Literatura

¿Cómo he vivido la Feria del Libro de Guadalajara?

Diez autores catalanes explican en primera persona la experiencia mexicana: el contacto con los lectores, las sorpresas llevadas y alguna anécdota suculenta

El pabellón de Barcelona en la 39ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara
06/12/2025
8 min

BarcelonaMás de sesenta autores catalanes han viajado hasta México para representar a Barcelona en la 39ª Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en la que la ciudad es invitada de honor. Diez de los participantes resumen su periplo al otro lado del Atlántico en primera persona.

1.

Xavier Bosch, escritor

"El encuentro con alumnos en un instituto me puso la piel de gallina"

"La participación de Barcelona en la FIL ha sido un gran anuncio para la literatura catalana, para la ciudad y para nuestra cultura: se ha aprovechado muy bien esta bala que teníamos en la recámara. Además de los actos, que estaban muy bien organizados y han ido de maravilla, destacaría el encuentro con chicos y chicas en un instituto, que me puso en mi instituto. 150 y 200 alumnos en un aula y me hacían preguntas sobre las novelas mías que se habían leído. No eran ni una ni dos, sino... ¡seis! escritoras.

El último día presenté la traducción de Diagonal Manhattan, publicada por Destino México. Había mucha gente y un gran interés mediático: llegué a atender a ocho medios mexicanos importantes. Todas estas experiencias tan positivas dan sentido al trabajo que hacemos”.

2.

Javier Cercas, escritor

"En México encuentras veneración por los escritores y por la cultura"

"Desde Soldados de Salamina tengo la fortuna de contar con muchos lectores en México. He viajado mucho, y no es tan habitual que esto ocurra: cuando en el 2016 dieron el Cervantes a Eduardo Mendoza, Javier Rodríguez Marcos escribió un artículo en el que se preguntaba «quién es Mendoza» porque no se le conocía suficientemente. A diferencia de lo que dicen, hay mucho aislamiento entre España y Latinoamérica.

Es la segunda vez que viajo al país este año. Estuve de gira en julio para presentar El loco de Dios en el fin del mundo (Penguin Random House, 2025), y ahora he visitado la feria, que junto a la de Buenos Aires y la de Bogotá son las más importantes de Latinoamérica; no hay ninguna comparable en nuestro país. Para mí era importante volver porque el año pasado, el día antes de tomar el avión, murió mi madre y tuve que cancelar el viaje a última hora.

En México encuentras veneración por los escritores y por la cultura. Llenas auditorios. La gente te escucha con entusiasmo. Por todas partes donde vas te persiguen las cámaras. Este año ha sido muy dulce para mí: El loco de Dios en el fin del mundo ha estado entre los más vendidos en países como Francia, Italia y Portugal, además de en España. Sólo en México he vendido 25.000 ejemplares. Por Sant Jordi fui número 1: sólo dos días antes había fallecido el papa Francisco, el protagonista del libro. Alguien dijo que era una campaña de marketing que nunca se había visto antes, y otro afirmó, con malicia, que el Papa había muerto por culpa de haberme leído".

3.

Ingrid Guardiola, ensayista y comisaria de exposiciones

"Siempre he pensado que el éxito es un efecto triste, artificial y que deshumaniza"

"Una feria es un artefacto que se relaciona con la cultura de forma diversa, incluso antagónica. Por un lado están las políticas culturales que inscriben, es decir, la mirada del andamio político, en este caso del equipo de Collboni, que ha fijado programa político; por otro, está la mirada sectorial-cultural, que es la de la dirección artística, en este caso de Anna Guitart, que ha hecho un trabajo exhaustivo, inteligente y decoroso, un equilibrio imposible, con un trato humano inigualable.

A pesar de lo que dicen los odiadores profesionales de las redes, que creen que una programación cultural es una quiniela en la que deben constar todos los números, el programa ha sido muy completo, pero me lo he perdido casi todo, ya que tuve que hacer el montaje e inauguración deuna exposición enorme (Vendrán las mujeres: 150 años de luchas en las calles de Barcelona), 8 entrevistas, 2 conferencias (una con la poeta Susanna Rafart y otra con Joselo, del grupo Café Tacuba, y el poeta y ensayista Gabriel Ventura) y un podcast.

La exposición ha sido un gran aprendizaje, hemos trabajado con un equipo fantástico –y con talante diferentes–, todas las horas que puede tener un día. El diálogo con Rafart suscitó mucho interés; íbamos de las metáforas a los protocolos: si se trataba de danzar entre los dos conceptos, lo hicimos. La otra conferencia la hicimos frente a 300 adolescentes fans del músico que nos acompañaba y algunos veteranos.

