Concierto

Morad: “Empecé el año en prisión y aquí estoy, en un Sant Jordi lleno”

El rapero entusiasma a más de 16.000 espectadores en un concierto vibrante y catártico con Lamine Yamal entre el público

Morad en el Palau Sant Jordi
04/01/2025
3 min

Barcelona"Ha sido un año muy difícil", ha reconocido Morad con la emoción a flor de piel casi al final del vibrante concierto que ha ofrecido en un Palau Sant Jordi a reventar con más de 16.000 personas que han agotado las entradas. "Se han dicho muchas cosas de mí, han salido muchas noticias", remarca, y no exagera. Poco después de llenar a principios del año pasado tres noches seguidas el Sant Jordi Club, le condenaban por haber incitado a una multitud a tirar piedras contra la policía e ingresaba unos meses en Can Brians. "No me siento orgulloso, pero empecé el año en prisión y aquí estoy, en un Sant Jordi lleno", ha dicho sin chulería ni perplejidad. Para Morad, el de este viernes no era sólo un concierto, era una catarsis: el concierto más grande, cerca de casa y ante su gente. Seguramente el más importante de su vida.

De hecho, nada más arrancar el concierto con Niños pequeños ha confesado los nervios que sentía: "Hace un momento quería tirarme de un quinto piso por el estrés, pero ahora, por fin, ha llegado mi momento". Y así es: no sólo viene de llenar el WiZink Center de Madrid, sino que, según Spotify, es el artista del Estado más escuchado en Europa, un dato que él mismo ha recordado mientras regañaba a la prensa por no hablar de "las cosas buenas" que le ocurren. "Hoy sí que han venido al concierto, ¿eh? ¿Y para qué?", espetó con rabia. A sus 25 años, Morad ya no se conforma con la comunión con su público, reclama el reconocimiento como artista clave de su generación.

Morad en el Palau Sant Jordi.

Hay que decir que aún le quedan cosas por mejorar en directo, como la escenografía, poco visible desde los laterales y demasiado naíf en la evocación literal de las calles del barrio de la Florida, con figurantes que van y vienen en patinete y el protagonismo forzado del hermano pequeño de Morad, Abraham. También rechinan las dos telas y una litera que representan la celda de una cárcel en Soledad. Pero a su público, muy joven y bastante paritario, le da igual: la conexión con las canciones es total, y se deja llevar por el gancho melódico de Seya, la contundencia de Motorola y Un amigo me falló o la muy aplaudida A escondidas ("Había prometido no tocarla nunca más, pero estamos en Barcelona, tengo que hacerlo", ha concedido generoso un Morad que, en realidad, ya tocó el tema hace unos días en Madrid). Y como de costumbre, sonó Estopa, que ayer escuchó en directo el cantado del grupo de Cornellà, David Muñoz.

Sorpresa en las gradas

Una de las imágenes del concierto llegó cuando el escenario se sumió en la oscuridad un par de minutos y, de repente, Morad apareció en las gradas laterales donde suele situarse la prensa, pero que este viernes estaban llenas a rebosar de invitados del músico, la mayoría amigos y vecinos de la Florida. Entre ellos, rodeado de una nube de móviles, Morad ha cantado Normal, un retrato en la vida en su barrio, y al acabar se ha ido escoltado por un grupo de miembros del equipo de seguridad. Desde ese momento el concierto ha entrado en una fase ascendente y el público ha enloquecido con la sesión de Bizarrap y la serie de invitados que han pasado por el escenario: el Grande Toto en la potentísima Ojos sin ver, Gazo en Fiesta y RVFV a Lo que tiene. Y aunque su colaborador más fiel, Beni Jr, no ha aparecido ("Mi hermano no ha podido venir, ha perdido el vuelo", le ha justificado Morad), su ausencia la ha compensado un Dellafuente sobrado de carisma en Manos rotas y la muy aplaudida No estuviera en lo malo.

El gusto de la venganza se palpa en la dedicatoria que el rapero ha hecho de Profesores, su canción sobre los maestros y educadores que le despreciaron cuando era un adolescente conflictivo: "Nunca subestimes a un niño pequeño, que la vida puede dar muchas vueltas". Más amoroso pero igualmente irónico ha sido su mensaje al jugador del Barça Lamine Yamal, presente en el palco del Sant Jordi, al que ha elogiado como "mejor jugador del mundo" antes de cantar Cómo están, su tema dedicado a Mbappé. "Tú tranquilo, que eres el mejor y ya viene la tuya", ha añadido conciliador. Ya en la recta final, con el público completamente entregado y Mamá me dice y Pelele excitando a los receptores dopaminérgicos, Morad se ha soltado, agotado y satisfecho, quizá consciente de haber vivido una gran noche que todavía no da la impresión de ser el punto culminante de una carrera fulgurante sino un salto de nivel sin techo en la vista. "¡Eso es un sueño!"

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