Apuntes en caliente

Apuntes en caliente: ¿Seguro que el PSG necesita a Messi para dominar Europa?

Mbappé se corona en un Camp Nou vacío de vida

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Messi, capcot, al partido contra el PSG.

BarcelonaCompetir a corto plazo. El Barça de Koeman es un equipo pequeño cuando se enfrenta a los mejores. El PSG profundizó en la sensación de hace una semana en Sevilla. Los culés pueden gastar buenas maneras con el 4-3-3 y sacar partido a puntos de luz como Pedri o De Jong, pero solo contra rivales inferiores. Por eso la Liga está complicada, la Copa cuesta arriba y la Champions, directamente en japonés. Pensar en la remontada en el Parque de los Príncipes es hacerse daño. Tanto como comprobar que quizás es mejor que Messi se vaya si quiere volver a competir por todo a corto plazo.

Un golpe de efecto minúsculo. Si Piqué había presionado tanto para curarse no era precisamente para ser suplente. Y Koeman, que opina que no tiene suficientes defensas desde que asumió el cargo, lo devolvió al eje en la primera ocasión que tuvo. Más delgado e igual de mandón que siempre, el barcelonés aportó el punto de tensión que se necesita en las grandes citas. Ese grito que faltó, como dijo Griezmann, en la final de la Supercopa. Un golpe de efecto, sí, pero limitado al aspecto anímico. El Barça, ya se ha visto, necesita mucho más que recuperar un nombre clave a pocas horas de enfrentarse a un gigante europeo.

El cromo equivocado. Fue Dembélé y no Mbappé el escogido por el Barça cuando Neymar decidió irse a París. Y fue Mbappé y no Dembélé el que brilló en el primer Barça-PSG con uno en cada bando. Mientras uno lideraba la vanguardia de los franceses y retrataba a la defensa culé con un triplete sin despeinarse, el otro ofuscaba a sus compañeros decidiendo mal en casi todos los ataques y fallando una ocasión clarísima para hacer el 2-0 en un momento clave. Y esto con pelota, porque sin ella no ayudó lo suficiente como para minimizar las subidas de Kurzawa. Insuficiente para el Mosquito justo cuando el club, que necesita ahorrar en salarios, tiene que decidir si lo renueva o no.

Una decisión injusta. La poca ayuda de Dembélé en defensa hizo estragos en Dest, la apuesta de Koeman para el lateral derecho. Apuesta defectuosa, todo se tiene que decir, puesto que el norteamericano, entre el peso de la responsabilidad y los problemas físicos, ha perdido la chispa que tenía a principios de curso. Inexistente en ataque y extremadamente blando en defensa, el ex del Ajax jugó contra el PSG en el puesto de Mingueza, que venía de hacer partidos muy solventes en el carril derecho y ofrecía su repertorio como marcador para controlar las acciones de Mbappé em los dominios de un menguado Piqué. Todo el mundo menos el entrenador había visto que el de Santa Perpètua transmitía más seguridad.

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