Un clamor de solidaridad musical con el País Valenciano bajo la lluvia

BarcelonaEste viernes, antes de las ocho de la tarde, la avenida Maria Cristina de Barcelona se fue llenando de gente que había pagado los 25 euros que costaba la entrada al concierto Catalunya con el País Valencià, impulsado por Òmnium Cultural y el ANC . Éxito de convocatoria para un aforo de 15.000 personas, pese a la lluvia. La solidaridad musical con los afectados por la DANA implicaba a una veintena de grupos artistas de diferentes generaciones, de Julieta y Figa Flawas a Lluís Llach y la Eléctrica Dharma, pasando por Sopa de Cabra, Brams, Santi Balmes, Joan Dausà y Oques Grasses, entre otros.

El toque de inicio, tras una sesión de DJ Ernest Codina, lo dio Edu Esteve, y las actuaciones se alargaron más allá de medianoche. “¡A todos los que se están dejando la piel en la Comunidad Valenciana!”, dijo Edu Esteve recordando el trabajo de los voluntarios. El guión era lo habitual en eventos de este tipo: un par de canciones por actuación y DJ de continuidad. El grupo valenciano La Fúmiga protagonizó uno de los primeros momentos emocionantes de la noche cuando tocó Entonces, dedicada a l'Horta Sud y la Ribera, y Debía pasar, que coincidió con el despliegue de una gran estelada entre el público. El tono reivindicativo se acentuó con Brams, cuyo cantante, Francesc Ribera, pidió “pasar cuentas” con los responsables políticos de los efectos de “la barrancada”. Entonces, la intensidad de la lluvia en Montjuïc obligó a hacer una pausa de cerca de una hora, lo que facilitó que el público pudiera tratar de guarecerse fuera del recinto.

Esparcida la lluvia y secado el escenario para evitar sustos eléctricos, el concierto continuó con el entusiasmo renovado del público, menos numeroso que antes del chaparrón pero muy participativo. “Incluso a uno de 76 años le hizo temblar”, dijo Lluís Llach, que interpretó Que tengamos suerte con Borja Penalba, Pau Franch y Montse Castellà. Juntos también cantaron País pequeño y O todos o nadie, una composición de Penalba a partir de un texto de Bertolt Brecht cargado de intención.

Joan Dausà, Santi Balmes y David Fernàndez

El espíritu colaborativo se mantuvo cuando Joan Dausà, en el piano, y Santi Balmes hicieron Yo nunca nunca y Incendios de nieve (de Love of Lesbian), con el público acompañando a los lo se los. A continuación se añadió David Fernández para decir Estellés y cantar Caer no dolía con Dausà y Balmes antes de dar paso a Sopa de Cabra, que inyectaron pizca de rock por la noche con El loco de la ciudad y Si te quedas conmigo.

Apaivagada la amenaza de lluvia y con el Mon DJ repartiendo remezclas turbo de Estopa, Juan Magán, Quevedo y el Tobogán de Zoo, el concierto fue subiendo el tercio final con Els Catarres, que ofrecieron una Invencibles lo suficientemente pertinente. Canto de lucha de Ropa Estesa, que el público amplificó a la altura del verso "estamos en acto de protesta". Los gritos de “Mazón dimisión” se escucharon tras el parlamento de dos representantes de la Muixeranga de Barcelona, ​​que también apelaron al “pueblo unido, alegre y combativo” de Estellés. Fue como preludio de la intervención de la Eléctrica Dharma, que interpretó La muixeranga de Algemesí, himno valenciano por derecho propio de estas semanas. "Hoy por la Comunidad Valenciana y mañana por el derecho a la vivienda", dijo Lluís Fortuny, de la Dharma, recordando la manifestación convocada este sábado en Barcelona contra el precio de los alquileres. Poco a poco, el tono combativo de la noche se fue empapando de aires festivos y de celebración a medida que se sucedieron las actuaciones de Mama Dousha, Buhos, Julieta, 31 Hambre y Figa Flawas, hasta el final de fiesta con Oques Grasses, todo ello con el objetivo de recaudar dinero para los afectados por la DANA en la Comunidad Valenciana.