"Chicos, tenemos que jugar este clásico con personalidad y deseo"
Xavi hizo una última arenga a sus jugadores para tocarles la fibra antes de asaltar el Bernabéu
MadridMadrid se ha despertado este lunes lluviosa, como si quisiera alargar la metáfora del baño con el que el conjunto azulgrana sometió al Real Madrid. La resaca del triunfo se mostraba hoy en las caras de los futbolistas azulgranas. El clásico fue el punto de inflexión verdadero que necesitaba este equipo y que Xavi Hernández había ido anunciando, paso a paso, prudente. "Todavía no hemos hecho nada", no se cansa de repetir el técnico de Terrassa. Pero, con él en el banquillo, el Barça ya puede gritar bien alto que "ha revertido la dinámica perdedora de los últimos años", tal como recordó el mismo Xavi después del partido, intentando contener la inevitable euforia que vivió en el banquillo del Santiago Bernabéu celebrando hasta cuatro goles marcados al eterno rival. En un estadio donde él ya sabía lo que era pasearse como jugador, mentalizó a sus jugadores que ellos también podían hacerlo. No hace muchos días el Real Madrid sacaba pecho por su remontada ante el PSG. Ahora el Barça les ha brindado una noche para olvidar y les ha estropeado la celebración de los 120 años de historia.
El mensaje del egarense ha calado en el vestuario azulgrana. Desde a los más veteranos hasta los más jóvenes. Porque él hace bandera del estilo del Barça, sin negociarlo, sin excepciones. Antes de saltar al césped del Bernabéu, Xavi hizo una última arenga a sus futbolistas: "Chicos, salimos a jugar con personalidad y con deseo de ganar". El vestuario se lo cree y los resultados, en consecuencia, acompañan. Porque para el Barça ganar siempre es una consecuencia de jugar bien, de ser fiel a un estilo que lo hace único y reconocible por todas partes. Si Xavi encarna esta idea desde el banquillo, Sergio Busquets es la extensión del entrenador en el terreno de juego. Piqué, que a diferencia otros veteranos no era de los que tenía una relación más próxima con Xavi cuando coincidieron como jugadores, ha dado un paso adelante y ha jugado a un alto nivel a pesar de que hace un mes que arrastra molestias en el pubis. Jordi Alba ha demostrado que no se ha olvidado de repartir asistencias a pesar de que su mejor socio, Messi, anda ahora cabizbajo por París.
Y los más jóvenes, encabezados por Pedri, han cogido un liderazgo y un empujón que convierten al Barça en un equipo ya temible a pesar de tener todavía mucho margen de mejora. La mano de Xavi y de su cuerpo técnico también se visualiza especialmente en Frenkie de Jong, un futbolista que el entrenador ha cuidado con especial atención –ha trabajado personalmente con él para adecuar sus grandes virtudes como centrocampista a las funciones que se le tienen que exigir como azulgrana–. El neerlandés ha dejado de ir perdido entre cambios constantes de entrenador los últimos años y ha empezado a brillar con luz propia y de manera regular.
A la espera de Ansu Fati y de los refuerzos del verano, la exhibición del Barça de Xavi en el Bernabéu ha recibido felicitaciones más allá de Madrid y Barcelona. La superioridad azulgrana fue tan manifiesta que incluso una parte de la afición blanca acabó aplaudiendo una dura entrada de Camavinga hacia el final del partido reclamando más intensidad a un equipo totalmente desdibujado. Thomas Müller, tantas veces verdugo del Barça los últimos años, se rindió al partido del conjunto catalán con un mensaje en las redes sociales: "Felicidades, Barça. Ha sido un placer ver esta locura de exhibición".
Laporta cede el protagonismo
Xavi fue reconocido por su fútbol como jugador. Ahora se ha presentado por la puerta grande como entrenador. "El triunfo 0-4 refuerza el proyecto y me refuerza a mí", defendió el técnico después del partido. Joan Laporta, que no quiso confiar de primeras con el egarense argumentando falta de experiencia, sonríe ahora con el éxito de Xavi y no se esconde al exhibir muy buena sintonía con el entrenador. La fiesta azulgrana en el vestuario del Bernabéu fue completa, con los jugadores cantando la ya tradicional canción que entona a menudo la afición del Camp Nou: "Ser del Barça és el millor que hi ha".