Derechos de autor

Seis años de cárcel por plagiar 'El rey león' en el teatro

El Supremo condena a un productor que copió Disney y no pagó derechos de autor

ARA
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El Rey León en Madrid

BarcelonaEl mensaje está claro: mejor que no se te ocurra copiar una multinacional como Disney. Un productor musical que durante años produjo sus espectáculos haciéndoles pasar por productos Disney fue condenado por el Tribunal Supremo español a seis años de cárcel, una multa de 8.500 euros y una indemnización de 40.000 euros para Disney, por el delito contra la propiedad intelectual e industrial.

El productor presentó El rey de la sabana, el rey león de gira por España, según recuerda Efe. De hecho, se había dedicado a realizar varias obras sospechosamente parecidas a los títulos de Disney, como por ejemplo Supercalifragilístico, en lo referente a Mary Poppins, entre 2014 y 2016. Un juzgado mercantil de Valencia ya le puso una multa de 81.000 euros por plagio y le prohibió seguir con la obra. Ahora la sentencia firme ratifica lo que dijo la Audiencia y el TS de Valencia. Las penas accesorias son la inhabilitación para realizar obras de teatro durante más de tres años y libertad vigilada durante siete años, el pago del coste del juicio y otros 6.000 euros para una empresa internacional encargada de las licencias.

El condenado había defendido que solo era un intermediario y que nada tenía que ver con la autoría, plagio y distribución de las obras, algo que los testigos (incluso trabajadores suyos) y los contratantes contradijeron. Cuando Disney le interpuso una querella, los tribunales comprobaron que había registrado la marca Rey León y su banda sonora. En realidad, en 2011 Disney firmó la exclusividad con otra productora en España: Stage estrenó El Rey León ese año en la Gran Vía de Madrid, obra que todavía está en cartel. Un cartel oficial, por cierto, que el condenado también había plagiado. De hecho, se dedicaba a utilizar palabras clave de las obras originales para crear confusión, utilizando las marcas registradas pero con mínimos cambios estéticos, de guión, de nombre o de escenografía. A veces decía El rey de la sabana, pero no El rey león, por ejemplo.

El condenado, que tenía antecedentes por estafa, pedía también a algunos promotores y ayuntamientos los derechos de autor, y aseguraba que los gestionaba él. Incluso a juicio, cuando admitió que carecía de los derechos de Disney Enterprises, defendió que sí tenía los de la música, algo que los propietarios negaron.

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