Literatura

Diez frikis ilustres de la ciencia ficción catalana

'Essa Efa', una exposición comisariada por Joaquim Noguero en la Biblioteca Ignasi Iglésias - Can Fabra de Barcelona, ​​sigue más de un siglo de historia de este género en nuestro país

Imagen principal de la exposición 'Essa Efa'
08/11/2025
7 min

BarcelonaA primera vista puede parecer que el cultivo de la ciencia ficción ha sido minoritario, por parte de los autores catalanes. Históricamente no ha sido un género muy apreciado por la academia, ha sido poco –o mal– divulgado en los medios de comunicación y los lectores le han acompañado masivamente en contadas ocasiones. La exposición Essa Efa, comisariada por el periodista, profesor y crítico literario Joaquim Noguero (Manresa, 1964), quiere corregir esta percepción siguiendo algunos de los frutos más sabrosos (y en gran parte insólitos) de la ciencia ficción catalana. "Aunque la ciencia ficción haya sido representada sobre todo por autores, estudiosos y editoriales que no se han situado en el mainstream, tiene más de un siglo de historia, y quizás su éxito más reconocible sea el Mecanoscrito del segundo origen, de Manuel de Pedrolo, que es la novela más vendida, con mucha diferencia, de la historia de la literatura catalana", recuerda Noguero. Uno de los clichés de los géneros fantásticos define a sus seguidores como frikis: quizás quien los cultiva –incluso cuando se convierten en best-sellers– también lo son.

Essa Efa toma su título de una recopilación de cuentos publicada en 1985 por el colectivo Ofèlia Dracs, y se ha inaugurado en la Biblioteca Ignasi Iglésias - Can Fabra de Barcelona coincidiendo con la celebración, esta semana, de la quinta edición del Festival 42. Se podrá visitar hasta el 6 de enero de 2026.

1.
Frederic Pujulà

El autor modernista inauguró el género con 'Homes artificials' en 1912

Retrat de Frederic Pujulà a càrrec de Pablo Picasso

"La ciencia ficción nació con la entronización de la razón y el progreso de la edad moderna y, sobre todo, con la revolución industrial del siglo XIX –explica Noguero–. Viajes a la Luna y autómatas ya había habido, en la historia de la literatura, sostenidos por la magia, la alquimia: cambia todo".

La primera novela de ciencia ficción en catalán se publicó en 1912 y llevaba por título Hombres artificiales. Su autor, Frederic Pujulà (Palamós, 1877 - Bargemon, 1963), imaginaba la creación de una docena de hombres artificiales orgánicos que debían mejorar la humanidad, pero en vez de alcanzar la perfección caían en los mismos vicios y defectos de los mortales. Con Hombres artificiales –reeditada en 2010 en Pagès Editors–, Pujulà se adelantó a los robots, patentados por el escritor Karel Capek en la obra de teatro RUR en 1920, con la que se anticiparía, al mismo tiempo, a los androides oa los clones, según recordaba Sebastià Roig en el ensayo El futuro de nuestros abuelos (Diputación de Girona, 2012). "La ciencia ficción de Pujulà tiene capacidad prospectiva y política, camino que también siguen pioneros del género como Onofre Parés en La isla del gran experimento (1927) y Josep M. Francés en Regreso al sol (1936) y, más adelante, Aurora Bertrana en La ciudad de los jóvenes (1971) y Lorenzo Villalonga en Andrea Víctrix (1973)", precisa Joaquim Noguero.

2.
Elvira Augusta Lewi

'Los habitantes del piso 200' ha sido recuperado recientemente por Males Herbes

Elvira Augusta Lewi

El arquetipo del científico extraño no tardó en infiltrarse en la naciente ciencia ficción catalana. Elvira Augusta Lewi (1909-1970), "una de esas mujeres de los años treinta, culta y atrevida, periodista, criada con el cine y en la prosa rápida de los medios", fue la primera autora en incorporarlo a Los habitantes del piso 200 (1936), que la editorial Males Hierbas recuperó en el 2023. Joaquim Noguero reivindica también la aún menos conocida aportación al género por parte de la actriz, dramaturga y directora teatral Montserrat Julió (1929-2017), autora de una única novela, Memorias de un futuro bárbaro (1975), reeditada en 2006 en Pagès.

