Literatura

Cómo construirse las herramientas para huir del pueblo

La protagonista de 'El hechizo de Lily Dahl', de Siri Hustvedt, es una chica de diecinueve años que sirve cafés en el 'dinero' de bajo casa, sueña con ser actriz y se ve envuelta en un misterio que la acaba convirtiendo en una mujer adulta

Siri Hustvedt
12/12/2025
2 min
  • Siri Hustvedt
  • Ediciones 62 / Seix Barral
  • Traducción de Ferran Ràfols Gesa
  • 320 páginas / 21,90 euros

Un poco a la sombra de lo enorme Carson McCullers y de aquellos personajes de chicas adolescentes que vagan por pueblos polvorientos llenos de secretos criminales mientras están a punto de entrar en el mundo adulto, Siri Hustvedt, para su segunda novela, hasta ahora inédita en catalán, construyó una Lily Dahl de diecinueve años y la colocó en un pueblo de Minnesota (que no debía de ser muy diferente al suyo) donde sirve cafés en el dinero que hay debajo de su casa mientras observa el comportamiento de los clientes habituales. Es aspirante a actriz, tiene sueños de huir para ir a la gran ciudad y triunfar en ella, pero su realidad es hacer los huevos revueltos para Franck y Dick, una pareja de hermanos granjeros que apenas hablan, o un poco de beicon para Martin Petersen, un antiguo compañero de juegos infantiles que se ha convertido en un excón. Tiene una vecina que es una actriz retirada que le ayuda a prepararse el papel para una representación local del Sueño de una noche de verano y, sobre todo, un inquilino del hotel de enfrente llamado Ed Shapiro y que es alguien famoso y bellísimo. Por las noches, Lily le observa a escondidas como pinta cuadros, llevado por la fiebre creativa, y el juego erótico no tarda en empezar.

Cuando empiezan a manifestarse unas visiones sobrenaturales, y cuando (parece que vuelve a haber un asesinato, nadie escapa a la ronda de sospechosos: ni la vecina que escribe las memorias en una vieja máquina de escribir, ni el pintor cosmopolita, ni Martin cosmopolita, ni Martin. El libro se convierte en un buen thriller conducido por una decidida Lily Dahl, que no parará hasta descubrir los secretos que se esconden bajo el polvo, aunque para ello tenga que herir a más de una persona y, sobre todo, tenga que descubrir cosas de sí misma que la convertirán para siempre en una persona adulta. La novela es una reflexión sobre este ritual de paso, que siempre es doloroso pero que comporta más autoconocimiento y amplitud de miras y equipa a quien lo atraviesa con herramientas para navegar por la vida. Pero al conjunto de la novela le falta un poco de ritmo y le sobran personajes, que no paran de hacer entradas y salidas y de mantener conversaciones un tanto tópicas.

No siempre es una buena idea recuperar novelas antiguas de autores consolidados. Siri Hustvedt, que hoy es una voz reconocidísima en el campo del ensayo sobre arte, la psicología y que ha escrito libros autobiográficos memorables, como la Historia de mis nervios, tiene una carrera de novelista que, si bien cuenta con un gran título –Lo que amé– también tiene algunas piedras en el camino. El hechizo de Lily Dahl no es, ni mucho menos, una piedra, pero tiene algunos de los puntos débiles de las novelas tempranas. No es grave, porque se lee bien, está impecablemente traducida por Ferran Ràfols Gesa y puede ser adecuada para lectores jóvenes, que no todos deben quemarse las pestañas leyendo historias de escuelas de brujos, pero no deja el regusto habitual de un libro de Siri Hustvedt, que siempre tiene esa mirada propia.

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