Música

Apoteosis de The Tyets en la sala Scala de Londres

La pareja de Mataró y la cantante Julieta llenan el famoso reciento de King's Cross, en el centro de la capital británica, frente a una diáspora catalana entregada

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Un momento de la actuación de The Tyets, en la sala Scala, de King's Cross, en el centro de Londres, este viernes por la noche.

LondresSabían cómo hacerlo y no han podido evitarlo. The Tyets, el dúo del Maresme que ha conseguido popularizar unas formas musicales hasta hace unos meses poco más que insospechadas, entre el reggatone trap y la sardana, lo han petado este viernes por la noche en la histórica sala Scala de King's Cross, en el centro de Londres, en el penúltimo de los conciertos de su primera gira europea, que los ha llevado a Madrid, Dublín, Bruselas, y que esta noche del sábado les ha hecho aterrizar en Conpenhague.

Éxito rotundo ante una parroquia convencida y entregada –800 personas, todo vendido– desde el primer momento, que había hecho los deberes, que conocía todas las letras, y que ni siquiera los iniciales problemas con el sonido, que retrasaron un poco el inicio de la actuación, no les desanimó. Al contrario. Los espoleó, coreando no sólo los grandes logros –Coti x Coti, La playa o Olivia, por ejemplo– sinó también Del 1 al que. Por unas horas, una significativa parte de la diáspora catalana del Reino Unido ha hecho de King's Cross su centro neurálgico, epicentro casi sentimental, capital de un exilio laboral o quizás estudiantil: el público era joven hasta límites de causar envidia de pacto con el Diablo.

Pacto que no hace falta que haga Julieta, una de las nuevas voces más sensuales y sugerentes de la música que se hace en Barcelona, que ha abierto la noche antes del dúo de Mataró con temas del tour Alguna nit, a los que ha añadido un estreno, la canción Lokura, dedicada a Bruna, una amiga que vive en Londres. Que Julieta suena por doquier, en Spotify, pero también en Instagram y Tik Tok, lo demuestra el hecho de que la parroquia también conocía sus letras, no sólo Tú Juru Ju sino también Claro que t'he trobat a faltar, que ha cantado con The Tyets. El próximo jueves actúa en el Apolo, con todo vendido ya, y Londres, su primer concierto fuera de España, ha parecido una etapa más de un crecimiento meteórico. El próximo paso, quizás, menos sonidos metálicos y más acústicos y piano, para que la voz vuele aún más, a la altura de unas letras que cuentan historias de su tiempo.

La energía de los de Mataró ha puesto en un trance en la seguridad de la sala. Hacia el final, cuando Oriol Ramon se ha dejado caer sobre la multitud para ser llevado de mano en mano, como si la sala Scala fuera Woodstock o Glastonbuty, el jefe de seguridad ha salido a su rescate, para evitar incidentes mayores. Un jefe de seguridad poco acostumbrado a la presencia de aficionados a los castillos humanos y las esteladas: también se ha lanzado, con espíritu de piolín moderado, cuando se han levantado un par de pilares castellers con voluntad de tocar un cielo metafórico. El final del show, con la inevitable sardana que evoca el Coti x Coti, ha sido apoteósico. Espectáculo que anuncia otros, mucho más multitudinarios, tanto de los Tyets como de Juelita.

'Coti x Coti', canción con la que han cerrado el primer concierto en Londres el grupo The Tyets.

Pareja de emprendedores

Más allá de los tres artistas, los verdaderos artífices detrás de tanta fiesta, música y un cierto desenfreno, dentro de un orden, no son dos gentlemen londinenses. Son un par de catalanes igual de envidiosamente jóvenes. Pero son Bona Gents, juego de palabras que mezcla catalán e inglés, y que es el nombre oficial de la promotora musical que la pasada primavera crearon Oriol Vidal y Bayés, de 28 años, y Benet Aragay y Prat, de 27, y que ha hecho posible el concierto de este viernes. Promotora cuyo objetivo es muy claro: "Dar conciertos de grupos catalanes para una comunidad transversal [de edades diversas] que reside en Reino Unido", como ellos dos.

El nombre de la compañía es también una declaración de intenciones, ya que detrás está la voluntad de "conectar culturas". Y lo que parecía que debía ser una experiencia única, ad hoc para la sesión de Julieta y The Tyets, tiene ya más proyectos en cartera para el 2024. Siempre con la voluntad de reunir a un grupo o un artista consolidado y uno emergente.

Julieta, en un momento de su actuación en la sala Scala, de King's Cross, en el centro de Londres, este viernes por la noche.

Ambos estudiaron Relaciones Internacionales en Barcelona, pero no fue hasta que coincidieron en Londres, en el mismo trabajo, cuando establecieron la amistad que les ha llevado a poner manos a la obra, cosiendo relaciones con algunas de las entidades más arraigadas de la comunidad catalana en las islas: por ejemplo Catalanes UK, pero también la Escuela Catalana de Londres, el Institut Ramon Llull o los Castellers de Londres y de Edimburgo. "Picando mucha piedra", enviando correos para buscar desde una sala de conciertos hasta un patrocinador que se sienta a gusto con la propuesta que hacen –Estrella Damm ha hecho de la sala Scala de King's Cross casi un local de música en vivo de cualquier sitio de Catalunya–, han logrado en la primera iniciativa un éxito: musical y económico, porque han vendido todas las entradas. Y devolverán a la comunidad una parte de lo que sacan, ya que un porcentaje de los beneficios irán a parar a la Escuela Catalana de Londres.

La sala Scala ya había ofrecido algún concierto de grupos catalanes. A partir de ahora King's Cross, en el centro de Londres, puede convertirse en un referente para la buena música que promueva Bona Gents. No por azar, o quizás sí, el trabajo de fin de grado que hizo Xavier Coca de sus estudios de negocios internacionales era un business plan para tocar con The Tyets en Londres. La casualidad ha querido que la sala que ha abierto sus puertas a Vidal y Aragay fuera la misma.

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