3.
Manuel de Pedrolo

'Mecanoscrito del segundo origen', la novela más vendida de la literatura catalana

Manuel de Pedrolo fotografiat per Antoni Bedmar

Con más de un millón y medio de ejemplares, Mecanoscrito del segundo origen, de Manuel de Pedrolo (1918-1990), es la novela más vendida de la literatura catalana. Publicada en 1974, cuenta la historia de supervivencia de dos jóvenes, Alba y Dídac, después de un ataque alienígena que ha exterminado al resto de la humanidad. La distopía trata de imaginar la posible supervivencia de la especie a partir de los dos protagonistas, que tendrán que tomar la decisión de si se reproducen o no. "Pedrolo no amaba especialmente al Mecanoscrito, porque había eclipsado al resto de su producción literaria –comenta Joaquim Noguero–. Experimentó mucho, y además se atrevió con todos los géneros. Otra novela de ciencia ficción destacable suya fue Sucesimultáneo [1981], que cuenta un viaje en el tiempo". Hace unos años, cuando Noguero leyó La carretera, de Cormac McCarthy (2006), se dio cuenta de que algunas escenas de esta novela ya las había prefigurado décadas antes Pedrolo al Mecanoscrito.

4.
Ofelia Dragones

Un colectivo con cosas que decir sobre la ciencia ficción

Una imatge d'arxiu del col·lectiu Ofèlia Dracs

Ofelia Dracs fue el seudónimo que utilizaron un grupo de escritores de la generación literaria de los 70 para reivindicar, a través del juego literario y el sentido del humor, géneros literarios como el erótico (Diez manzanas tiene el manzano, 1980), el fantástico (Lovecraft, Lovecraft, 1981) y la ciencia ficción (Essa Efa, 1985). Formaban parte, entre otros autores, Jaume Cabré, Pep Albanell, Jaume Fuster, Maria Antònia Oliver, Joaquim Carbó y Margarida Aritzeta.

Algunos de ellos escribirían, al margen del volumen colectivo, novelas enteras de ciencia ficción, tal y como se puede comprobar en la exposición de la Biblioteca Ignasi Iglésias - Can Fabra. De Joaquim Carbó (Caldes de Malavella, 1932) se destaca Caleidoscopio del agua y el sol (1979), destinada a los lectores juveniles, y de Margarida Aritzeta (Valls, 1953), Grafemia (1982), donde plantea "una especie de apocalipsis o distopía de la letra impresa", según precisa Noguero.

5.
Antoni Munné-Jordà

El aleph de la ciencia ficción contemporánea catalana: autor, editor y antólogo

Antoni Munné-Jordà a l'editorial Males Herbes

Ya sea como novelista o narrador –con libros como Oficio de torsimán (1985) y Pongo el cuentakilómetros a cero (2008)–, como editor –ha dirigido la emblemática colección Púrpura y Plata de Pagès, inaugurada en el 2000– o como antólogo –ha publicado tres volúmenes emblemáticos, el último de los cuales fue Futuros imperfectos (2013)–, Antoni Munné-Jordà (Barcelona, ​​1948) podría ser definido como elaleph de la ciencia ficción catalana actual. "Es maestro de maestros y el gran divulgador del género, al tiempo que nunca ha dejado de practicarlo y ensancharlo", sintetiza Noguero.

"Cuando escribo cosas sobre el futuro es para que no pasen", reconocía el autor coincidiendo con la publicación de una de sus últimas novelas, Michelíada (Malas Hierbas, 2015). Munné-Jordà ha abierto el camino a investigadores como Víctor Martínez-Gil, que en 2003 dio a conocer una antología de gran influencia, Los demás mundos de la literatura catalana (Galaxia Gutenberg, 2003), que ha tenido más recientemente una hermana gemela, Una Tierra, más allá (Sfabula, 2023), centrada en la ciencia ficción escrita desde el inicio de la posguerra hasta el final del franquismo, una etapa poco conocida que incluye narraciones de Anna Murià, Pere Verdaguer, Joan B. Xuriguera y Màrius Lleget.

6.
Carme Torras

El arte de compaginar la investigación científica y la literatura

Carme Torras

"Ha habido muchos científicos que se han dedicado a la ciencia ficción, quizá por lo que decía Jules Verne: que todo lo que un ser humano puede imaginar, otro lo acabará haciendo", recuerda Joaquim Noguero. Cuando la ciencia se convierte en un componente "escenográfico y de ambientación", entonces hablamos de un subgénero como la space opera, que en catalán está muy bien representado gracias a la ambiciosa novela Stella Signata, de Ricard Efa, de la que Mai Més ya ha publicado los cuatro primeros volúmenes (quedan dos). Pero la ciencia también puede ser un "elemento nuclear" en la ficción, y hay científicos que han sobresalido profundizando en él, como ha sido el caso de Salvador Macip en Hipnofobia (Proa, 2012), Jordi de Manuel en La decisión de Manperel (Columna, 2013), Martí Domínguez a Mater (Proa, 2022) y Carme Torras. Matemática y escritora nacida en Barcelona en 1956, Torras se ha especializado en inteligencia artificial y robótica asistencial, y ha cultivado la ciencia ficción en novelas como La mutación sentimental (Pagès, 2009) y recopilaciones de relatos como Queridas máquinas (Malas hierbas, 2020). "Hay una retroalimentación entre la ciencia ficción y el desarrollo tecnológico", defiende la autora.