He vivido las tres ferias (Frankfurt, Buenos Aires y México) y te sientes un poco el relleno de la comida en la que las grandes figuras acaparan toda la atención, sobre todo en ferias más populares como ésta dedicadas más a los lectores que a la industria. Esto no me hace cambiar la muda ni el discurso. Me lo miro todo como una etnógrafa cultural y me divierte. Siempre he pensado que el éxito (el gordo), es un efecto triste, artificial, que deshumaniza involuntariamente a su protagonista".

4.

Salvador Macip, científico y escritor

"Por unos momentos me hicieron oír a una estrella del rock"

"La primera vez que vas a la FIL tienes la sensación de estar viviendo un Sant Jordi condensado en un gigantesco pabellón. A pesar de que ésta era mi segunda visita, me volvió a impresionar. Esta vez no iba como escritor, sino como científico, y experimenté el interés por la divulgación de un público entregado que llenaba fácilmente salas de 500 sillas y después no te dejaba marchar sin pasar por media hora de preguntas y firmas de libros. Por unos momentos me hicieron sentir como una estrella del rock, como Santi Balmes, con quien compartí una mesa, que estaba siempre rodeado de una nube de fans. Más vale que no me acostumbre.

La intensidad de la FIL agobia, por eso los autores buscan oasis donde desconectar un rato. Uno de los más codiciados es la Sala de los autores, custodiada por vigilantes que sólo dejan pasar a quienes llevan la identificación adecuada. Hay sofás cómodos, café y galletas gratis, y, sobre todo, silencio. Como veterano, transmití a mis compañeros de delegación uno de los secretos mejor guardados: si lo pides educadamente, la señora de los refrescos te sirve una copita de tequila que tiene escondida debajo del mostrador. Algún poeta se aficionó especialmente a ella".

Dos visitantes observan un libro durante la 39 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).
5.

David Moragas, escritor y cineasta

"He tenido la sensación de vivir un Sant Jordi multiplicado por cuatro"

"Ir a Guadalajara a presentar la traducción al castellano de Fervor era, en sí, algo extraño para mí, porque defender la novela en otra lengua me hacía sentir que no era obra mía. Esa sensación llegó a un límite inesperado el día en que un periodista me entrevistó y me preguntó por un libro que yo no había escrito. Está justificado que esto ocurriera, porque en Guadalajara tienes la sensación de vivir un Sant Jordi multiplicado por cuatro.

Algo que me ha sorprendido es que los lectores traten a los autores como si fueran superestrellas. Cuando he firmado ejemplares de Fervor parecía que fuera un cantante famoso dedicando su último disco. Incluso los periodistas se emocionan: uno me pidió hacerse una foto conmigo durante la entrevista, como si yo fuera Britney Spears. Para mí, que vengo de Barcelona, ​​donde la literatura se vive de forma más contenida, ha sido una experiencia importante".

6.

Josep Pedrals, poeta

"Muchos autores hemos acabado haciendo de embajadores culturales"

"He estado en México varias veces para participar en festivales de poesía: en la capital, en Puebla, en Monterrey... Como ya había hecho algunos amigos, en Guadalajara montamos algunos recitales al margen de la feria, a la que he ido para presentar una antología bilingüe publicada en Ecuador, Insinuando la incógnita. De la FIL me ha gustado que hubiera todos los géneros literarios representados, y también proyectos como Ecos de la FIL, en el que te llevan a un instituto para hablar con los alumnos. A mí me tocó ir a un centro que estaba en un entorno rural, cerca de las montañas. Me trataron como a un rey, ¡lo que se agradece!

Ir a la FIL ha sido una buena oportunidad para explicar quiénes somos y para decir que Barcelona es la capital de Catalunya. Para hablar del estado de la lengua, y de cómo la diglosia se nos está comiendo. Tengo la sensación de que unos y otros hemos querido ser didácticos y hemos terminado trabajando de embajadores culturales. Es muy conveniente, teniendo en cuenta tal y como están las cosas".

