"Los grandes museos españoles tienen poco que restituir, pero hay que hablar de cómo se financiaron las colecciones"

BarcelonaEl director del programa Museo Habitat, Manuel J. Borja-Villel, tiene las ideas muy claras sobre cómo repensar los museos, pero también admite que llevarlo a la práctica es bastante complejo. Durante tres días se ha celebrado en el Ateneu Barcelonès el encuentro internacional Museo Habitat: Dar la vuelta a Hechizos con el objetivo de debatir y repensar no sólo cómo deben ser los museos sino también las estructuras de poder. Los museos han ido mutando desde el siglo XVIII y cuestionarlos no es algo nuevo. Ahora bien, según Borja-Villel, que dirigió al Macba y al Museo Reina Sofía y es asesor del departamento de Cultura de la Generalitat, estamos en un punto de inflexión. "Hemos entrado en una época de populismos, y eso significa emociones, fake news... Y los museos tienen una centralidad, una relevancia política que antes no tenían", asegura.

Una de las cuestiones que más se debaten últimamente son las restituciones. Buena parte de las colecciones de los grandes museos europeos proceden de las antiguas colonias. Borja-Villel recuerda que algunos museos alemanes han colocado en el lugar de una obra una cartela donde se explica cómo y en qué momento se rapiñó. "Hacer sólo crítica puede ser tramposo porque al final vuelve a colocar a los europeos en el centro, son ellos quienes hablan, y lo importante es descentralizar", dice. Como ejemplo, pone la lámpara de Coderch. "Todo el mundo la considera maravillosa, pero está hecha con madera de Guinea, porque es muy flexible. ¿Quién se pregunta de dónde venía la madera, y el extractivismo duro y bestia que estaba detrás?", reflexiona, y añade que también deben colocarse en el centro las voces y el arte que provienen de las ex colonias.

Los museos tienen los almacenes llenos de obras; por tanto, el responsable del Museo Habitat considera que es "un engaño" decir que devolver piezas puede empobrecerlos. Quizás podría perderse alguna obra emblemática y, en consecuencia, dinero y turismo. Sin embargo, según Borja-Villel, quienes tenían antes de la llegada de los europeos estas obras también tienen unos derechos. "Las obras son de quienes las hicieron, de los antepasados, y tienen muchas historias. El Reina Sofía es el custodio del Gernica, pero el cuadro de Picasso pertenece a los exiliados, quienes utilizaron la obra en los años 60 para protestar contra la Guerra de Vietnam, es memoria". Los grandes museos españoles tienen poco que restituir, sobre todo si se comparan con los museos alemanes , belgas o franceses que han iniciado algunos procesos de restitución. cómo se financiaron las colecciones, cómo se hizo esta Barcelona modernista tan maravillosa", dice el responsable del Museo Habitat.

Una de las cuestiones más complejas son las estructuras. Quiénes son los patrones, quién tiene acceso y quién no a estos patronatos. Quiénes son los comisarios ... ¿Está representado todo el mundo? "En los grandes museos hay muchas obras de artistas afrodescendientes, pero ¿cuántos comisarios o patrones hay que lo sean?", cuestiona Borja-Villel. "No puede que ocurra lo que ya denunciaba la bailarina afrodescendiente americana Katherine Durham (1909-2006)", añade. Durham, que también era activista y redescubrió la danza caribeña en Estados Unidos, tuvo mucho éxito en los escenarios estadounidenses, desde donde se dirigía al público lamentando que alguna cosa no funcionaba, porque los negros estaban detrás del telón pero no entre el público. para que nada se pueda hacer. Los artistas cambian en el proceso de creación, pero si les das una subvención para un proyecto, deben hacer exclusivamente aquello; si no, puedes tener muchos problemas. Es un problema grave que limita y empobrece, y los gestores se pasan el día haciendo papeleo", lamenta Borja-Villel. Sin embargo, existe un elemento de esperanza: "El tejido asociativo, la red de museos, que defiende la necesidad de cuestionar, debatir y cambiar las cosas".