Obituario

Muere el escritor checo Ivan Klíma, ve disidente en contra de los totalitarismos

Superviviente del Holocausto, era uno de los autores más importantes de la República Checa del siglo pasado

Ivan Klíma en una imagen de archivo
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BarcelonaEl escritor checo Ivan Klíma (Praga, 1931-2025) ha fallecido este sábado a los 94 años. Superviviente del Holocausto, Klíma centró su literatura en narrar el impacto del autoritarismo en las personas y los efectos de vivir bajo regímenes totalitarios. Lo hizo en una cuarentena de libros, dos de ellos traducidos al catalán: Amor y basura (Ediciones 62, 2002) y El espíritu de Praga (Cuadernos Quema, 2010). Su voz disidente se desarrolló sobre todo a partir de las vivencias cuando era un niño, entre 1941 y 1945, en el campo de concentración de Terezín, donde fue encarcelado por los nazis. Allí empezó a escribir, buscando un refugio en su imaginación. Klíma trasladó en algunas de sus novelas y cuentos el horror que vivió durante aquellos años, especialmente en el libro Judge on trial (1991).

Buena parte de sus escritos también se centran en la era comunista, sobre todo en las consecuencias de la Primavera de Praga en 1968. Klíma había apoyado a Alexander Dubcek, que quería crear un "socialismo con rostro humano" en Checoslovaquia (nombre antiguo de la República Checa), pero va a su tropas a través del Pacto de Varsovia e invadieron el país. Entonces el escritor se exilió en Estados Unidos, donde ejerció de profesor universitario. En los años 70 regresó a Praga y se dedicó a editar y publicar textos clandestinos. También llevó a cabo una gran diversidad de trabajos: desde barrendero y albañilería hasta trabajador de un hospital. Su experiencia como disidente alimentó más adelante algunas de sus historias. De hecho, la mayoría se publicaron de forma clandestina, ya que las obras de Klíma estuvieron prohibidas en Checoslovaquia durante 20 años.

Klíma no fue reconocido como uno de los escritores más importantes de la República Checa hasta la caída del régimen comunista, en 1989. En ese momento se retiró de la vida pública y se dedicó a escribir, una reclusión que alargó durante dos décadas. Las obras del escritor de finales del siglo XX retratan a personajes que, tras haber obedecido fielmente a una dictadura, se encuentran a la deriva y perdidos en medio de las libertades adquiridas por un país que recientemente ha abrazado la democracia. En 1990, el novelista estadounidense Philip Roth escribió un artículo alabando a Klíma en New York Review of Books y en ese momento dos de sus libros, My merry mornings (1985) y Amor y basura (publicada originariamente en 1986) vendieron más de 100.000 ejemplares cada uno. Desde entonces, los libros de Klíma han sido traducidos a una treintena de lenguas.

En 2008, Klíma visitó Barcelona. El escritor protagonizó una conferencia en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) acompañado del editor Jaume Vallcorba, y justo después mantuvo una conversación con el escritor Sergi Pàmies. A lo largo de su trayectoria fue reconocido con el premio Franz Kafka de literatura en 2002 y recibió la medalla de la República Checa.

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