Xicu: "He tenido una época de toxicidad con la música y me ha costado reconciliarme con ella"
Músico. Publica el disco 'Sacrificis'
BarcelonaCesc Valverde (Castellbisbal, 1998), más conocido como Xicu, escribe canciones desde la oscuridad y adorna sus historias crudas con ritmos variados y sonoridades atrevidas. Además de tocar la batería en el grupo Ginestà, Xicu ha perseguido su carrera en solitario como productor y cantautor, desde que debutó con el EP SOLO (2021). Después de tres canciones de adelantamiento, acaba de publicar el disco Sacrificios (Delirics, 2024). El álbum incluye una decena de canciones de pop y música urbana, que se podrán escuchar en directo por primera vez el 16 de enero de 2025, en la sala La Nau de Barcelona. El proyecto cuenta con la colaboración de Triquell, Souto, Socunbohemio, Ven'nus y Maria Hein. Junto a ellos, Xicu habla de la recompensa del sacrificio, como dejar atrás el grupo del pueblo, los recuerdos de la infancia o las relaciones sentimentales complejas.
¿La composición te ha servido para reconciliarte con las experiencias vividas? ¿Puede considerarse un homenaje a tu propia historia?
— Sí, es bastante autobiográfico. Pero he hecho que las historias sean mucho más duras que en la realidad. Para mí lo importante es que la base sea sincera y bastante personal, después hay cosas que están exageradas.
Las letras tienen un tono oscuro, pero también hay un trasfondo esperanzador. ¿Qué sentimiento crees que predomina en el disco?
— A mí las cosas siempre me tienden a quedar muy tristes y oscuras. Sorprendentemente, la gente que ha escuchado Sacrificios me ha dicho que es hermoso y de superación. Quizás por el título te esperas que haya vuelto a hacer algo apagado y, en cambio, cuando lo acabas, ves que es un álbum agradecido.
Por ejemplo, en la canción Gracias al sacrificio dices: "Si me puede herir seguro que vale la pena".
— Llevo bastante tiempo pensando que el dolor nos ayuda a avanzar y que es muy importante encontrarnos en lugares donde no estamos cómodos. Sobre todo en el ámbito musical, para mí es necesario romper barreras y estar todo el rato explorando nuevas sonoridades. Quería hacer una canción que hablara de esto, porque he tenido una época de toxicidad con la música y me ha costado reconciliarme con ella. Pasarlo mal a veces te puede llevar en un sitio mejor si intentas proyectar en positivo.
El disco comienza con la canción Pausa, en colaboración con Triquell, que relata el sacrificio de distanciarte de los amigos de siempre para perseguir tu carrera musical. ¿Te arrepientes de algo desde que empezaste a hacer música como Xicu?
— Arrepentirme no. Pero yo vengo de Castellbisbal y no hay tanta movida como aquí; por eso decidí venir a vivir a Barcelona. Quieras o no, es un distanciamiento con el grupo de toda la vida. Fue complicado porque un amigo enfermó. Leer la noticia de que tenía cáncer me hizo reflexionar mucho y me salió esta canción.
Cantas: "Perseguir mi sueño me ha hecho ser egoísta y me ha rodeado de gente que quiero perder de vista". Además de tu carrera en solitario, también haces gira como batería del grupo Ginestà. ¿Tienes buenas amistades en la industria musical?
— Muy buenas amistades. Esto es una de las cosas que he exagerado, para ponerte en la piel de este personaje. Sin embargo, hace muchos años que giro con Ginesta y me he encontrado en situaciones de decir "Yo quiero estar en casa" o "Quiero ir de fiesta mayor con mis amigos". He tenido muchos momentos de mi carrera que he pensado que es muy sacrificado, porque estoy rodeado de gente que no conozco y mis amigos no paran de hacer cosas; aunque es un trabajo agradecido y trabajo de lo que me gusta.
Hay una canción, Sacrificios, que es especialmente cruda porque habla del maltrato infantil. Dice: "Yo quiero estar tranquilo como los demás niños". ¿En qué te has inspirado a la hora de escribir la letra?
— Para mí el tema de los niños que crecen mal en su casa siempre ha sido delicado. Vi una película que se llama El Bola, de Achero Mañas, que me inspiró muchísimo y me salió hacer ese tema. Creo que si alguien ha vivido algo similar, puede agradecerlo. No conozco canciones que hablen de esto. Con el álbum entero quería hacer letras que golpeen, lleguen a dentro y provoquen emociones. Esa canción es el punto fuerte del álbum.
Eres productor y compositor. ¿Qué has priorizado a la hora de realizar este disco?
— Las letras. La producción es algo que a veces incluso me da pereza. Como productor que ha hecho discos de pop con Ginestà, se espera de mí que haga una producción increíble. Con este álbum he querido hacer algo muy sencillo, donde la música simplemente sea un acompañamiento de las letras.
