Leer contra el cáncer

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Un hombre enfermo de cáncer recibe quimioterapia en una imagen de archivo.

BarcelonaMe atrevería a decir que la muerte de la periodista Anna Pérez Pagès ha tocado a mucha gente, no sólo aquellos que la conocíamos. Siempre es impactante que muera una persona joven, y es tristemente recurrente el "eso no tocaba", pero, en este caso, además, la causa es un mal que nos es familiar a todos. Me cuesta mucho imaginar a una persona (y, ya me sabe mal, ojalá fueran muchas) que no haya tenido ningún contacto con el cáncer: ningún amigo, ningún familiar enfermo. Seguro que ha pensado en alguien, cuando ha visto la noticia de la enfermedad de Anna. Y está toda la gente que lo sufre en primera persona, claro. El dolor y el sufrimiento inmensos que provoca esta enfermedad son una especie de lenguaje común, terrible, que nos hace sentir cerca a personas con las que, seguramente, no compartimos gran cosa. La lucha contra esta lacra es quizás uno de los pocos frentes comunes que nos harían coincidir a todos.

El día que murió Anna, yo tenía que salir al Todo se mueve de TV3 hablando de una iniciativa que quiere apoyar la investigación contra el cáncer, y no fui capaz (Berta, Roser, Helena: gracias por hacerles cargo). Es una campaña que me parece importante, que nos interpela a todos, y por eso quiero dedicarle el artículo de hoy: mi objetivo es que participáis en Pasamos página. A algunos quizá os sea familiar, porque la iniciativa surgió poco antes de la pandemia, por lo que no pudo llevarse a cabo. El origen es la librera Olga Federico, de La Imposible, que sufrió la enfermedad y quiso agradecer y devolver de algún modo a la sanidad pública todo lo que hicieron por ella. El mismo sentimiento lo tenía otro librero, Érico del Arco, de la Documenta, ya partir de ahí pensaron que el mundo del libro podría contribuir de algún modo a la investigación. Efectivamente, este 2024, la iniciativa está pensada para hacer de la lectura una herramienta de transformación social: la campaña, organizada por el Gremi de Llibreters, el Hospital Clínic y la Fundació Collserola, quiere cambiar minutos de lectura por minutos de investigación. No es necesario realizar aportaciones económicas, aunque son más que bienvenidas. ¿Cómo participar? Vaya a una librería que esté vinculada a la campaña. Están repartidas por el territorio (puede consultar el listado y cualquier duda que tenga en la página web, Giremfull.cat). Allí, le darán un punto de libro, que ha diseñado Natalia Pàmies, con un dibujo de Cristina Losantos. Tome cualquier libro (si lo compra entonces, fabuloso; si es de la biblioteca o es el que tiene en la mesilla de noche desde hace un año, también fantástico). El siguiente paso: lea el libro. Rellene el punto de libro que le habrán dado con comentarios sobre la lectura (¡no se asuste, no hace falta hacer una redacción!) y devuélvelo a la librería. Todos estos puntos de libro se contabilizarán en forma de minutos de lectura y los minutos de lectura se transformarán en minutos de investigación en nuevos tratamientos en inmunoterapia contra el cáncer. El objetivo es llegar a las 1.000 horas de investigación, que asumirán los padrinos de lectura que colaboren en el proyecto. Tenemos, tenemos, hasta el 23 de abril. ¡A leer!

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