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El Barça recomienda no tener relaciones con personas del mismo sexo en Arabia Saudí

El club azulgrana ha colgado en su página web una serie de polémicos consejos para los seguidores que viajen a la Supercopa de España

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Lewandowski, celebrando el segundo gol del Barça en la final de la Supercopa

BarcelonaEn Arabia Saudí, las mujeres no pueden escoger a su pareja o casarse sin el permiso de su padre o tutor legal. En Arabia Saudí, la homosexualidad puede llegar a comportar la pena de muerte. El Barça viajará por cuarta vez a este país para disputar la Supercopa de España. La idea de llevar el torneo a este estado autoritario de Oriente Medio fue de Luis Rubiales, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) investigado por acoso sexual y coacciones a la futbolista Jenni Hermoso, con la colaboración de Gerard Piqué cuando todavía era futbolista azulgrana.

El Barça, consciente de la falta de libertades de Arabia Saudita, ha publicado en su web una serie de recomendaciones para sus seguidores que viajen por su cuenta a Riad para ver la Supercopa que ponen las manos en la cabeza. "Se recomienda tener respeto y prudencia en los comportamientos en público y demostraciones de cariño. El comportamiento indecente, incluyendo cualquier acto de carácter sexual, podría tener consecuencias legales para los extranjeros", dice el escrito. "También pueden ser motivo de sanción las relaciones entre personas del mismo sexo y muestras de apoyo al colectivo LGTBI, incluido en las redes sociales", añade.

Fragmento de las recomendaciones del Barça a los seguidores que viajen a Arabia Saudí.

En una clara operación para limpiar su imagen internacional gracias al fútbol que también ha traído consigo fichajes como los de Cristiano Ronaldo, Neymar y Benzema, Arabia Saudí paga unos 40 millones anuales a la RFEF para que el mundo vea como el Barça y el Real Madrid compiten en sus tierras. De los 40 millones, unos 12,5 se reparten entre el club azulgrana y el blanco y el resto van a parar a los otros equipos participantes (en esta edición, el Atlético de Madrid y el Osasuna, el rival del Barça el jueves en las semifinales) y a las arcas de la RFEF. El contrato para que la Supercopa se siga disputando en la monarquía autoritaria del rey Salman de Arabia Saudí se extiende hasta el 2029.

El choque con los estatutos del Barça

Así, la participación en esta competición actualmente choca frontalmente con los valores y estatutos del Barça. Sobre todo desde que el 21 de octubre de 2021, ya bajo el segundo mandato de la junta directiva de Joan Laporta, se incorporó en los estatutos el siguiente artículo: "El club velará por la protección y promoción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos recogida en la Carta Internacional de los Derechos Humanos proclamada por las Naciones Unidas. El club, en sus actuaciones, tanto de carácter público como privado, velará por la igualdad de derechos y la dignidad de todas las personas". Además, añade que "promoverá los valores democráticos de la igualdad y la no discriminación" y "luchará por la erradicación de todas las actitudes machistas, homófobas y racistas en el ámbito social y del deporte".

Estas intenciones ya se pusieron en duda cuando, solamente dos meses después de este cambio en los estatutos del club, el Barça acudió a Arabia Saudí a jugar un amistoso ante el Boca Juniors y a embolsarse una buena cantidad de dinero con el pretexto de homenajear a Diego Armando Maradona. Sin embargo, el desplazamiento no lo hizo la vicepresidenta institucional del Barça, Maria Elena Fort, la máxima impulsora de la inclusión de este artículo en los estatutos del club.

"Me genera una contradicción personal muy importante. Yo no iré a Arabia, no he querido ir", explicó entonces Fort en los micrófonos de SER Catalunya. De todas formas, puntualizó: "No es una excusa, pero es una realidad. En estos momentos tenemos que salvar al Barça y, por tanto, muchos debemos respirar y hacer cosas que a veces no nos parecen bien". Durante el 2023, el presidente Laporta ha viajado a Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos para buscar nuevas vías de ingresos con las que mejorar la precaria economía del Barça.

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