Qué cambio de sonoridad hay respecto a tu primer disco, Azul (2022)?
— Es una evolución total. Sacrificios es una versión 2.0 de Azul. A mí me gusta más, porque es más maduro y está más asentado en el suelo. Azul era un intento de un niño que buscaba qué hacer.
¿Crees que con Sacrificios ¿has encontrado tu identidad musical?
— A cada verso que escribía lo iba encontrando más y me sorprendía. Pensaba "Esto suena mucho a mí" ya la vez "Es nuevo para mí". Los amigos que más me conocen me dicen "Esto es superchicuiano". Yo creo que poco a poco se va dibujando la sonoridad que tengo. Es guay irla descubriendo uno mismo.
Lo nuestro tiene una sola estrofa que se repite durante casi tres minutos con distintos ritmos de pop y reggaeton. ¿Qué intención hay detrás?
— Estaba haciendo un álbum muy intenso. Me salió esta estrofa y pensé en hacer una canción más ligera, una pequeña historia de una pareja. Al principio no estaba del todo convencido, porque tengo la tendencia de escribir siempre párrafos largos. Pero me forcé a hacerlo y después me gustó el resultado. La canción está ubicada en un punto concreto del disco para rebajar la intensidad. Porque si no, llegaría un momento en que ya no estarías concentrado en lo que estoy contando.
Cuando te preguntan por tus referentes, citas al cantautor y productor madrileño Rusowsky. ¿Qué crees que tiene en común?
— No soy ultrafano de referentes como Rusowsky, Ralphie Choo o Tristán. Para algunos temas me basé en su sonoridad, porque es lo más parecido a la música alternativa de aquí. Fueron de los primeros en crear esa sonoridad de habitación, de mezclar muchas cosas y jugar con las voces. Hay una clara referencia a ellos pero también, salvando las distancias, en Kanye West, Frank Ocean, Tyler the Creator o Travis Scott. Es decir, la música urbana estadounidense con historias densas y conceptuales. A mí también me gusta realizar trabajos así de completos.
El disco cuenta con las colaboraciones de Triquell, Souto, Socunbohemio, Ven'nus y Maria Hein.
— Sí, tengo la suerte de que son grandes amigos, los quiero mucho y me inspiran sus voces y las historias que cuentan. Cada canción me pedía mucho que estuviera esa persona. Hacer Pausa con el Triquell fue un viaje, porque sus corazones y su voz me encantan. Con Maria Hein, la canción pedía a gritos que estuviera ella. Hay una versión que cantaba yo sólo y es una mierda comparada con la de María. Ha sido muy fácil y espontáneo, vino a casa y en una tarde lo teníamos.
Últimamente, se está hablando mucho de la nueva ola de artistas que lideran la industria musical catalana, conocida como la Banda del Patio. Tú participaste con ellos en el disco colaborativo Navidad Mix 2023, con la canción Merry Xmas. ¿Qué lugar ocupas en este nuevo relato musical?
— Creo que estoy fuera. Pero tengo muchas amistades y la respeto mucho, porque gracias a esta movida se ha potenciado mucho la figura del productor. Aunque son estilos que no me van, hay gente joven haciendo cosas interesantes. Sobre todo han tomado protagonismo las chicas. Los proyectos de la Julieta, la Mushkaa y Maria Hein son los más interesantes del panorama con diferencia y hacían mucha falta. Pero no es música urbana y se le etiqueta como tal. Es el nuevo pulpo y está chulo.
Ellas tres forman parte de los nombres más repetidos en los carteles de los festivales de este verano. ¿Crees que hacen falta más propuestas alternativas a los festivales?
— Sí, pero esto ocurrirá siempre, porque no somos mainstream y tampoco jugamos a serlo. No encuentro justo quejarme de que no estoy en ningún cartel, porque no hago música para los festivales. Hay otros espacios, como el Primavera Sound o el Embassa't, donde actúan muchos grupos de mi rollo. Me veo más en lugares así, en vez de pretender tocar en Canet Rock.
¿Cuál es la canción que tienes más ganas de cantar delante del público?
— Todo el disco me gusta porque es nuevo para mí. Las canciones ya me provocan muchas cosas cuando las escucho con el móvil, me imagino en un escenario, en el que llega muy diferente la música. Sobre todo tengo ganas de cantar Gracias al sacrificio, que es muy festiva y cerrará el directo; será el punto fuerte del concierto.
¿Qué expectativas tienes del recibimiento del disco?
— Nunca son ninguna locura mis lanzamientos. Pero tengo suerte de tener un público que se escucha bien las letras y lo que cuento. Yo espero que esa pequeña gente, que es fiel a lo que hago, lo reciba bien y se conmueva.
¿Y quizá ampliar la audiencia hacia otros nichos?
— Esto nunca se sabe, pero me gustaría. Con mi música busco que las historias lleguen al máximo de gente.