Fútbol - Copa del Rey

La Copa no es ninguna broma para el Barça de Xavi (2-3)

El equipo azulgrana supera al Barbastro, de Segunda RFEF, después de complicarse la vida en la segunda mitad

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Ferran Torres, probando el disparo contra el Barbastro

Enviado especial a BarbastroUn estadio municipal que había doblado su capacidad para la ocasión para acoger a hasta 6.000 aficionados. Una veintena de cámaras de televisión y un despliegue sin precedentes de un club modesto catapultado por la ilusión de la Copa: la visita del Barça. El frío que hacía en Barbastro no frenó las largas colas que rodeaban el estadio, a tan sólo un cuarto de hora a pie de esa población aragonesa de poco más de 15.000 habitantes. Horas antes de la apertura de puertas, el hormigueo de gente ya era constante. Nadie quería perderse la visita del vigente campeón de la Liga. Cuando aún no se habían vestido de corto, los jugadores locales se acercaron a uno de los goles, el de las gradas supletorias casi llenas, para inmortalizar una jornada histórica. Las bufandas conmemorativas para la ocasión abrigaban los cuellos de los aficionados y el calor se encontraba en los constantes aplausos a sus jugadores. Escenas familiares y fraternales inundaron la previa. "Es una jornada histórica", se repetían los seguidores locales entre apretones de manos. Los nietos acompañaban a los abuelos, caparazón tapado con la boina, hacia sus asientos cogidos de la mano. Era una noche preciosa de fútbol en Barbastro, y el conjunto local mantuvo vivo el sueño de derrotar a los de Xavi hasta el final (2-3).

La fiesta local, mosaico incluido, no intimidó a un Barça muy serio de inicio pero que se dio la vuelta como un calcetín en la segunda mitad hasta acabar sufriendo duro. Tanto, que el triunfo ante un equipo de cuatro categorías menos tuvo que sudar y sufrir. El conjunto catalán se complicó la vida, porque la primera parte de Xavi fue muy buena. El técnico planteó un once repleto de titulares, como llevaba años sin pasar en la primera ronda de Copa, y el equipo salió a morder. De inicio, el principal rival era el estado del césped, pero en un Barça necesitado de alegrías no valían las excusas. Tocaba ponerse la rana de trabajo desde el primer minuto.

Y el equipo se encomendó a la energía de Fermín. El centrocampista, que el año pasado se hartó de recorrer estadios como el del Barbastro cuando jugaba cedido al Linares, sirvió dos pases deliciosos por Raphinha y Ferran. Ni el brasileño ni el valenciano las aprovecharon, así que fue el propio Fermín quien se encargó de abrir la lata. El andaluz le bastó para intercambiarse los papeles con Raphinha y recoger un pase al corazón del área para batir a Arnau Fàbregas con un disparo raso. La cosa funcionaba en Barbastro y el gol en el minuto 18 era una recompensa justa.

Tras estrenar el marcador, el Barça aflojó algo las pulsaciones y disminuyó la producción ofensiva. Pero a diferencia de otros días, los de Xavi parecían seguir mentalizados a hacer bien las cosas. Todo se rasgaría en la segunda parte. Para futbolistas como Romeu, el enfrentamiento suponía volver a tener minutos y salir en el once inicial. El pívot catalán sigue sin recuperar sensaciones. Tampoco João Félix. En cambio, Héctor Fort, titular en el lateral izquierdo, aprovechó una nueva oportunidad para lucirse con el primer equipo. El lateral de 17 años, pese a jugar a pierna cambiada, rindió a un gran nivel. Suya fue la asistencia del segundo gol, que Raphinha sólo tuvo que empujar. Fue un gol importante, porque los azulgranas se habían marchado al descanso con un pelado 0-1 tras un error garrafal del linier, que había anulado una diana legal de Félix. En esta ronda de la Copa no hay VAR.

Antes de hacer el segundo, el Barbastro casi saca la sorpresa. Era el aviso de la pesadilla que venía. El conjunto local, impulsado por la entrada de Sule desde el banquillo, salió muy enchufado en la segunda mitad. Casi lo aprovecha Óscar González, pero Iñaki Peña estuvo bien en la primera acción del partido en el que era exigido. Poco después, los aragoneses se animaron con un gol a la salida de un córner. Adrià de Mesa recogió un rechace después de una jugada de desconcierto de la defensa azulgrana. La diana animó de lo lindo a la afición local y el Barça empezó a perder el control. Xavi buscó un impulso desde el banquillo y dio entrada a Vitor Roque y un Iñigo Martínez perseguido por las lesiones: justo el día de su regreso, el central tuvo problemas musculares.

El partido se complicaba, y mucho. Los azulgranas no conseguían igualar a los locales en intensidad y Xavi sacó las patumbres: Lewandowski y Gündogan a jugar. Incluso la afición local besaba ver a un Barça tan superado. Un penalti por manos acabaría alejando a los fantasmas. Lewandowski, que no marcaba desde hacía casi un mes, le dio aire al equipo desde los once metros. Parecía que aquí terminaría la fiesta local, pero el Barbastro aún haría otro gol en el añadido. También de penalti, cometido por Fermín. Marc Prat provocó la última explosión de disfrute de la afición aragonesa. El Barça ganó, de nuevo por la mínima, y ​​se clasificó, pero sigue sufriendo. Demasiado.

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