7

Gemma Ruiz Palà, escritora y periodista

"Hemos tirado gasolina, metafóricamente hablando, para que la obra de Montserrat Roig estalle por todas partes"

"Llegué a Guadalajara después de unos días de promoción en Ciudad de México de las traducciones al castellano de mis novelas. Estoy muy contenta con el trabajo de las editoras de Consonni, porque gracias a ellas pude hacer presentaciones y muchas entrevistas. En la feria comprobé los efectos de la buena campaña de prensa previa a la capital. ~BK_S programación hacía pachoca. He estado muy contenta de explicar, junto a otras autoras, cómo hemos cambiado el relato de las maternidades, con la voluntad de mostrar lo complejos y superar ideas como la pureza y la abnegación. Me ha gustado mucho poder participar en el acto de tirar gasolina, metafóricamente hablando, porque la obra de Montserrat Roig estalli por todas partes, tanto en el homenaje como en la grabación del podcast Amiga date cuenta.

Cuando fui a un instituto de un pueblo junto a Guadalajara a hablar de mis libros me encontré con 300 alumnos que habían hecho una lectura muy profunda y trabajada. Siempre es muy gratificante el contacto con los jóvenes. Y me ha gustado poder volver a cerrar filas con el grupo de periodistas y autores catalanes que corríamos por la feria. ¡Me he hecho muy feliz, de verdad!".

8.

Xavier Salomó, ilustrador

"Si la FIL hubiera invitado a Barcelona hace 10 años la literatura infantil y juvenil habría estado ausente del programa"

"En casa hemos tenido un otoño movido: con Meritxell Martí, mi tándem profesional y también pareja, primero viajamos a Nueva York para presentar la versión americana deUna cena de miedo, después fuimos a un festival de literatura infantil en Islandia –donde el año pasado recibimos el premio el mejor libro infantil– y, finalmente, Txell hizo un tour por el sur de Francia y yo uno por los Países Bajos.

La experiencia en México ha sido muy positiva. Si la FIL hubiera invitado a Barcelona hace 10 años, la literatura infantil y juvenil habría estado ausente del programa. Ahora, por suerte, ha sido distinto. Las ventas y traducciones de muchos autores han crecido y nos han puesto en el mapa. También hay que agradecer la sensibilidad de Anna Guitart, que lleva años picando piedra para visibilizar la literatura infantil y juvenil.

Una de las anécdotas más emocionantes que me ha pasado es que vino a verme una familia de Ciudad de México –los padres y las tres criaturas– con una maleta de avión vacía que querían llenar con libros nuestros. Me pasé una hora entera escribiendo dedicatorias".

9

Elisenda Solsona, escritora y profesora

"Me ha golpeado muchísimo, la feria de Guadalajara, y ya la añoro"

"Me ha golpeado muchísimo, ir a la feria de Guadalajara, y ya lo añoro. En sólo cuatro días de viaje, me ha transformado. Pasar tanto tiempo y tan lejos de casa con escritores y editores que conocías de Barcelona te permite construir una relación diferente. Primero compartí una mesa redonda sobre maternidades con Gemma Ruiz y Bego. bonito ver que tenemos tantos elementos en común y tantas inquietudes. La última tarde participé en una sesión de literatura especulativa sólo con autores latinoamericanos. Las miradas del público y de los demás autores enriquecieron y transformaron los temas de Mamalía: la búsqueda de la identidad, la cosificación de los cuerpos femeninos, la mercantilización de la reproducción...

El entusiasmo del público mexicano es otro de los elementos que destacaría. No sólo hay mucha gente, sino que el interés por tu obra es enorme y sincero. El día que me marchaba decidí que no podía marcharme sin ir hasta el centro de la ciudad y pasearme un rato y practicar mi otra gran pasión: la fotografía. Fueron dos horas mirándome las calles y la gente con la cámara. Nunca las olvidaré".

10.

Dolores Udina, traductora

"Me sorprendió el interés mexicano por la experiencia catalana"

"Un resumen rápido de la feria del libro de Guadalajara es que hay tantas actividades que acabas agotada. Participé en una mesa redonda sobre traducción y también en el seminario organizado por el Institut Ramon Llull y la Asociación Mexicana de Traductores Literarios (AMETLI): las ponencias fueron interesantes, ágiles y muy profesionales. Me sorprendió el interés mexicano por la experiencia catalana. Nos preguntaban, por ejemplo, cómo vivimos la diglosia y el bilingüismo y qué libros se traducen en Cataluña.

AMETLLE y Llull han hecho mucho vínculo estos días. Al final de las jornadas hubo una cena distendida y divertida, una de esas cosas que quedan fuera de la feria pero de las que pueden acabar saliendo proyectos interesantes".

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