar el fuego eran de hace unos cincuenta mil años y se habían localizado en el norte de Francia. La investigación se ha publicado en un artículo en Nature.

No es fácil determinar si un fuego ha sido provocado por un accidente o deliberadamente porque los rastros de los incendios naturales pueden dejar marcas similares a las de los humanos. Los científicos utilizaron herramientas avanzadas de la piroarqueología, como el arqueomagnetismo, que permite determinar la temperatura y el momento en el que los sedimentos fueron expuestos al calor. También aplicaron micromorfología, que estudia los compuestos orgánicos derivados de la combustión, y espectroscopía para confirmar que el fuego había sido controlado. La combinación de técnicas reveló que los sedimentos en el sitio habían sido sometidos a temperaturas de hasta 750 °C y que se trataba de fuegos repetidos, no de un incidente aislado. Otro descubrimiento clave fue la presencia de pirita de hierro, un mineral capaz de generar chispas, que no es común en esa zona de Sussex, en el sureste de Inglaterra. El estudio indica que los homínidos la llevaron expresamente para encender fuegos y, por tanto, conocían y controlaban su uso. También se encontraron piedras quemadas y agrietadas por el calor.

No es la primera evidencia de hogueras. Hay indicios en África de hace más de un millón de años y en Europa hace unos quinientos mil años, pero podrían haber sido de origen natural y no hay ninguna prueba de que en aquellos casos hubiera algún tipo de control. El fuego controlado supuso grandes cambios y un salto evolutivo de los homínidos del Pleistoceno: daba calor, protegía contra los depredadores, permitía cocinar y proporcionaba espacios iluminados que servían como puntos de encuentro e interacción social.

La aparición de esta capacidad tecnológica aportó beneficios sociales y adaptativos: permitía cocinar alimentos bajo demanda —sobre todo carne— y mejorar la digestión y la disponibilidad de energía, factores posiblemente claves para la evolución del cerebro humano. Favoreció el desarrollo de nuevas tecnologías, como la fabricación de adhesivos para fijar herramientas pero también una mayor complejidad social. Alrededor de la hoguera, los antepasados ​​de los neandertales y los sepias quizá compartieron muchas cosas.

El yacimiento de Barnham, en Reino Unido.
El lugar en el que han estado excavando en Barnham para analizar los restos de las hogueras.
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