Educación

La mejor maestra de maestros de Cataluña

Marta Mata
30/11/2025
Director adjunto en el ARA
3 min

En medio de un ambiente educativo enrarecido, a las puertas del 2026, año de su centenario, se empieza a recuperar la figura de Marta Mata i Garriga, maestra de maestros: Raimon Portell ha escrito el libro que lleva este título, publicado por Rosa Sensat. Una inyección de esperanza por ir del mejor pasado a un futuro posible.

Si digo que era la mejor de Catalunya, pocos dudarán. Tenía un don y una gran fuerza interior. Y una sonrisa optimista. Su madre, Àngels Garriga, se había formado en la escuela de maestros de la Mancomunidad con Alexandre Galí, Artur Martorell, Rosa Sensat, Pau Vila, Pompeu Fabra y Carles Riba, y después había trabajado en la Escuela Baixeras, donde con 3 años Marta ya era alumna. Siguió a la madre en el Grupo Escolar Pere Vila, todavía hoy en funcionamiento frente al Arco de Triunfo de Barcelona, ​​obra del arquitecto Josep Goday, que años después haría la Escuela del Mar, bombardeada por la aviación fascista y que parece que finalmente se reconstruirá.

En Pere Vila había biblioteca (con dos profesionales, abría por la tarde para los adultos del barrio), sala de música, calefacción, salían de excursión a visitar museos, no se hacían exámenes (los maestros hacían un seguimiento personal e intenso de cada niño). Al cumplir los 12 años, Marta pasó al Institut Escola, en la Ciutadella, delante del Parlament. Dirigido por Josep Estadella, que conocía a todos los alumnos por el nombre y cada día les salía a despedir en la puerta, también tuvo de maestra a Angeleta Ferrer, hija de Rosa Sensat. Con el padre muerto y la madre depurada como maestra (por sus creencias religiosas), en 1938, en plena guerra, la familia envía a Marta al campo.

Después de la guerra, la madre vuelve a ser depurada, ahora por catalanista, y Marta contrae tuberculosis: cuatro años de enfermedad en la masía familiar de Saifores, cal Mata, los dos primeros en la cama. Le asiste el médico Cinto Reventós, tío del futuro político socialista Joan Reventós, con quien le uniría una sólida amistad. Aprovecha la enfermedad para leer mucho y estudiar inglés. Y se arraiga en la tierra. Se va haciendo campesina: gallinas, uvas, fuego en el suelo en la cocina... Todo combinado con la afición a los libros y con un grupo de niños del pueblo que cada tarde se reúnen en Cal Mata, donde ella les cuenta cuentos y les hace realizar todo tipo de actividades: teatro, naturaleza, lectura, tertulias, juegos, ajedrez, música...

Alexandre Galí, Artur Martorell y Pau Vila la visitan a Saifores. Decide estudiar pedagogía por libre en la universidad. Dos veces por semana baja en Barcelona. Se incorpora de bibliotecaria en la escuela Talitha. Con el tiempo, ve que faltan buenos maestros y en 1961 pone en marcha en la masía de Saifores el Primer Congreso de Pedagogía Barata. El mismo año se implica en la creación de la revista Caballo Fuerte, ella que tanto había leído el Patufet, y en colecciones de títulos en catalán en Vicens Vives y La Galera, e impulsa dibujantes como Fina Rifà y Pilarín Bayés. En 1965 crea la Escuela de Maestros Rosa Sensat, que hasta 1969 recibe apoyo económico de Jordi Pujol.

A la muerte de su madre, su hermano José, el heredero, le cede Cal Mata, que convierte en casa de colonias y refugio suyo. En los años 70 organiza para la UAB una escuela de maestros oficial y con la Transición entra en política (PSC) y se implica en el impulso de la escuela pública catalana. Diputada, concejala de Educación en Barcelona (nombrada por el alcalde Maragall) y senadora, su prestigio y su "suave tenacidad" (así la describía el ministro Maragall) logran que la Generalitat de Pujol no haga una doble red de escuelas en catalán y en castellano, sino una única con el catalán como lengua vehicular. En 1983 participa en el I Congreso de Movimientos de Renovación Pedagógica. Y viaja por todo el mundo para conocer nuevas experiencias: Israel, la URSS, EEUU (Nueva York, Chicago, San Francisco), Finlandia, Dinamarca, Nepal, Polonia, Italia... También con su coche por Catalunya y España. "Cada niño es una sorpresa y eso puede poner en marcha cualquier teoría", cree Marta, siempre convincente, apasionada, con la mente abierta y un lenguaje llano. La mejor maestra de maestros.

stats