El Palau Blaugrana vive el triunfo más extraño en décadas

BarcelonaNoche agridulce en el Palau Blaugrana. Un Barça más trabajador que brillante se deshizo del Zalgiris y se colocó en quinta posición de la Euroliga (82-70). El partido volvió a estar marcado por la masiva presencia de aficionados visitantes, lo que provocó el malestar de los seguidores culés. Los Dragones 1991 y Sang Culé abandonaron el Palau al principio del segundo cuarto. Toni Valle, alma mater del grupo de animación, se acercó al palco para abuchear a Josep Cubells, directivo responsable de la sección de baloncesto. "Lo ocurrido en el Palau es inadmisible. Los aficionados del Zalgiris diseminados por todo el Palau han provocado una situación insostenible que algún día hará que ocurra algo grave. La seguridad de nuestros jugadores y aficionados debe ser prioridad absoluta", dijo Sang Culé a través de un comunicado.

Joan Peñarroya, que volvió a tener las bajas de Nico Laprovittola, Juan Núñez y Jan Vesely, apostó por una corta rotación para superar a un rival incómodo. Darío Brizuela, autor de 20 puntos, fue el jugador clave.

El Barça tardó en coger el pulso a un partido que empezó subiendo (14-20). El Zalgiris logró ralentizar el ritmo de juego, una mala noticia para los locales. Cuando ordenó su defensa, el equipo azulgrana empezó a ofrecer su juego habitual ya tomar el control del marcador (36-31).

Pese a estar muy molesto con el arbitraje, el Barça encontró recursos para llegar a los últimos diez minutos con una ventaja sólida (59-51). Los esfuerzos del Zalgiris por recuperar la diferencia de puntos no tuvieron continuidad contra un equipo azulgrana muy concentrado.

Homenaje a los héroes de Grenoble

El Barça aprovechó el partido para homenajear a los integrantes del equipo azulgrana que hace cuarenta años consiguieron la Recopa de Grenoble en una recordada final, precisamente ante el Zalgiris. Leyendas como Manolo Flores, Epi, Nacho Solozábal, Juan Domingo Lagarto De Cruz, Xavi Crespo, Pedro Ansa, Ángel Heredero o Ferran Martínez recibieron el calor de una afición que no olvida a sus héroes.

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