'El horizonte': triángulo de amor rural con Laetitia Casta

'El horizonte'

(3 estrellas)

Dirección: Delphine Lehericy. Guion: Joanne Giger a partir de la novela de Roland Buti. 88 min. Suiza (2019). Con Luc Bruchez, Laetitia Casta, Thibaut Evrard y Clémence Poésy. Estreno en cines

Con su estructura de relato iniciático, la ambientación en un entorno rural aplastado por un calor sofocante y la descripción de una podredumbre (social, estructural) visible en imágenes de pollos asfixiados y vacas en descomposición, El horizonte podría haber sido una especie de versión suiza de una novela gótica meridional. Aun así, Delphine Lehericy se aleja del universo entre mágico y grotesco de Truman Capote para acercarse al realismo lírico y sensual del André Techiné de Los juncos salvajes. Como todo relato de aprendizaje, el punto de vista es el de un personaje entre la infancia y la edad adulta, Gus, el hijo pequeño de un matrimonio (Laetitia Casta y Thibaut Evrard) que intenta salvar su granja, y su relación, durante el verano de 1976.

En su equiparación entre un estilo de vida en descomposición –el cultivo tradicional, asediado por sequías y bancos– y la desintegración progresiva de una institución patriarcal como la familia nuclear –atravesada por frustraciones personales y deseos incontenibles–, el film plantea temas de fondo interesantes pero se muestra indeciso a la hora de plasmarlos en imágenes. La estilización formal, el rigor del punto de vista y un uso expresivo de los gestos y los silencios contrastan con escenas mucho más convencionales, que parecen propias de un drama rural al uso. A pesar de este desequilibrio, El horizonte es un film notable que consigue transmitir una idea importante: la reivindicación de un modelo alternativo de maternidad que no reprime sus deseos.