7.
Jaume Sisa

La subcultura 'galáctica' iniciada por un cantautor

Jaume Sisa

Las letras del cancionero de Jaume Sisa (Barcelona, ​​1948) inauguraron la filosofía galáctica, "una nueva forma de interpretar y ordenar la realidad a partir de la aceptación de todas las realidades posibles o imaginadas". Canciones como El séptimo cielo y El contador de estrellas ensancharon los límites del pop catalán, una escuela galáctica imaginaria donde también encontraríamos a Pau Riba, Pascal Comelade, Quimi Portet y Albert Pla. También Antònia Font, que en 2004 publicaron Taxi, uno de los discos más influidos por los paisajes de la ciencia ficción y sus protagonistas, donde los "astronautas rimadores" conviven con extraterrestres, robots eficientes y tormentas de electrones.

8.
Montserrat Galicia

La ciencia ficción para jóvenes, clave en la expansión del género

L'autora Montserrat Galícia

Buena parte de la veintena larga de novelas que ha escrito Montserrat Galicia (Cornellà de Llobregat, 1947) son de ciencia ficción, y la mayoría están orientadas al público juvenil. En la exposición de la Biblioteca Ignasi Iglésias - Can Fabra, Joaquim Noguero destaca tres: PH1 A Copérnico (Laia, 1984), El viento entre los saguaros (Pagès, 2014) y Estirando el hilo escarlata (Payés, 2017).

Montserrat Galicia no está sola, escribiendo ciencia ficción para jóvenes. Le han precedido autores como Joaquim Carbó, Pep Albanell y Guillem Viladot y le acompañan, generacionalmente, David Cirici –con el long-seller El esqueleto de la ballena (Empúries, 1986)– y el prolífico Jordi Sierra i Fabra, que con más de un centenar de títulos, escritos en catalán y en castellano, ha contribuido a familiarizar a nuevas generaciones de lectores con sociedades distópicas, viajes interestelares y robots con alma.

9.
Núria Perpiñán

Una de las pioneras catalanas en escribir ciencia ficción climática

L'escriptora Núria Perpinyà fotografiada a Barcelona

En los últimos quince años, y gracias al ingente trabajo de editoriales como Males Herbes, Nunca Más, Raig Verd, Pagès, Chronos y Spècula, y de librerías especializadas como Gigamesh, la comunidad de lectores de géneros fantásticos y ciencia ficción no ha dejado de crecer en Catalunya.

Autores inquietos e inclasificables como Núria Perpiñán (Lleida, 1961) no han resistido la tentación de escribir novelas tan valiosas como Diatomea (La Granada, 2022). Inscrita en el subgénero de la ficción climática, Diatomea viaja hasta el siglo XXIII, en el que las inundaciones amenazan la supervivencia de la humanidad hasta que un científico prestigioso cree haber llegado a una solución factible: eliminar ríos, mares, lagos y océanos del planeta. En el mundo del futuro que Perpiñán imagina, la ciudadanía se hace análisis diarios que determinan la ingesta de pastillas para alimentarse y en las escuelas no son los maestros los que enseñan a los niños sino al revés, y las guerras ya no existen porque a la política sólo pueden acceder mujeres y las ecologistas tienen el poder.

10.
Ricard Ruiz Garzón

El alma del imprescindible Festival 42

Ricard Ruiz Garzón, escriptor “Els gats són la barreja perfecta entre el seny 
 I la rauxa”

Uno de los autores, periodistas y gestores culturales que más enconadamente ha luchado durante las últimas décadas por divulgar los géneros fantásticos es Ricard Ruiz Garzón (Barcelona, ​​1973). Impulsor y comisario del Festival 42, que se celebra en la Fabra i Coats desde hace cinco años, ha cultivado también la ciencia ficción en novelas como Hierba negra (Fanbooks, 2016) y Janowitz (Fanbooks, 2021), coescritas con Salvador Macip, y ha ideado antologías como Barcelona 2059 (Nunca Más, 2021), ambientada en una isla artificial situada frente a la Barceloneta, pensada para acoger una sociedad utópica, hipertecnificada y poshumanista que, en algunos de los cuentos ideados por autores como Roser Cabré-Verdiell, Ivan Ledesma y Laura Tomàs Mora, se convierte en una pesadilla.

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