El hogar es el sitio más peligroso para las mujeres

Filóloga y ex diputada en el Congreso de los Diputados por En Comú Podem, Mar García Puig (Barcelona, ​​1977) sorprendió y mucho con su primer libro, La historia de los vertebrados –que recibió el premio Ciutat de Barcelona en la categoría de ensayo, humanidades e historia–, donde volcó sin tapujos su experiencia sobre la poco explorada alianza entre maternidad y salud mental. A mí me cautivó por su descarnada sinceridad y porque estaba pasado por la criba de su formación literaria, y el resultado era una combinación muy equilibrada entre la cordura y el arrebato, entre la experiencia descarnada y la meditada conciencia.

Con Esto tan tenebroso lo ha vuelto a hacer: ha vuelto a mezclar sus angustias y su amor por los libros. García Puig es, ante todo, una letraherida, y por eso ha bautizado el libro con cita de La tormenta shakespeariana. En este caso, el tema principal es la metáfora, mejor dicho la tendencia que tenemos que hablar con metáforas: "Pronunciamos una metáfora, como mínimo, cada veinticinco palabras. O sea, unas seis metáforas por minuto. En una hora de diálogo ininterrumpido, se llamarían trescientas sesenta metáforas". Y si hablamos con metáforas, vivimos en las metáforas. Con las metáforas sustituimos al mundo real por lo que imaginamos. Y quizás más ella que otras, dada su confesada necesidad de amor, que la hace buscarle "a veces arrastrándome por el suelo y otras con soberbia orgullosa".

La metáfora, y por extensión el lenguaje como constructor de realidades, es aquí una excusa sostenida que sirve a la autora para hablarnos de su momento vital –mujer separada con dos criaturas gemelas– y de su amor por la literatura gótica hecha por mujeres, esa literatura de la perturbación del siglo " fantasmas de las escritoras góticas de otros siglos y nuestros cuentos tan a menudo tildados de egocéntricos reflejan la misma lucha por ser autoras y narradoras de nuestras vidas y nuestras muertes". Una correspondencia muy oportuna, por las equivalencias –que no semejanzas– entre los miedos de unas y otras.

A su familia a García Puig siempre le dicen que se parece a la tía Alba, que al estilo de la protagonista deEl papel de pared amarillo de Charlotte Perkins Gilman, y debido a sus inquietudes, veía en las paredes cosas que no estaban. La literatura gótica nos habla del hogar como el lugar más peligroso para las mujeres y sabemos que la violencia de género abunda en escenarios domésticos: "Todo el mundo es capaz de experimentar el terror cuando lo que conocemos se convierte en amenaza. Pero las mujeres hemos convivido históricamente con él".

En Esto tan tenebroso, un libro que no llega a la potencia del anterior, pero que anda por los mismos senderos con una gran coherencia, viajamos con la autora al mundo prefabricado de Disneyland París, donde pasa unos días con sus hijos como en una burbuja con visitas recurrentes a la mansión encantada. Y le acompañamos en la Feria del Libro de Buenos Aires, donde va por trabajo y sin descendencia, y donde lo que más le interesa es el cementerio de la Recoleta. De equipaje, citas de Aristóteles, Dickens, Virginie Despentes y, claro, de Susan Sontag.