'PVT Chat': ¿el cibersexo engancha más que el sexo real?

Una propuesta 'indie' y 'low cost' que explora otras formas de sexualidad desde una Nueva York subterránea

Fotograma de 'Pvt chat '
1 min

'PVT Chat '

(3 estrellas)

Dirección y guion: Ben Hozie. 86 min. Estados Unidos (2020). Con Peter Vack, Julia Fox y Keith Poulson. Disponible en Filmin

Julia Fox en el papel de Scarlett, una dominatrix en línea que obsesiona a Jack (Peter Vack), el protagonista que mantiene con ella una relación vía web, es el principal gancho de este film de ínfimo presupuesto y esencia indie dirigido por el también cantante punk Ben Hozie. Fox se dio a conocer en Diamantes en bruto de los hermanos Safdie, y PVT Chat también se situaría, desde una perspectiva mucho más modesta, en la órbita de un cine que, como el de los Safdie, retrata la Nueva York menos evidente, aquí desde una Chinatown de vida poco lustrosa, casi apagada.

Jack vive en un apartamento medio subterráneo y se gana la vida jugando al blackjack por internet. Hozie no lo concibe como un caso extremo sino como una encarnación de este nuevo paradigma en el que los vínculos sociales y sexuales se establecen de puertas hacia adentro y en espacios virtuales. La alternativa no es mucho mejor. El director presenta una escena cultural y artística neoyorquina muy desgastada, casi una parodia de antiguas épocas de esplendor. A partir de un momento, cuando el film deja de concebir a Scarlett solo como una cam girl y enfoca la narración desde su punto de vista, se explora hasta qué punto ella y Jack podrían establecer una relación convencional. Como propuesta indie, PVT Chat resulta coherente y se adentra en un territorio apenas transitado por el cine más comercial: es de agradecer su aproximación frontal, naturalista y explícita a otras formas de sexualidad, que ni idealiza ni escarnece.

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